SANTIAGO VENTURO FERRE

17 abril 2019


Destacado periodista y cronista cañetano nacido en el distrito de San Luis, Cañete. Es un estudioso del arte negro y las danzas de su pueblo, promotor cultural dedicado a dar a conocer al mundo la belleza y candor del baile negro en esta parte del Perú.

HISTORIA DEL FESTIVAL DEL ARTE NEGRO

Cuando en 1971, Año Internacional de la lucha contra el Racismo y la Discriminación Racional - ONU, Cañete se apresta a realizar el primer Festival de Arte Negro en el Perú, existieron muchos movimientos culturales que de una forma u otra trataron de rescatar y preservar el folklore de la presencia negra en el Perú, tenemos que recordar con mucho cariño al Dr. José Durand Flores, al Arq. Emilio Harth-Terré, a los artistas Juan Criado, “Ganchito” Arciniega, Porfirio Vásquez y su hijo Abelardo, Alfredo Monteodoro, Mario Lobatón, José Lurita de Chincha, Ronaldo Campos, Enrique y Caitro Soto, y Mercedes Traslaviña nacidos en San Luis de Cañete. El movimiento parece renacer de buen gusto de quienes montaron en 1956 aquel gran espectáculo llamado “Estampas de Pancho Fierro” que hizo retumbar las instalaciones del Teatro Municipal de Lima, aún siendo el vibrar de la voz de Juanito Criado que soltando la fuerza de su voz cantaba “A la Molina”, los hermanos Enrique y Carlos Soto danzaban en una escenografía oscura la danza de los machetes en la que destacaban los efectos o chispas de las armas que con el retumbar de los cajones, cajuelas y voces hacían vibrar a los asistentes del contagiante ritmo negroide. Este inicio, producto del Dr. José Durand Flores, destacado catedrático de la UNMSM, da comienzo al interés por lo nuestro en cuanto a la manifestación de raíces africanas y comenzamos a apreciar el renacimiento de su riqueza musical, poética y danzante, destacan con su dedicación investigadora y de estudio los hermanos Santa Cruz (Victoria y Nicomedes) cada cual con la primerísima calidad de teatro, danza, poemas y décimas, música y canciones respectivamente. Luego vemos “Teatro y Danzas Negras del Perú”, en la que Victoria Santa Cruz muestra lo mejor de su dirección teatral y el buen gusto y técnica de la coreografía en la que se aprecia inéditas canciones, estampas, comedias con sabor tradicional.

Hubo otros espectáculos muy ligados a las manifestaciones populares costeñas de influencia africana como el realizado en el Paseo de Aguas de El Rímac. También podemos destacar la aparición de la prestigiada Asociación Cultural “Perú Negro”, integrado por brillantes jóvenes amantes del movimiento negro - peruano y que lograron bajo la dirección de Ronaldo Campos, el primer lugar en el Encuentro Latinoamericano de Folklore realizado en Argentina, en 1969.

El 29 de agosto de 1971, se realizó el I Festival de Arte Negro en el Perú, y fue precisamente este evento en el que Cañete se convirtió en “vitrina nacional” para lucir en ellas las delegaciones folklóricas de Lima, Chancay, Chincha, El Carmen y Cañete, y porque a partir de aquel año, Cañete se convirtió en la Capital Peruana del Arte, Cultura y Belleza femenina de todos los pueblos negros del Perú.
Es este el motivo irrefuta, por el cual Cañete, desde ese entonces, no dejó de ser aquella Capital del Arte Negro de los ensueños.
Durante años del Festival de Arte Negro de Cañete, la historia ha recogido de su alma muchísimos hechos ratos satisfaciendo los objetivos e la inquietud e iniciativa cañetana, destacaron triunfalmente artistas, canciones, belleza; todos en el abrazo fraterno de la música, danza y poesía de nuestro folklore negroide, se eligieron reinas del festejo, reinas del ritmo, existieron tres grandes ganadores de la canción afro peruana, como es el caso de las canciones “Negrito Chinchiví” y “Mueve tu cucú” (autor: Pepe Villalobos), y “Raíces del Festejo” (autor: Pepe Vásquez); composiciones que se hicieron muy populares en el ámbito nacional y que desde luego prestigian de por sí el éxito y la calidad de los festivales de Cañete. También destacaron las Reinas del Festejo, del Ritmo y Simpatía entre ellas: Mirtha Bravo, Alejandra Ambula, Teresa Palomino, Esperanza Campos, Zoila Montedoro, Ana Gaviria, Pilar Guerra y Zelmira Aguilar, quienes hoy se desenvuelven como maestras de danzas artísticas, dirección de grupo, empresas artísticas y de comunicación social. (fragmento).




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