Cromwell Castillo Cabrejos (Motupe – Lambayeque, 1981). Poeta y artista plástico. Es miembro fundador del Grupo Literario Signos, con el que ha publicado los libros colectivos “Signos” (2007) y “Demolición de los reinos” (2010). Individualmente ha publicado el plaquette “Fuego” (2010) y el libro "Estética de las revelaciones" (2011). Forma parte de “Cuervo Iluminado”, Colección de Nueva Poesía Peruana (2010); "Rito verbal", Muestra de Poesía Peruana 2000 - 2010 (2011); "Me Usa”, Brevísima Antología Arbitraria Perú - Uruguay (2012) y “Circo de pulgas”, Antología de la minificción peruana” (2012). Trabajos suyos han sido publicados en revistas impresas y virtuales de Perú, Argentina, Colombia, Venezuela, Brasil, Chile, México, Estados Unidos, España y Francia.
Tiene en proceso de edición el libro “Estados de coma”.
Dirige el blog "Gambito de Rey" (www.gambito-de-rey.blogspot.com)
1. Cromwell, ¿cómo iniciaste tu compromiso literario?, ¿alguien te motivó?, ¿en tu familia hay alguien que escribe, algún amigo cercano?
Definitivamente, siempre hay personas cercanas que posibilitan el primer contacto con las artes, y otras que refuerzan su dirección con la confianza y con esa dosis de sensibilidad que resulta tan entrañable y determinante. En mi caso pasó y no lo desaproveché. Mi familia y dos maestros de Literatura tuvieron grandes jornadas de complicidad (Beatriz Ventura en primaria y Marcial Castillo en secundaria). Desde muy niño sentí que el Dibujo, la Pintura y la Literatura estaban ligadas a mi vida, aunque, a decir verdad, no lograba explicarme nada (y no es que ahora sea optimista con eso de las explicaciones), en ese entonces padecía de un terror terrible cuando me daba cuenta qué estaba haciendo yo mientras los demás niños jugaban y se reventaban la vida entre travesuras y contorsiones. Trato de no pensar que hubo un momento en mi vida que la pasé mejor conmigo mismo, en un estado de solitariedad donde comprendí que la mayor ventaja del hombre es el pensamiento y la imaginación. Algunas veces así es como uno empieza a interpretar su propia danza, a recorrerse dentro de una mala fe natural. Así es como uno empieza a amar el lenguaje, las ficciones, las variopintas realidades y a las mujeres. La Literatura y la vida son bellas como malditas. Hay ocasiones en que las percibo tan vinculadas que parecen un solo cuerpo.
2. ¿Formaste parte de algún grupo literario en el colegio o universidad? Tus lecturas de cabecera, ¿cuáles son?
Recuerdo que en el primer año de secundaria formé un grupo de estudio para las clases de Lengua y Literatura llamado “Literatos en acción”, denominación engañosa pues nunca tuvimos trabajo de creación, sólo estuvimos dedicados a investigar autores y obras. Ya en la universidad es que fundo, junto a tres compañeros, el Grupo Literario Signos (año 2006), dentro del cual hemos logrado dos libros colectivos (“Signos” y “Demolición de los reinos”) y con el que continuamos en plena actividad literaria. El año 2010 se sumaron interesantes voces jóvenes al equipo. Actualmente venimos trabajando como coorganizadores del Festival de Poesía “IV Fiesta del Diantre”, que se realizará en Chiclayo los días 31 de agosto y 01 de septiembre. Todo esto se forja gracias a la Asociación Cultural Kaypi Kani, el Ciclón de Poesía y Prometeo Desencadenado Ediciones. Además de tener como próximo objetivo la publicación de una antología colectiva de Poesía y Narrativa.
Respecto a la segunda interrogante, no creo tener autores de cabecera, pero admito que hay autores a los que siempre se debe retornar. Hace unas semanas estuve releyendo a Juan Gelman y a Rainer María Rilke. No podría dejar de mencionar a Antonio Gamoneda, a quien estoy leyendo en estos días fríos y saboteadores.
3. ¿Qué recuerdos o satisfacciones te dejaron los libros de poesía que has publicado?
Amigos, compañeros, viajes… no sé, en realidad. La vida es un conteo de accidentes, unos menos trágicos que otros como en el caso de los libros. Si uno sobrevive, las marcas reafirman la memoria y nada más. De pronto, algo se aprende. No digo que dentro de nuestro contenido un libro sea una casualidad, pero las casualidades nos vigilan tenazmente.
4. ¿Qué significa la Literatura para ti? Es un pasatiempo, evasión, responsabilidad, compromiso…?
Es un proceso intelectual y comunicativo. Es el arte de agitar nuestra humanidad con propuestas, compromisos, responsabilidades, emociones, insurgencias, obligaciones morales y un largo etcétera de direcciones que nos llevan al goce estético y al amor por la existencia. Tenga sentido o no en nuestra apretada condición de mortales, podría decir que la Literatura es la forma menos vil de mentirnos.
SOBRE ESTÉTICA DE LAS REVELACIONES
5. ¿Es posible pensar que un poeta es un profeta y puede ver más allá de lo que los demás miran?
No, nada de honduras ni misterios complicados. El poeta se conmociona y tantea, sólo consigue aproximarse a la imprecisión porque es la única interpretación de la vida; nunca establece conexión con las certezas, no podría definir nada. Nace desarmado y derrotado como todo hombre. Y la virtud de sus sentencias es el rasgo del miedo: su fatal convencimiento de las cosas o el peor de sus idealismos.
6. Nosotros vivimos con los 4 elementos indispensables para la vida pero no observamos como tú lo haces ¿qué persigues con ello?
Sólo atreverme a decir la existencia como yo creo que es. Mi ruta pródiga son las palabras como para los matemáticos son los números. Y como lo infinito soporta todo, ya nos habremos de habituar a nuevas puertas de emergencia.
7. En el Agua, se nos presenta un tanto melancólica, lírica y romántica
La parte humana del agua se presenta reflexiva, pero siempre dispuesta a asumir el mejor encargo de su circunstancia fluida y vaporosa: la caída.
8. El Fuego elemental, maléfico, místico apasionado
La ceniza nos hace irremediable naufragio. El viaje al fuego es un conocimiento radical y llano.
9. La Tierra, la cuna de los elementos anteriores y sujeta al día y la noche, "aullido de la dación ocasional"
Tierra es una muestra de desesperación, miseria y aliento leve. Quizás la circunde un pesimismo trágico –no me atrevo a afirmarlo–, pero igual, todo pesimismo nos merece. Vivimos agobiados, hurgando verdades y locuras que están fuera de nuestras luces. Y cuando la tierra nos ofrenda sus frutos negamos nuestras manos. Habría que encaminar nuestra gratitud para evitar reproches futuros. Como dice el verso: Florecer en ti es columpiar mi locura en alambres de púas: Retorno a la fe de los desposeídos.
10. Y el Aire, el que nos trasmite los mensajes, que está por fuera y por dentro, está en todos los resquicios terrenales.
Cuando nuestro silencio cese
otro aire denso gobernará la garganta.
Esta es una estación de días apócrifos.
Por eso búscate mira el vacío
alisa tus alas y despliégate:
Algún día aprenderás a volar destemplando los impulsos
Mosca Doméstica.
11. Todas las partes tienen 10 poemas bien estructurados, has seguido alguna secuencia o ritmo numérico, ¿cuánto tiempo te demoraste en concluir el libro?
Las estructuras, las secuencias o los ritmos siempre son guiados por mi orden interno. Desde que empecé a trabajar “Estética de las revelaciones” como libro orgánico, ya sabía que cada una de las cuatro partes iban a ser conformadas por diez poemas. Lo que sucede luego de haber establecido una estructura es sólo escribir, ser disciplinado y corregir mucho para evitar ripios y redundancias.
El libro lo empecé a trabajar el 2008, lo publiqué el 2011 con Cascahuesos Editores y hace poco le dije a José Córdova que ya era momento de dejarlo correr un poco, pues mi plazo de mantenerlo sujeto ya terminó.
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