Anoche, con blanca luna, llena de amores,
viajando como obligado de Laredo a Lima, te soñé.
Nori. Estabas en Gamarrita, envuelta en sedas etéreas,
y cantabas tus pregones. El aire de chicharrones con mote
sufría huelguista alza de precios limoneros.
En eso, pasó kenamari. Saboreándose, vio que el público
mientras te vestía de Primavera, muchas ropas de La Victoria
volando coronaron cerros que miraban sudar un tren eléctrico.
Vio que, por piedad a mi persona desempleada,
algunas lanas y driles con correas de abuelo,
llegaron como desfile de pantalones, a mi Huaca.
Vio también, que industriales ferias volteaban tortillas para niños
apostados delante de adultos, que suspiraban por tu pecho
al verlo tatuado con símbolos y trinos de nuestra tierra.
II
Y mientras te seguían vistiendo con palos rosas y picaflores,
a Kenamari, sus fans, a gritos lo desnudaban
hasta dejarlo perfilado. Parecía modelo de playa de "Punta Hermosa".
Entre la multitud de aplausos, galerías y bancos
se inclinaban gustosos al paso pregonero de tu voz.
Ahí, se extendía un horizonte de épocas pasadas y presentes.
En tanto, Kenamari, que apurado llamaba a los bomberos,
recibió de su público un gigantesco reloj como premio.
Medio siglo, J. Flores Arrascue declamaba en ciudades y ciudadanías.
Su reloj, puesto ya en traile de bomberos, pronto lo subió
más arriba de numerosas antenas del cerro San Cristóbal,
quien apenado semejaba una descomunal cabeza con pelos de punta.
Entre sueños, pregunté. _ ¿Por qué no lo llevó a su condominio en Breña?
_ Sus fans, contestaron : Necesitamos que su gorro, dé alegría;
su desnudo arte, dé la hora declamando, en toda Lima.
III
Qué noche viajera! A la capital llegué de madrugada.
Al pasar a mi cocina, ésta dormía como muerta.
Como duermen mentiras en hojas de vida congresista.
Y durmió más, en feriados lunes y martes, por III Cumbre
de América del Sur y Países Arabes : ASPA, 2012.
Y muy cerca, alguien entre rejas olía este foro de money y pisco sour.
Era una nariz crecida, en cárcel de oro, en jardín de rosas.
Y pedía indulto, por ser inocente cáncer millonario.
Suave, suave, ... tribunales de inteligencia emocional!
Tal parece que en políticas lagunas, indigno toro
huele preciosos turrones en canje. Por eso, ataca
con Alzheimer de nuevas aguas jugadoras.
Pero, volvamos a la penumbra y recuerdos de mi cocina.
Su frialdad pasó por mis manos como cadáveres
de estudiantes y niños : crímenes, y 600 millones robados!
Interrogándome, fue entonces cuando, te llamé, te desperté.
Y, aquel arroz con leche junto a tí, y junto al río Rímac,
miró la "Luna de Octubre", cantada por Pedro Infante, y por ti.
Y por poetas. Invisibles amantes, que al anochecer, viajan, migran,
aman. Y se mueren de Amor, ... por profundos abismos,
por cerros y doradas selvas, por playas y vendidos cañaverales!
Víctor Castro Achuy
Laredo. Trujillo. Perú
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