Con motivo de la XXII Cita de la Poesía, Berlín-Latinoamérica, mayo 2018.
José Pablo Quevedo
Dice Hegel, el primer sistematizador moderno de la dialéctica que, cada hombre es hijo de su tiempo, (Jeder Mesch ist ein Sohn seiner Zeit), pero también nos explica que, la filosofía es el tiempo contenido en el pensamiento ( Philosophie ist Zeit in Gedanken gefasst).
Para este filósofo idealista dialéctico objetivo, tiene importancia también el conocimiento de las leyes del movimiento en base a las contradicciones en la historia y la sociedad Y para Marx-Engels, también en el desarrollo de la naturaleza que se da en base al proceso de sus propias leyes.
Bajo el análisis de las leyes de la dialéctica, nos damos cuenta que ellas generan y reflejan la realidad en sus procesos de cambio, en sus calidades diferentes, en sus mutaciones y transformaciones, pues las contradicciones internas de ellas mismas son la fuente que imprime la dinámica de los movimientos sociales en donde están integrados los hombres y donde ellos acuden constantemente a sus cambios o los influyen conscientemente.
Para el entendimiento de la continuidad y la discontinuidad de un movimiento ya sea social ,político o literario, hay que tomar en cuenta el problema de las contradicciones (ellas revisten una jerarquía de diverso orden conceptual en nuestra mente y que son tomadas de la realidad objetiva), pues sin ellas no podemos entender los procesos y sus negaciones en los momentos de cambio o también ayudarle a ese parto glorioso hacia una calidad creatividad y nueva. Y el hombre como ser social está integrado en esta dinámica sea o no consciente de ella misma. No existe hombre que este fuera de esa dinámica, aún revestido en cualquiera de sus formas sociales de pensamientos, sea este el filosófico, económico, político artístico o literario, pues muchas veces, se entrelazan sus formas de pensar en la vida diaria. Y ellas se concentran en acto litarario o influyen de una u otra manera en el acto creativo de la poesía. El objeto de nuestra percepción estará siempre relacionado de cualquier manera al sujeto pensante.
También el análisis de las contradicciones sociales dentro de una realidad, ya sea de un país o de un continente o del planeta entero, nos indican también el grado de su desarrollo y de maduración de estas contradicciones y nos dan la idea de las tendencias que existen en el arte y la literatura, y de éstas desprendemos, como seres pensantes, los temas y las tareas fundamentales para nuestros objetivos, ya sea para la creatividad literaria o por la lucha de los nuevos objetivos solidarios y humanos y de cambio.
Sobre todo, a mi manera de ver, son los objetivos esbozados por las vanguardias intelectuales que tratan de unificar a los sectores intelectuales avanzados y que tratan de crear y llevar una consciencia reflexiva y un mensaje de cambio a los sectores más desposeídos de nuestros pueblos. Ejemplos he dado en el artículo anterior, pero también los puedo demostrar en artículos posteriores.
También el desarrollo de estas contradicciones y sus reflexiones posibilitan nuestra percepción para comprender la política o la tendencia literaria de uno u otro autor en esta unidad relativa de cada movimiento de las vanguardias en la lucha por llevar a esas capas sociales una buena literatura, para crear una consciencia reflexiva; pero hacia el otro lado, veremos una literatura de consumo, de diversión y de enajenación a esa misma masa.
En uno de esos campos estará la arena de nuestros objetivos y de nuestra lucha.
Los que queremos un mundo mejor y más humano, nos trazaremos otros objetivos, buscaremos de hacer una mejor literatura. El desgarramiento de lo viejo ante lo nuevo nos hace ser los parteros de una literatura que va hacia la búsqueda de un nuevo cambio.
Basta leer la literatura en estos dos componentes para darnos cuenta de los procesos de interacciones o exclusiones que se vienen dando en los movimientos litararios, para observar los objetivos de largo y mediano alcance que se vienen dando.
Y sin el conocimiento dialéctico de esta dinámica y su praxis no podemos entender esa dialéctica que se ha venido realizando desde el inicio de la formación de cada movimiento. Pues hay una dialéctica de la teoría y de la praxis, en donde el escritorio se convierte en el laboratorio de la idea que va a ir a una praxis de objetivos, y ellas dos forman una unidad indivisible. Como sabemos no basta con manifestar una literatura, sino ir a una praxis que asuma esa responsabilidad de cambio.
Y por eso, hay una historia y una lógica que marca el rumbo de estas vanguardias. Y todo ello, lo he podido observar en el conocimiento de sus mensajes y programas y en la praxis que se vienen dando en algunos movimientos que llevan algunas décadas de trabajo creativo, llámese Isla Negra, Poetas del Mundo, Movimiento de de Escritores de Medellín, y que buscan en cada evento algo integrativo en estos últimos tiempos.
Ello también me ha permitido ver las exigencias y discrepancias existentes, en cuanto a los problemas de entendimiento hacia la literatura y sus objetivos, acerca de sus conceptos de trabajo y maneras de esgrimirlas, algunas veces felices y otras veces en la falta de unos gramos hacia el cien por ciento del discurso o del acabado. Pero hay semejanzas reales sobre las manifestaciones acerca de la paz y de la guerra, de la violencia hacia la mujer, de las crisis financieras, la riqueza y la pobreza, la lucha por la democracia, o el trasmontar sobre temas de la ecología y del descongelamiento polar, pero también de los problemas de las naciones indígenas -caso Perú, México y Chile, confrontadas al poder expansivo de los monopolios internacionales.
Por eso, el lema antiguo, de que nada de lo que es Humano me es ajeno, nos hace ser más sensibles ante otros destinos humanos. Y con ello, la idea del agua y de la vida, del amor y de la solidaridad y de la paz, contraria al egoísmo, a la vanidad, a lo irracional, a la violencia y las guerras.
Y claro, todo ello, que se mueve dentro de las ideas armónicas y desarmónicas de los intelectuales y sus ideas y la creatividad, ya que ella pueden ser ideas convergentes o divergentes. En todo caso, en nuestra forma de ver, esas ideas también son el reflejo o el resultado de la dinámica global y de la posesión que asumimos en la sociedad con nuestras formas de pensar y actuar y que están dependientes de nuestros intereses y objetivos.
Y ellas también traducen nuestros estilos y formas escritulares como seres sociales.
Como es conocido, en la actualidad, unos pocos estados- me refiero a las naciones imperialistas-, hacen uso y abuso el poder y de la determinancia política, ellos se inmiscuyen en los problemas internos de otras naciones y las desestabilizan, fomentan la continuidad de la explotación y de las guerras en diferentes regiones del globo. La política del imperio USA- Trump, política de las clases más conservadoras y reaccionarias del complejo industrial -militar, pone al mundo al borde de las guerras. Hoy, la concentración del poder está en manos de solamente 200 archimillonarios-, quienes dictan y enajenan con sus ideas al resto de la población mundial. Al contrario, el otro polo, de miles de millones de hombres tiene el 1 por ciento de esa riqueza social. Los abismos de riqueza y de pobreza han sido creado de forma incommensurable en nuestros días.
Y la literatura, como hemos venido observando en los últimos tiempos, también viene reflejando en parte uno de estos polos, consciente o inconciemtemente en sus creadores que la usan como medio de esclarecimiento.
Por lo tanto, lo que se expresa o se concretiza en la Literatura o el Arte, creo en mi entendimiento, se viene definiendo también en uno u otro polo de esta lucha, y muestran los diversos rostros en los cuales se ha trasformado ese sistema antihumano y parasitario llamado el capitalismo salvaje. Ello marca las tendencias de la literatura a nivel global en las vanguardias revolucionarias (ya que ello, en la jerarquía de las contradicciones es lo primario en la cadena de romper en los objetivos de la lucha). Y este fluir de estas dos realidades, hecho que es verosimil, nos sirve como una expresión de la conciencia social histórica de nuestro tiempo.
Y eso que signa las tendencias globales que se desarrollan en nuestros días lo podemos distinguir como expresión de esta lucha entre la vanguardia y la decadencia.
Así como no existe una “economía pura” en ninguna realidad, tampoco existe una “literatura pura”, sino literaturas que identifica, en cualquier tiempo o proceso histórico a uno y otro campo, y al artísta dentro de conceptos que representan a una u otra fórmula social. Y esto desde Homero hasta nuestros días, pues lo que se describe son las la emociones, las percepciones y las pasiones de los individuos que están contenidos en uno y otro estagmento social con todas las cuestiones psíquicas y físicas que abundan.
Una manifestación de ello, como expresión económica de la política, ha sido también la conducción de famoso Premio Nobel, cuestionado por parte de la inteligencia de vanguardia y como vemos, ahora, hasta la misma Academia Sueca, está en crisis, debido a la poca confiabilidad financiera de sus miembros, la participación de repetidas corrupciones, manipulaciones y hasta de molestias sexuales a mujeres, para otorgar ese premio, y por eso, hay poca confiabilidad en su jurado para expedir el Premio Nobel en el 2019 .
Por eso, el escritor no puede estar al margen de esta contienda, pues la lucha no solamente es por el pan, sino también la belleza del espíritu, como lo planteara, el pensador peruano, José Carlos Mariátegui.
El alma matinal (JCM), y lo que preludia un nuevo rostro de nuestra América Latina y del mundo, pertenece a la vanguardia. La decadencia tienen el alma del ocaso, lo que muere y está dentro dentro de los espíritus del pasado colonial y sus encomenderos, sus lobbystas y defensores del Status Quo de un sistema anquilosado y antihumano.
Lo observado por los poetas con el carácter de vanguardia y global, contienen el movimiento de las ideas esenciales de nuestra lucha para el tiempo que vivimos. Pues la odisea de la vida no es el nacer y transformarnos siempre, sino alcanzar la dimensión de nuestros propios huesos.
Hay que buscar una literatura que ascienda por los caminos de las utopías realizables, que identifiquen al hombre regional-global de nuestros días, una literatura que devenga con la savia del tiempo y de la superación, una literatura que nos haga reflexionar y participar como seres pensantes sobre todas las esferas de la vida, una literatura que no haga contener solamente al ego vanidoso, sino contener a todos los yoes (nosotros), una literatura que refleje el paso del devenir hacia las cumbres más altas de la vida, una literatura que nos haga humanos y solidarios, en fin, una literatura que sea la papa de la tierra, una literatura que propicie un sismo poético y sea resistente al tiempo y permanezca perdurable en los cordeles del sol.
Es un tiempo variado, rico y vasto, donde el reposo no existe por la continuidad de las tareas de sus actores en los diversos países desde la creación de cada movimiento de vanguardia, y por la dinámica misma que se imprime y que va de menos a más en su cumplimiento global acertado.
Las últimas actividades de los diversos movimientos literarios reflejan lo dicho de que no son sólo un movimiento que marca el paso sin moverse de sitio, sino un movimiento poético que arremete contra su tiempo actual y sus grandes molinos, aunque estos nuevos molinos sean eólicos y lleguen a una altura de más de cien metros. Es entonces, y se hace necesario que el poeta „vuele“ y tenga a Pegasus como amigo para la lucha en este tiempo actual, y que condensa nuevas tareas. Es otro tiempo al de Rocinante, ahora, los molinos son el triple al tamaño de los anteriores.
Los nuevos poetas globales que arremeten nuestro tiempo, luchan contra esos molinos de la injusticia, de la corrupción y de la arrogancia, y de los mercaderes y los políticos que sueñan con las pingües ganancias de la venta de los artefactos de las guerras. En España, Latinoamérica, Alemania, Chile, Brasil, Colombia, etc. para citar algunas actividades, se ve renacer estos nuevos poetas del alba y sus mensajes hacen crecer nuestro optimismo. Y en México y Colombia, ya se puede vislumbrar, como despuntan otras futuras actividades, y nos hacen saber, que el poeta no solamente se desea interpretar el mundo sino transformarlo. Y ese es será el fluir de este movimiento que irá con su caudal a otros muchos países del planeta.
En esta ocasión, en 2018, nuevamente los poetas de MeloPoeFant, La Tribuna de poetas de Adlerhoft, Isla Negra y otros poetas refirmaron su compromiso por la Paz y el llamado a cumplir las exigencias que demanda el mundo amenazado por los contínuos conflictos patrocinados por las grandes naciones.
Pubicado en parte y por primera vez en Poetas del Mundo, 2009, bajo el título, Los espacios del éter ya no pertenecen a los dioses. Agregados nuevos, hechos en mayo de 2018 por la realización de la XXII Cita de la Poesía 2018.
*José Pablo Quevedo
Es doctor en filosofía egresado de la Universidad de Humboldt, tiene diez libros de poesía, figura en más de 50 antologías, escribe ensayos y hace comentarios de libros. Es además el creador de Arte Regresivo.
MeloPoeFant , mayo 2018/ Cita de la Poesía 2018/POETAP 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario