CÉSAR CALVO

   La Habana - Cuba.

        Arturo Corcuera, César Calvo y Antonio Cisneros. Cercado de Lima, 1963. 

En la Casona de San Marcos 

 Julio-Ramón-Ribeyro y César-Calvo en Paris

                              César Calvo y Pablo Milanés

Henri Charriere Papillón y César Calvo en Teatro de Caracas 

                  César Calvo y el conjunto Perú Negro 

    César Calvo y Rodolfo Hinostroza 

César Calvo. Fue miembro de la Generación del 60 

César Calvo con Yovanna,su pequeña otoronga  

           MANUEL SCORZA A Y CÉSAR CALVO:

               César Calvo en La Habana - Cuba.

Cesar Calvo y Javier Heraud

Generación del 60

Julio Ramón Ribeyro, César Calvo y una admiradora. 

 Julio-Ramón-Ribeyro-César-Calvo-y-Chabuca-Granda.

 Arturo Corcuera, César Calvo y Antonio Cisnero

El poeta peruano César Calvo, uno de los más destacados de la llamada "Generación del Sesenta", Calvo fue premio Poeta Joven de Perú de 1960, junto a Javier Heraud, quien fue muerto a tiros, a los 21 años, por policías y pobladores de la Amazonía peruana después de iniciar una aventura guerrillera. El escritor, nacido en la selva peruana en 1940 y autor de "Poemas bajo tierra" y "Las tres mitades de Ino Moxo", entre otras obras, fue un eterno enamorado de la cantautora y poeta peruana Chabuca Granda, a quien rindió pública y rendida admiración y siempre consideró su amor imposible. Calvo sufría de un grave problema auditivo que propició, hace un año, una campaña internacional liderada por el periodista peruano Guillermo Thorndike, quien abogó para que sea trasladado y hospitalizado en una clínica de España, donde sería operado de la afección, que le hacía percibir permanentemente insoportables sonidos agudos. La campaña fue apoyada por escritores como el argentino Ernesto Sábato, el mexicano Carlos Fuentes, el portugués José Saramago y el colombiano Gabriel García Márquez, quienes suscribieron una carta solicitando el apoyo estatal para que el poeta fuera operado, pero esto nunca pudo concretarse. Acompañado de la también poeta y animadora cultural Cecilia Bustamante, Calvo continuaba escribiendo, al punto que en febrero pasado hizo el guión de un espectáculo ritual sobre "los mitos y leyendas del infierno verde". 

El 16 de agosto de 2000, murió en Lima víctima de un paro cardíaco, después de una larga y penosa enfermedad.