PRIMER CENTENARIO DEL FALLECIMIENTO DEL CORONEL EP PEDRO PORTILLO SILVA

04 julio 2016

POR: JOSE JORGE NAVA PITTALUGA

PRIMER CENTENARIO DEL FALLECIMIENTO
DEL CORONEL EP PEDRO PORTILLO SILVA
15 DE JUNIO DE 1916 – 15 DE JUNIO DE 2016

A manera de Presentación

                                                                                      
La historia, no es un simple registro de fechas o de nombres. La historia quiere que comprendamos el pasado tal como fue. Comprendiendo el pasado, comprenderemos también nuestra realidad presente.

Los hombres y los pueblos que no tuvieron recuerdo y memoria propia, serían como seres aislados en el tiempo y en el espacio, sin rumbo y sin precisión. El recuerdo es parte de la vida misma. El pasado no muere, no desaparece, porque subsiste en el presente dentro de la comunidad histórica.

Hoy que estamos empezando la segunda década del siglo XXI, es cierto que no estamos frente al pasado, como también es cierto que no podemos ser ajenos a él, porque el pasado vive en nosotros y no como un recuerdo distante, sino que aparece de verdad como parte de nuestra vida actual.

Todos, somos frutos de la historia en la obra de nuestros padres, bajo la visión de Dios y el irrenunciable uso de la libertad que El nos ha concedido y, debemos conservarla con dignidad y honor; porque somos herederos de una historia digna que debemos realizarla con la esperanza de un mundo mejor para nuestras familias.

La biografía, es la historia de un hombre determinado, desde su nacimiento hasta su muerte.

La historia de un pueblo es, asimismo, una inmensa biografía, o  mejor aún, una epopeya, o un drama que contiene una multitud de biografías.


Este pequeño folleto que hoy presento, es fruto de un trabajo de investigación realizado con emoción y cariño a nuestro querido pueblo de Huaura, debidamente documentado y en un estilo sencillo que constituye un humilde aporte para conocer la vida y acción de un Ilustre hijo de Huaura: Coronel EP Pedro Portillo Silva, en los múltiples momentos de su vida que despertarán gran interés de los lectores.

Finalmente, invoco a mis buenos paisanos, conocer la historia y geografía de nuestro querido e histórico pueblo de Huaura, para que, conociéndolo, amarlo, y amándolo, esforzarnos por coadyuvar a su desarrollo y progreso

                                                                         
José Jorge Nava Pittaluga
                                                                                        

Coronel EP Pedro Portillo Silva

Nuestro hermano mayor, Coronel Pedro Portillo Silva, ilustre peruano, nació en la villa de Huaura el 1° de agosto de 1856[1] y, Vícttima de una penosa enfermedad  falleció el jueves 15 de junio de 1916, a los sesenta años,  en la calle Patrocinio Nº 20, en Lima, Perú.

El Diario “El Comercio” (edición de la tarde) al comentar su deceso dijo, el jueves 15 de junio de 1916:

“Sus trabajos de explorador pudieron completarse cuando emprendió un viaje a la región de Madre de Dios, en su carácter de ministro de fomento; los sucesos políticos de esos días impidieron el desarrollo de esa expedición, quedando así inconclusos los estudios del coronel Portillo sobre las regiones de los grandes ríos peruanos.
Tanto en la sección de Loreto, como en la de Ayacucho, levantó mapas completos con datos abundantes y comprobadas anotaciones. De carácter sencillo y afable, gozaba de generales simpatías. En estos últimos tiempos era víctima de una oscura y dolorosa enfermedad que ha originado su trágica muerte, ocurrida en su casa habitación de la calle El Patrocinio número 20, en Lima.

Obras:

Las montañas de Ayacucho y los ríos Apurimac, Mantaro, Ene, Perené Tambo y Alto Ucayali (1901); Apuntes de la Historia de Huamanga y estado actual de la diócesis (1903); Mapa del Perú (1906); “Contribución a la Geografía de Loreto”, en “Boletín de la Sociedad Geográfica”, tomos XXIII y XXIV, 1901 a 1904 (1909); Departamento de Madre de Dios”, en “Boletín de la Sociedad Geográfica, tomo XXX (1914);  y Memoria que presenta al supremo gobierno el ministro de fomento en comisión especial al Madre de Dios (1915).

En la historia de los descubrimientos geográficos en el Perú, el coronel Pedro Portillo Silva ocupa lugar distinguido por la importante labor que realizó como prefecto de los departamentos de Ayacucho y Loreto, explorando él mismo los principales tributarios del Amazonas, fomentando los viajes de estudio en nuestra zona oriental y trazando el mejor mapa de la región amazónica del Perú, posterior al del prominente investigador, naturista, geógrafo, explorador, escritor y catedrático italiano, Giovanni Antonio Raimondi Dell’Acqua (Milán Italia, 19 de septiembre de 1824 -+San Pedro de Lloc, Perú, 26 de octubre de 1890), quien tuvo como especialidad un profundo y esmerado estudio de la fauna, flora y geología peruana. Radicado en el Perú fue catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.

Sus trabajos de exploración fueron de vital importancia, ya que perfeccionaron y complementaron las observaciones geográficas del sabio italiano Antonio Raimondi. Hizo aportes valiosos para el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima.
Su labor como geógrafo ha sido reconocida por distintas personalidades como Jorge Basadre, quien cita que un funcionario colombiano aseveró que si el Perú conservaba el Putumayo en realidad se lo debía a Pedro Portillo Silva.
Asimismo Víctor Andrés Belaunde lo calificó como el Requena del siglo XX “por su sentido imperial, la misma audacia, semejante talento ejecutivo e idéntica visión certera sobre los destinos de Maynas”. (Los dos últimos  párrafos de esta página: Juan Castañeda Murga en Forjadores del Perú).

Fueron sus padres: don Juan Pablo Portillo y doña Juliana Silva. Bautizado en la iglesia Parroquial de San Antonio Abad de Huaura, como veremos en su registro de bautizo:

Registro de bautizo de Pedro Portillo Silva


El Libro Parroquial de bautizo dice:

“En esta Iglesia parroquial de San Antonio Abad de Huaura, en tres de agosto de mil ochocientos cincuenta y nueve. Yo el infrascripto cura interino, exorsisé, puse óleo y crisma a Pedro, hijo natural de don Pablo Portillo y de doña Juliana Silva.

Fue su padrino de agua don Dionicio Jiménez, y de óleo don Adolfo Salinas. Testigo, don Manuel Pérez, de que doy fe. (Firmado) Juan Pablo Portillo. (Firmado) José María Gómez Miro[2]”. Falleció el jueves 15 de junio de 1916, en la calle Patrocinio N° 20, Lima-Perú[3].

El dato histórico del historiador don Jorge Basadre Grohmann (Tacna, Perú, 12 de febrero de 1903 - Lima, 29 de junio
de 1980), especifica que el Coronel EP don Pedro Portillo Silva, vio la luz por primera vez en Huacho; pero, esto refiriéndose a Huacho como capital de la provincia de Chancay, porque la cuna de su nacimiento fue, es y será siempre la Villa de Huaura.

*El Coronel Pedro Portillo Silva fue soldado desde su juventud, y de los primeros en alistarse entre los defensores de la patria al estallar la guerra del guano y el salitre, cuando Chile nos formuló su declaratoria de guerra el 5 de abril de 1879. Pedro Portillo Silva marchó al sur en la división del general don Manuel Gonzáles de La Cotera, concurriendo a las jornadas de San Francisco (19 de noviembre de 1879) y Tarapacá (27 de noviembre de 1879).

Fue oficial de artillería de las baterías del morro, a las órdenes del coronel Francisco Bolognesi Cervantes, destacando como uno de los bravos oficiales que defendieron la plaza de Arica el 7 de junio de 1880.

Posteriormente sirvió en los gobiernos del general Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, de don Nicolás Fernández de Piérola y Villena y del Ing. Eduardo López de Romaña y Alvizuri, hasta alcanzar el grado de coronel de Infantería. (*Dic. HIst. Y Biog. Del Perú).

Cuando Pedro Portillo Silva nació, era presidente del Perú el general Ramón Castilla y Marquesado. Ese mismo año el presidente Castilla había –prácticamente- fundado en el río, la selva, la historia, y leyenda, a Loreto departamental.

Curiosa coincidencia si consideramos que años después el coronel Portillo fue uno de los más decisivos promotores del progreso del Nor-Oriente Peruano, descubridor de sus inexploradas rutas fluviales y que, consolidando límites y la peruanidad de sus territorios, ha sido y es uno de los más auténticos creadores del futuro de nuestra Amazonía. Tal vez para muchos “un ilustre desconocido”.

-Desde los viejos tiempos coloniales la Amazonía era más que una Región concreta, una especifica demarcación  territorial, una entidad política. Era, mas allá del mapa geográfico, una importante porción del Perú, inédita, virtualmente desconocida que como un lejano continente verde se extienda desde las estribaciones orientales de los Andes, hacia un infinito espacio que tocaba los limites con los países vecinos.

Aquel país amazónico que se conocía mas por las fabulas y el mito, las crónicas fantasiosas, el testimonio de los cronistas y las versiones de frailes y misioneros, necesariamente tenia que permanecer alejado de la nación conocida; aquella que centralizaba la metrópoli capitalina y los gobiernos imperantes. Mas que una demarcación política eres un reino inmenso de manigua impenetrable, que surcaban caudalosos ríos, que albergaba gigantescos bosques, en los que la mano de Dios había puesto por igual seres, animales muy bellos, como fieras amenazantes.

La Amazonía era la selva novelesca de la que se había expuesto relatos esperanzados como temibles. Pero en la conciencia del hombre peruano, sobre todo, en sus corazones latía la esperanza de ir a la conquista de esa tierra anegada de promisión.

Llegar a la selva y más concretamente a territorios que eran nuestros, más que la invitación a emprender una gran empresa, significaba tentar e reto de una casi imposible aventura.

Entre la fantásticamente desmesurada versión de la riqueza de  El Dorado  y la realidad un tanto desilusionante, de ámbitos inhóspitos, habitados por tribus salvajes, fieras, y peligrosos reptiles; había que trasponer la temida frontera y llegar a la incorporación del reino de la Amazonia a la integridad del país total. A la incorporación de este reino al gobierno de la patria, a su desenvolvimiento económico, a su desarrollo socia, a la vida común entre todos los peruanos, y prácticamente, la autentica y real conquista de la amazonía peruana, que había sido explorada y estudiada a medias, comenzó históricamente  cuando ese prominente soldado, estadista y visionario que fue don Juan Ramón Castilla y Marqusado, de un solo decreto supremo, el 07 de enero de 1861, época de su segundo gobierno, para crear el departamento de Loreto. Pero, cuatro años antes en 1857 y también por decreto supremo, creo la provincia litoral de Loreto con su capital Moyobamba. El posterior decreto de 1861 elevo a Loreto al rango de Departamento, Fluvial y Militar; Y, sobre todo, Castilla ordeno que se reconozca a Iquitos como capital fluvial de Loreto.

El Mariscal Castilla que, como su antecesor el general José Rufino Echenique Benavente (16-XI-1808 – 16-06-1887), que llevaba presente a su calidad de gobernante una innegable vocación amazónica, consideró que siendo el mejor medio para ir a la conquista de la amazonía construir barcos para la navegación en los ríos, mando fabricar naves de este tipo en Inglaterra, pues, había que “rutear” los grandes ríos y explorarlos.

Cuando llegaron al Morona y Putumayo, así como el Napo, todos ellos llevando el nombre de afluentes del gran Amazonas, hacía realidad la construcción del apostadero de Iquitos que, a la vez, constituyó en el nacimiento de nuestra gran capital amazónica. Se realiza entonces el milagro de iniciar la conquista de la selva impenetrable. Saludamos aquel año histórico de 1861 en que mas allá del misterio de apertura, la realidad. Otros grandes departamentos de selva como Huanuco, San Martín y Madre de Dios tienen fundación política después de Loreto.

Solo Amazonas fue creada por ley del 12 de Noviembre de 1832, casi tenia 30 años antes que Loreto.  Pero, en 1980 surge un nuevo pujante departamento de selva, el decreto ley 23099 dictado en 1980 el 24 de junio, crea el departamento de Ucayali, cuya capital es Pucallpa y que integran las provincias de Coronel Portillo, Padre Abad, Purus y Atalaya. Este nuevo, progresista, fecundo departamento, antes había pertenecido en demarcación, gobierno, y limites, a Loreto.  (*Infomación General de la Región Ucayali

GOBIERNO REVOLUCIONARIO CREA EL DEPARTAMENTO DE UCAYALI

Provincia Coronel Portillo

El coronel Pedro Portillo Silva, sobrevive a un destino aventurero y aciagamente terminado, entregando la maravillosa heredad de su nombre y su obra, para que sea la provincia secular -y a la vez principal del departamento de Ucayali,  extensa provincia que cruza el río Ucayali engrosando el caudal en la medida que avanza aguas arriba-, lleva el nombre del ilustre peruano: Coronel Pedro Portillo Silva.

A más de combatiente, autoridad y viajero, fue un visionario; un descubridor de horizontes que afirmó más allá de la quimera  -tras la espesura de la manigua, la hostilidad de los climas, la turbulencia de los ríos-, la superficie real y física de la amazonía.

Se debe -sobre todo-, al coronel Pedro Portillo Silva, el ensueño magistral de reafirmar sobre el terreno, señalando hitos en las extensiones de nuestra selva que se debatía en tratados internacionales. Su patriotismo, su ilimitada vehemencia, y su porfía, lo impulsaron a defender aquello que él decía es peruano desde los orígenes de la personalidad, suelo y bosque, ríos y cielos del Perú.

Don Pedro Portillo Silva, gran constructor de este país, fue hombre culto e ilustre, estadista emprendedor y honorable, pujante promotor de empresas materiales y espirituales, no es notoriamente conocido.

El historiador Dr. Jorge Basadre Grohmann, le dedica dos capítulos en su “Historia de la República”, no sólo para recapitular sus gestiones en la prefectura de Loreto y Ayacucho sino su intervención como Ministro de Fomento, resaltando sus  dos gestiones, durante los años de 1891 a 1896 y luego en 1901 a 1904. Fue sabia y afirmativa su administración de tan vastos como enmarañados territorios.

El historiador Dr. Raúl Porras Barrenechea, señala que el coronel Portillo fue “El gran coordinador de las investigaciones de la inmensa red de los planos del curso de los ríos, a base de observaciones astronómicas y formando con ellos un Mapa General del Perú (1906) y el Atlas de Loreto (1908), que prestigian la Cartografía de su época”.

Entre sus colaboradores aparecen los marinos Pedro Buenaño, Oscar Mavila, Enrique Espinar, Numa Pompílio León, Germán Stiglich, Zavala, Donayre, R. Rossel, Kruger, el explorador Hassel y los Cartógrafos Rafael Baluarte, Camilo Vallejos y Carlos Hoempler.

El coronel Pedro Portillo puso las bases del conocimiento científico de la hidrografía amazónica, a la vez que, los hitos de la posesión peruana en todos los afluentes septentrionales del río Marañón. “A más de combatiente, autoridad y viajero, Pedro Portillo fue un visionario descubridor de horizontes. . .”.

De otro lado, el Dr. Víctor Andrés Belaúnde, afirma que “Pedro Portillo Silva no sólo fue un administrador progresista y celoso, sino el valiente explorador de casi todos los ríos de la región, entre ellos el Marañón, Ucayali, Amazonas, Putumayo, el Yurúa y el Pachitea, el Tigre, el Morona y el Pastaza. El puso su despacho prefectural en los vapores, las balsas y canoas que remontaban para tomar directo conocimiento de la realidad de aquellas comarcas”.

“. . . . Fue uno de los más decisivos promotores del progreso del Nor-Oriente Peruano. Descubridor de sus inexploradas rutas fluviales. . . . . . .  consolidando límites y la peruanidad de sus territorios. . . . . . ”.
El coronel Portillo, fue uno de los sobrevivientes de la epopeya de Arica el 7de junio de 1880. 

En 1891 siendo presidente de la república el general Remigio Morales Bermúdez, Pedro Portillo estuvo un año ocupando la cartera de Fomento, cargo al que regresó en 1906, siendo presidente del Perú don Nicolás Fernández de Piérola y Villena.


José Jorge Nava Pittaluga

Subprefecto de la Provincia de Chancay, capital Huacho  
hoy Provincia de Huaura, capital Huacho

Como buen hijo del histórico distrito de Huaura, siendo subprefecto de la provincia de Chancay (1895), se preocupó por la educación, progreso y bienestar de la tierra que lo vio nacer; que abonan aún más a su brillante carrera como soldado de la patria, autoridad, hombre culto e Ilustre, estadista emprendedor y honorable señor.

Importantes donaciones  para las escuelas elementales municipales

Aquí, algunos de sus aportes para su empobrecido y olvidado pueblo de Huaura:
           
Dona un costoso  Mobiliario para la escuela elemental municipal de varones Nª 4115 de Huaura (Luego Escuela de Segundo Grado de Varones Nª 414)

Mediante oficio al señor Inspector de Instrucción del Concejo Distrital de Huaura, fechado el 6 de mayo de 1895, leído en sesión ordinaria de la fecha arriba indicada,  adjunta una nota por la cual se manifiesta que, el señor subprefecto de la provincia de Chancay, coronel Pedro Portillo Silva,  pone a su disposición y para uso de la (escuela elemental municipal Nº 4115), escuela de varones de esta villa, un costoso mobiliario que ha mandado traer de Lima.
(Al respecto, se resolvió se contestara  a tan distinguido señor subprefecto en los términos más honrosos que, a su carácter y especial celo en favor de la juventud le corresponde[4].)

Obsequia  50 faroles para iluminar la Villa de Huaura

“En sesión ordinaria del Concejo Distrital de Huaura, de fecha 26 de mayo de 1895, el señor alcalde don Pedro Cerreño  da lectura a un oficio enviado por la subprefectura provincial de Chancay, en que el Sr. Subprefecto coronel Pedro Portillo Silva, comunica haberle remitido con el señor Vicente Gómez, cincuenta faroles con todos sus útiles, pescantes y hasta el abono para su colocación, expeditos para encenderlos, cuya suma había sido satisfecha por la ex-comandancia, en la totalidad de S/ 345.00 (Trescientos cuarenta y cinco y 00/100 soles plata). (Faroles que tanto necesitaba Huaura, para iluminar su única “Calle Real”, hoy avenida General San Martín). “Haciendo presente además el Sr. Subprefecto, que si la villa de Huaura cree que puede serle útil en algo más, estaba pronto.
(“Se acordó, fuese contestada en los mismos términos, tan satisfactorios como había sido su lectura, y que se archivase”. (Sic)[5].

Más obsequios para las escuelas elementales municipales de Huaura

Seis meses después, “en sesión ordinaria del Concejo Distrital de Huaura de fecha 3 de noviembre de 1895, se da lectura de un oficio del señor subprefecto, don Pedro Portillo Silva, en el que comunica al Sr. alcalde distrital don Pedro Cerreño, se sirva recabar del Honorable Concejo Provincial de Chancay (hoy de Huaura), dos bufetes o carpetas y cuatro bancas; obsequio de la ex-comandancia a las dos escuelas elementales de este distrito y, que el Honorable Concejo Distrital se sirva distribuirlas, según deja anotado. “La honorable Junta acordó, contestar al Sr. subprefecto en términos satisfactorios al respecto que motiva el oficio en referencia. Sic

Una nueva vía para Huaura

“En la misma sesión (3-XI-1895), se dio lectura otro documento en que el Sr. subprefecto, coronel Pedro Portillo Silva, comunicando al Sr. alcalde don Pedro Cerreño, que en el día proceda la corporación, a abrir al tráfico la nueva vía, lo cual una vez conseguido, daría por resultado la inmediata colocación de las veredas de esta localidad. “Se acusó recibo y al archivo. (Sic).

Solo existían dos caminos adyacentes a la calle Real (Hoy, General San Martín), el “Olivar” y el “camino de la quinta”, como se menciona en sesión del sábado 10 de julio de 1897, siendo alcalde el Sr. Fernando Umbert, donde se acuerda: “notificar al administrador de la hacienda Humaya, haciéndole ver que no era conveniente que las carretas pasen por el camino del “Olivar(pasaba por el callejón de San Francisco; hoy Avda. San Francisco.

Las carretas al voltear por la Calle Real, afectaban y malograban constantemente el puente de “el Sausal” ubicado a la altura de la actual comisaría de la PNP; el de la Plaza San Martín, etc.), sino por el camino de la “Quinta” (Camino conocido y usado hasta hace algunas décadas, ubicado en la parte posterior del balcón de San Martín; el mismo que se dirigía hacia el norte pasando por la hacienda “el Ingenio”, hacienda “Loza”, Mazo, etc.), y que se le daba un plazo hasta el 20 de julio para que pasen por donde hoy lo hacen; siendo peligroso y aun perjudicial para la población”.. . (Sic).

No hay información sobre la nueva vía a la que se refiere el coronel Portillo, pero sí mencionar que, la próxima calle que se abrió después de la Real (Hoy Generalísimo José de San Martín) en época del Sr. Alcalde don Juan Luis Barrera Grados, es la avenida “Coronel Pedro Portillo Silva”, que corre paralela a la avenida San Martín, y es sólo para el transporte pesado.

Prefecto de Ayacucho

Entre los prefectos progresistas de este período se destacó el coronel Pedro Portillo en Ayacucho. La ley de 16 de setiembre de 1891 había creado el impuesto de alcabala de la coca cobrable en las provincias de Huanta y La Mar, a razón de 40 centavos cada 12 kilogramos de hojas que se extrajeran de sus valles, con las siguientes finalidades:
1°.-Construir un camino de herradura desde la capital de Ayacucho hasta el puerto Bolognesi en el río Apurímac.
2°.-Hacer puentes y caminos en el departamento.
3°.-El establecimiento de colonias y el fomento de la navegación fluvial.
4°.-La refacción del acueducto que alimentaba de agua potable a la capital.
5°.-Levantar puentes de cal y piedra sobre el río Pampas que baña y separa los departamentos de Ayacucho y Apurímac.

Desde que se promulgó esta ley hasta el 18 de enero de 1896, en que tomó posesión de la prefectura el Coronel Portillo, no había existido autoridad que se atreviera a cobrar el impuesto de la coca. Pedro Portillo lo estableció.

Se recuerda su gestión de cuatro años por ello y, también por la colocación de puentes de alambre interprovinciales en los ríos Pongora, Pampa y Huarpa; la obra preliminar del puente nuevo sobre el río Mantaro y los puentes departamentales de Trapiche y Totorobamba en el camino de Ica; *Los dos caminos principales de Ayacucho al río Apurímac, efectuando varios viajes de reconocimiento en las zonas inexploradas de la región y comprobando la navegabilidad del río Apurímac fundó varios puertos fluviales (Huaura y Bolognesi en las márgenes del Apurímac; Carranza sobre el Mantaro y, Raymondi en la confluencia del Tambo y el Urubamba; la mejora de las rutas transversales e interiores del departamento; el aumento de agua potable a  la  capital del departamento; el viaje  por los  ríos Apurímac, Ene y El Tambo después de dos giras de reconocimiento preliminares[6].


José Jorge Nava Pittaluga
Monumento a la gloria de Ayacucho

Asimismo, debemos recordar como importante obra del Coronel EP Pedro Portillo Silva, la erección de un monumento en medio del escenario donde se llevó a cabo la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824; sin ley de Congreso, sin partida de presupuesto, sin recursos.

Después del asesinato del Presidente don José Balta el 26 de julio de 1872, sobreviene al Perú una crisis económica, que se va ahondando año a año, en forma pavorosa y que nos lleva al desastre, al colapso en 1879 en que estalla la guerra del Pacífico. Al quedar desocupado nuestro territorio de la abusiva invasión chilena a mediados de 1884, la desorganización del país y de sus instituciones fue completa.

En pleno período de reconstrucción nacional, el año de 1897, el prefecto de Ayacucho, coronel Pedro Portillo Silva, afronta la obligación moral pendiente con los próceres del campo de Quinua y, movido por su espíritu patriótico, cumple, a costa de grandes sacrificios, con levantar en el campo de la gloriosa batalla, en la zona en que se firmó la capitulación, un monumento  recordatorio de aquel magnífico y esplendoroso hecho de armas.

Merecedor el coronel Portillo de todo elogio y del agradecimiento de la nación por su noble gesto, el monumento por él inaugurado no era, ni podía ser, la pirámide monumental que el apoteósico triunfo de Ayacucho exigía. Bolívar, en su decreto de 27 de diciembre de 1824, había dispuesto que, “en el mismo lugar de la batalla se levantara una columna consagrada a la gloria de los vencedores, en la que “la gratitud del pueblo y del gobierno se esforzaran en prodigar la riqueza, el gusto y la propiedad”

Sin embargo, el modesto monumento del coronel Portillo, inaugurado el 28 de julio de 1897, subsistío y ante él la Patria y las naciones bolivarianas, junto con los países amigos, rindieron el 9 de Diciembre de 1924, los grandes honores recordatorios que merecía el Centenario de la gran batalla que alejó para siempre del continente la dominación colonial, consolidando la Independencia del Perú y  la de los demás pueblos de América del Sur, que habían dependido  de la corona de España.

El referido monumento, que aunque carcomido y reparado ha subsistido, tenía una altura de 8 ½ metros desde su base hasta la cima. De forma cuadrangular medía 100 metro de largo por cada uno de sus lados. Su material era de granito en la base y yeso y otros materiales corrientes en su estructura.

En los costados de la base se colocaron cuatro lápidas: la del frente con la batalla de Ayacucho; la del respaldo con la batalla de Junín; y la de la derecha con la siguiente leyenda:

9 de Diciembre de 1824

                        Aquí al pie del altivo Condorcunca se decidió

                        La terrible contienda entre la Libertad y la Servidumbre.
Aquí Sucre, La Mar, Córdova, Miller, Lara, Gamarra,
Vencieron en nombre de la emancipación de un Continente
a los que en Bailén abatieron el vuelo de águilas francesas.
Aquí Castilla, Morán, San Román, Tudela, Nieto, Vivanco,
Salaverry y cinco mil héroes de la América del Sur
nos dieron Patria y Hogar rompiendo las cadenas  
de trescientos años de esclavitud.
¡Generaciones venideras:
Postraos en este lugar de gloria y heroísmo
Para retemplar vuestra fe en los altos destinos de la América!
                                              
Mandado construir por el Prefecto de Ayacucho, Coronel Pedro Portillo Silva. Se inauguró el 28 de Julio de 1897, siendo Presidente de la República, don Nicolás Fernández de Piérola y Villena.

Este monumento oportunamente reparado en varias ocasiones en que estuvo por caerse, a causa del transcurso del tiempo y de los años de construido, ha sido sustituido por la pirámide, bella y majestuosa, que fue inaugurada el 9 de diciembre de 1974, fecha sesquicentenaria de la grandiosa epopeya de Ayacucho[7]
El 24 de octubre de 1973 se dicta el Decreto Ley N° 20191[8] que manda se constituya una Comisión Mixta Peruano-Venezolana, del más alto nivel, con encargo de planear, dirigir y controlar las actividades y ceremonias conmemorativas al Sesquicentenario de la batalla de Ayacucho y la ejecución de las obras que se lleven a cabo para perennizar la memoria de los héroes que hicieron posible la emancipación.

Esta comisión va a festejar con el mayor esplendor la grandiosa efemérides, inaugurando el 9 de diciembre de este año de 1974, día del glorioso aniversario, la monumental pirámide de la Comisión Nacional mandó erigir en el campo de Quinua, para perpetuo recuerdo de la inmortal jornada y de su trascendente significado. Y esa pirámide resplandecerá “la riqueza, el gusto y la propiedad”, cumplimiento así el deseo del Libertador Simón Bolívar[9].

Actual obelisco de Quinua
Prefecto en Loreto

Cuando ejerció el cargo de prefecto en Iquitos, siendo presidente Eduardo López de Romaña se le recomendó oficialmente que no se ausentara por mucho tiempo de su fresca oficina. Pero él no era funcionario para presidir actos oficiales en sillones de raso y cuero, ni para ser primera autoridad de una capital que más se comunicaba con Europa que con Lima, la Iquitos de la era del caucho que brindaba bailes con champán francés. Portillo se abalanzó de nuevo a los ríos y navegándolos días enteros descubrió sus cauces y canales y los territorios que lo orillaban. Extendió la diestra a los nativos y les llevó medicinas y herramientas. 
Fue un misionero laico que en lugar de la Biblia llevó los códigos para leer y enseñarles, y las Winchester para hacerlos respetar.

La obra del coronel Portillo en Loreto

Siendo Prefecto de Ayacucho, inició y llevó a cabo una expedición que partió de esa ciudad el 18 de mayo de 1900; exploró las montañas del departamento, centro de posible desarrollo de grandes alcances regionales y nacionales y, navegó por los ríos Apurímac, boca del Mantaro, Ene, boca del Perenne, Tambo, boca del Urubamba, Alto Ucayali, boca del Unini, Pachitea y Pichis, que también recorrió. Los detalles de esta hazaña se encuentran en la Memoria del 31 de diciembre del mismo año, la que fue objeto de publicación oficial.

Entre junio de 1901 y agosto de 1904 Portillo tuvo a su cargo la prefectura de Loreto, después de haber sido Ministro de Fomento. Su labor alcanzó el relieve de lo notable. Viajó de Lima por la vía del Pichis. Salió el 5 de abril y llegó a Iquitos el 4 de junio. No fue esta la ruta que satisfizo más a Portillo sino la de Paita al pongo de Manseriche y en el Centro, la del Perené. Desde Iquitos, Portillo fue un gran explorador de la región.

En los años 1901, 1902, 1903 y 1904 navegó por los ríos Marañón, Amazonas, Yaraví, Putumayo, Napo y la parte baja de los ríos Tigre, Morona, Pastaza, Cangaza, Apaca, Potro y Cahuapanas; así como por todo el Alto Yurúa, el Pachitea y el Pichis. Usó para ello la canoa, la balsa, la lancha y el vapor de distinto calado. Estudió la navegabilidad de estas vías, las distancias a Iquitos calculadas en horas de navegación y las condiciones sanitarias de la zona visitada. Hizo mucho más. Formó el atlas del departamento, verdadero monumento geográfico.

Defendió la soberanía peruana en territorios en litigio al establecer puestos y lugares de irradiación; obra suya fueron, por ejemplo, la comisaría de Tarapacá en el Putumayo en 1901 y la subcomisaría de Arica y el caserío de Tacna, en la misma región. Puerto Portillo fue erigido en el Alto Yurúa; pero ese nombre habría podido multiplicarse en muchos sitios. Con el coronel Portillo en Loreto, el cerebro y la mano del Perú parecieron llegar a distantes e inhóspitos  lugares de la selva: un cerebro lúcido y una mano suave y fuerte que implicaban el acierto y la eficacia. La penetración extranjera se detuvo. El prefecto avisor fue tan opuesto a ella, como a los crímenes de los gamonales. Al mismo tiempo desarrolló la primera enseñanza con la partida de Lp. 45,000 especialmente asignada para Loreto en 1904. Y, lo que hasta en nuestra época puede ser objeto de atento estudio, señaló los lugares y las zonas que, a su juicio, eran los más propicios para las pacíficas y fructíferas batallas de la colonización en los terrenos de los ríos Ene, Tambo y Urubamba que desembocan por la orilla izquierda del Alto Urubamba y sus afluentes Santiago, Cangaya, Huarico y Nieva.

El senador por Arequipa, don Juan José Reinoso al hacer el elogio del coronel Pedro Portillo en su Cámara, en febrero de 1910, exclamó: “¡Ha sido prefecto de Loreto y ha regresado pobre!”.[10]
La tumba del ilustre soldado, héroe, navegante y probado señor, se encontró durante muchos años en uno de los cuarteles del cementerio Presbítero Matías Maestro, en Lima, cerca de la cripta de los héroes. Un signo de olvido y pobreza reunía el entorno de la sepultura de tan prominente como olvidado gran peruano.
Hace poco como resultado de una intensa campaña periodística, los restos de Pedro Portillo Silva, fueron exhumados y llevados a Pucallpa, a un digno mausoleo en el cementerio general de la ciudad.
El coronel Portillo retornó así, por fin y para siempre, a la Selva que tanto amó, precisamente en la capital de la provincia que lleva su nombre.

El pueblo de Pucallpa recupera estatua pedestre del ilustre hijo
de la Villa de Huaura,  coronel EP Pedro Portillo Silva

Por más de nueve meses la estatua de bronce del Coronel EP. Pedro Portillo Silva estuvo abandonado en los ambientes de Maestranza Municipal, por orden del ex alcalde (e) Ulises Saldaña Bardales, en razón a la remodelación de la Plaza de Armas de Pucallpa. Oscar Vásquez Alva, funcionario de la comuna portillana, expresó que la insensibilidad de las autoridades y funcionarios de la gestión anterior arrincono la estatua del insigne peruano que luchó en las batallas de Arica y Tarapacá La estatua de bronce ha sido recuperada y actualmente se encuentra en el jardín interior del primer piso del Palacio Municipal, donde le darán un retoque de pintura. La estatua de Pedro Portillo, fue traída el año 91 del Panteón de Los Próceres - Lima, por el entonces alcalde Don Alfonso Torres Fernández. (Pamasan.Ucayali |LOCALES| 14-04-2011)
Huaura, su tierra natal, tiene una avenida que lleva por nombre: Pedro Portillo Silva; y, por histórica coincidencia fue el mismo Coronel Portillo -cuando desempeñaba el cargo de Subprefecto de la Provincia de Chancay, capital Huacho-, quien mediante oficio, leído en sesión ordinaria de concejo de fecha 3 de noviembre de 1895 comunicaba al Sr. Alcalde Distrital de Huaura, Sr. Pedro Cerreño proceda la Corporación a abrir una nueva vía; obra que se llevó a cabo  muchos años después, durante la gestión edilicia del Sr. alcalde    Juan Barrera Grados.
El Coronel Portillo jamás imaginó que la calle que él ordenó se abriera; y, un colegio tuvieran por nombre: Pedro Portillo Silva, perennizando así su destacada figuración en la Historia.
Dr. Agustín Gamarra Dulanto
Hijo Ilustre de la Villa de Huaura

Nació en Huaura, el 1° de Mayo de 1867. Falleció  en la capital el 23 de noviembre de 1934, a los 67 años de edad. Tomó parte activa en la batalla de Miraflores, -durante la invasión chilena-, combatiendo a la edad de 14 años en defensa de la integridad  territorial y de la dignidad nacional, resultando gravemente herido.

Terminado sus estudios en la facultad de Medicina el año 1890, inmediatamente de obtener el título  correspondiente a Médico Cirujano, fue nombrado por designación especial del entonces presidente de la república, coronel Remigio Morales Bermúdez, con el alto grado de sargento mayor de sanidad, cirujano del batallón “Callao”, sirviendo con igual grado en el batallón “Zepita” hasta el año 1894 en que fue deportado a Bolivia por asuntos políticos.

A su retorno de dicha república, tomó parte activa en el movimiento revolucionario que tuvo lugar un año después, tocándole desempeñar destacada actuación en la toma de la ciudad de Arequipa, el 27 de enero del mismo año.

Fue colaborador íntimo de don Nicolás de Piérola y es de señalar, como prueba de la modestia que le era muy peculiar, el haber renunciado en aquel entonces -no obstante abrumadora votación-, la diputación por Arequipa, donde supo granjearse general simpatía.

El presidente Nicolás de Piérola y Villena, que siempre supo aquilatar los méritos del Dr. Agustín Gamarra, lo designó para ocupar la cartera fe Fomento a la que también renunció, dirigiéndose poco después a Europa, de donde al retornar, se retiró definitivamente de su vida de político, dedicándose a su profesión.

Sin embargo sus dotes personales de amigo sincero y caballeroso, así como de profesional noble y desinteresado, pues, la mayor parte del tiempo los dedicaba a atender gratuitamente a los pobres, hizo que tuviese que aceptar la presidencia del cuerpo comunal en los pueblos de Huambo y Huaura, durante muchos años.

El señor Adrián Cañas y Delgado (distinguido hijo de Huaura), pronunció la oración fúnebre al ser sepultado los restos del extinto en el cementerio general de Lima, a nombre de los hijos de Huaura[11].

Uso de la palabra del párroco de Huaura Dr. Carlos F. Manrique Cervantes

En sesión extraordinaria  de fecha 6 de marzo de 1936 convocada por el Concejo Distrital de Huaura, bajo la presidencia del señor alcalde de la época don Manuel Clemente Bisso Ibarola; nuestro distinguido y siempre bien recordado párroco Dr. Carlos Félix Manrique Cervantes, haciendo uso de la palabra y en una amplia exposición sobre las obras que creía  indispensable se llevaran a cabo en nuestro distrito,  sugiere  entre otras, gestionar ante las autoridades correspondientes que las escuelas de la localidad lleven los nombres de los hijos de este distrito que han tenido destacada figuración en nuestra Historia,  como son: el coronel Pedro Portillo Silva y el doctor Agustín Gamarra Dulanto. Tan hermosa exposición y sugerencia, mereció la aprobación unánime y el aplauso de todos los presentes.

Han transcurrido 75 años desde esta emocionante y acertada intervención de nuestro recordado párroco, y los huaurinos no tenemos un colegio que lleve el nombre de don Agustín Gamarra Dulanto.

Ante tan lamentable olvido, los huaurinos tenemos como deuda pendiente recordar a su buen hijo y perennizar su Memoria, grabando su nombre en una de las escuelas de nuestro pueblo y renovar cada año el más sentido homenaje. Con ello, estaremos cumpliendo con un deber cívico que sirva para inculcar en unos casos y estimular en otros, el espíritu patriótico que debe guiarnos.

Durante su estadía en Huaura, el Dr. Agustín Gamarra Dulanto, habitó el predio que a la fecha es propiedad de la familia Nicho Zamudio (Frente al Centro Social Deportivo Huaura, CSDH), lugar que sería ideal –con la venia de la familia Nicho Zamudio-, colocar, siquiera, una placa recordatoria, y así cada año rendir a su Memoria nuestro tributo de admiración y homenaje por ser nuestro hermano mayor, modelo y ejemplo de generaciones y al evocarlo, le pedimos guíe a los corazones huaurinos, proteja nuestro pueblo y nos conduzca por el camino de su constante grandeza y prosperidad.

Finalmente, desde estas líneas, invoco una vez más a nuestras autoridades edilicias, a las autoridades del Programa Sectorial II, UGEL N° 9 Provincia de Huaura, capital Huacho, a los señores Directores, Profesores y alumnos de los diferentes Centros Educativos de Huaura Distrital,  “Cuna de la Independencia del Perú” y a todos y cada uno de sus habitantes, se unan a esta cruzada y, juntos efectuar las gestiones pertinentes en fiel cumplimiento  con el histórico pedido que el recordado Monseñor Carlos Félix Manrique Cervantes, a la sazón Párroco de la Doctrina Cristiana del distrito de Huaura, hiciera al Sr. Alcalde distrital en brillante y ovacionado discurso durante la sesión extraordinaria municipal de fecha 05 de marzo de 1936; acertado pedido  que los huaurinos compartimos plenamente: “que uno de los colegios de este histórico distrito, lleve por nombre el de nuestro Ilustre hermano mayor Dr. Agustín Gamarra Dulanto.

[1] Escalafón General del Ejército de Perú.
[2] Fuente: Archivo del obispado de Huacho. Serie: Libros Parroquiales. Sub Serie: Parroquia San Antonio Abad de Huaura. Libro de Bautizo Nº 15. Años: 1863-1867. Folio: Nº 112, que nos proporciona mi distinguido y buen amigo Lic. Luis Alberto Rosado Loarte.
[3] El dato histórico, del Dr. Jorge Basadre, especifica que el coronel Portillo Silva, vio la luz primera en Huacho, pero esto como provincia. El distrito cuna de  su nacimiento fue y es Huaura.

[4] Sesión ordinaria del Concejo Distrital de Huaura, de fecha 6 de mayo de 1895, presidida por el Sr. alcalde de la época don Pedro Cerreño.
[5] Fuente: Libro de sesiones del Consejo distrital de Huaura. Sesión de fecha  26 de mayo de 1895.

[6] * Enciclopedia Ilustrada del Perú, tomo V, 2da edición 1988, Alberto Tauro.
[7] Fue en el gobierno constitucional del presidente coronel José Balta que se expide la primera y única ley que en forma clara, terminante y expresa, ordena se “proceda a dar cumplimiento al artículo 4° del decreto dictatorial de 27 de diciembre de 1834, mandando erigir una pirámide en el campo en que tuvo lugar la gloriosa batalla de Ayacucho”. La ley la promulga el presidente Balta el 10 de setiembre de 1870.
[8] Comisión Peruano-Venezolana conmemora el Sesquicentenario de la batalla de Ayacucho.
[9] Monumento a la Gloria de Ayacucho. Gerardo Arosemena Garland. Lima, abril de 1974. Año del Sesquicentenario de las batallas de Junín y Ayacucho.
[10] Historia de la República, Jorge Basadre.  T, VIII,  pp., 85-86.
[11]Datos  biográficos tomados del diario “La Crónica” de Lima, por don Isaías Nicho Rodríguez y, publicado en el quincenario “La Voz de Huaura”, página N° 2 del 9 de diciembre de 1934.

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