Mi amigo, el poeta y escritor
huachano José Isaías Delgado Pimentel, me brinda el honor de prologar el
presente libro que titula «Entre la ciudad y el mito», que es sin temor a equivocarme la mejor obra del poeta, un encargo que
sin duda alguna rebasa los limites de la amistad. La narrativa de sus mejores
cuentos se hace presente en esta oportunidad, en esta obra que reúne una docena
de cuentos y relatos acontecidos en diferentes parajes de nuestro querido Perú.
José
Isaías, despierta en sus escritos la pasión por la lectura, cautivando al
lector con su estilo narrativo, ameno, nostálgico y nos envuelve en el manto sutil
de la imaginación escénica de sus obras. «Teodoro durmió y soñó
con sus padres (…) multiplicó sonrisas soñando con su querida Llipta» suceso narrado en el cuento «El viaje esperado» donde nos conlleva a imaginarnos lo
hermoso que debe ser el pueblo Ancashino en mención. Cómo no conmovernos con el
relato de Kotone («Los
matones»): “Así partí rumbo al 413, colegio fiscal (…)
marché con los ojos enterrados en el suelo, queriendo olvidar el sabor del pan
y con el confuso dolor de no tener a mi madre que me lleve de la mano al
colegio…”, cuando la miseria y el abandono tiene rostro de niño. O cuando en
tono compasivo enlaza su sentir al de su pobre perro Legañoso al decirle en el
cuento en verso: “Yo era el último de la
casa y tú la última rueda del coche…”. Tiene pues su narrativa raíces muy
hondas, es una especie de llama viviente donde exterioriza el amor a su tierra,
donde afloran los fragmentos más profundos de sus recuerdos y nostalgias, donde
vivifica las historias que escuchó de niño y fue atesorando con el tiempo, y donde
fusiona la realidad con la ficción en una amalgama llena de ternura.
José
Isaías Delgado Pimentel, se ha hecho compositor en el difícil mundo de la
narrativa, nutriéndose de las voces de su sangre y ubicándose en el ambiente
literario regional como uno de los exponentes que no debemos perder de vista.
Por esta razón hoy me toca decir que esta gran obra es producto del esfuerzo y
la dedicación de un gran amigo al que no debemos dejar de aplaudir y admirar. «Entre la ciudad y el mito» es y será una obra valiosa para esta
generación y para las que sucederán.
Huacho 16 de
Marzo de 2012
Julio Teófilo Solórzano Murga
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