Mahmud Darwish

26 mayo 2013


Poeta: Mahmud Darwish nació en Birwa (Galilea) en 1942


--Mahmud Darwish nació en Birwa (Galilea) en 1942. Su vida es un paradigma de la tragedia de su pueblo: nació en una aldea destruida por los israelíes cuando tenía seis años, y vivió la mayor parte de su vida en el exilio. Desde 1966 vive en Ramallah, donde dirige la revista literaria Al Karmel. Ha obtenido, entre otros, los premios literarios : Lannan Cultural Frreedom Prize, 2001; y el premio Príncipe Claus de Holanda, 2004. Comienzó a escribir al tiempo que comienzó a militar en el Partido Comunista. Algunos de sus libros publicados son: Pájaro sin alas, Hojas de olivo, Enamorado de Palestina, 1966; Mi Fin de la noche, 1967; Los pájaros mueren en Galilea, 1970; Mi amada se despierta, 1970; Amarte o no amarte, 1972;Elogio de la alta sombra, 1983; Menos rosas, 1986; Once astros, 1992; Por qué has dejado el caballo solo, 1995; El lecho de una extraña, 1999;Mural, 2000.

Yo soy uno de los reyes del fin
Yo soy uno de los reyes del fin. Salto de mi
caballo en el último invierno. Soy el último suspiro del árabe.
No me asomo al arrayán sobre las azoteas y no
miro a mi alrededor por si me ve aquí alguien que me conozca
y sepa que he pulido el mármol de las palabras para que mi mujer atraviese
descalza campos de luz. No me asomo a la noche para
no ver una luna que iluminaba todos los secretos de Granada
cuerpo a cuerpo. No me asomo a la sombra para no ver
a alguien portando mi nombre y corriendo tras de mí: descárgame de tu nombrey dame la plata del álamo. No miro hacia atrás para no
recordar que pasé por la tierra. No hay tierra en
esta tierra desde que el tiempo se rompió en torno a mí, fragmento a fragmento.No estaba enamorado para creer que las aguas eran espejos,
como les dije a mis viejos amigos. Y no hay amor que interceda por mí.
Desde que he aceptado el pacto de paz no tengo presente
para pasar mañana cerca de mi ayer. Castilla izará
su corona sobre el alminar de Dios. Escucharé el tintineo de las llaves en
la puerta de nuestra edad de oro. Adiós a nuestra historia. ¿Seré yoquien cerrará la última puerta del cielo? Yo soy el último suspiro del árabe.
La tierra se estrecha para nosotros
La tierra se estrecha para nosotros. Nos hacina en el último pasaje y nos despojamos de nuestos miembros para pasar.La tierra nos exprime. ¡Ah, si fuéramos su trigo para morir y renacer! ¡Ah, si fuera nuestra madrepara apiadarse de nosotros! ¡Ah, si fuéramos imágenes de rocas que nuestro sueño portaracual espejos! Hemos visto los rostros de los que matará el último de nosotros en la última defensa del alma.Hemos llorado el cumpleaños de sus hijos. Y hemos visto los rostros de los que arrojarán a nuestros hijospor las ventanas de este último espacio. Espejos que pulirá nuestra estrella.
¿Adónde iremos después de las últimas fronteras? ¿Adónde volarán los pájaros después del últimocielo? ¿Dónde dormirán las plantas después del último aire? Escribiremos nuestros nombres con vaporteñido de carmesí, cortaremos la mano al canto para que lo complete nuestra carne.Aquí moriremos. Aquí, en el último pasaje. Aquí o ahí... nuestra sangre plantará sus olivos.

Los violines
Los violines lloran con los gitanos que marchan a Andalucía.
Los violines lloran por los árabes que salen de Andalucía. 
Los violines lloran por un tiempo perdido que no volverá.
Los violines lloran por una patria perdida que tal vez volverá.
Los violines prenden los bosques de esta oscuridad lejana, lejana.
Los violines ensangrientan los cuchillos y huelen mi sangre en la yugular. 
Los violines lloran con los gitanos que marchan a Andalucía.
Los violines lloran por los árabes que salen de Andalucía.
Los violines son caballos sobre una cuerda de espejismo y un agua que gime.
Los violines son un campo de lilas salvajes que se aleja y se acerca. 
Los violines son una fiera que tortura la uña de una mujer, la roza y se aleja.
Los violines son un ejército que construye un cementerio de mármol y de nahawand. 
Los violines son la anarquía de los corazones que enloquece el viento en los pies de la bailarina.
Los violines son bandadas de pájaros que se escapan de la bandera incompleta. Los violines son el quejido de la seda arrugada en la noche del amante.
Los violines son la voz del vino lejano sobre un deseo vencedor. 
Los violines me siguen, aquí y allí, para vengarse de mí.
Los violines me buscan para matarme allá donde me encuentren. 
Los violines lloran por los árabes que salen de Andalucía.
Los violines lloran con los gitanos que marchan a Andalucía. 

Soy Yusuf, padre
Soy Yusuf, padre.
Mis hermanos no me quieren,
no me desean entre ellos, padre.
Me agreden, me lanzan piedras e insultos.
Quieren que muera para hacerme un panegírico.
Me han cerrado la puerta de tu casa,
me han echado del campo,
han envenenado mis uvas
y han destrozado mis juguetes.
Cuando la brisa ha acariciado mi pelo al pasar,
me han envidiado y se han revuelto contra mí y contra ti.
¿Qué les he hecho yo, padre?
Las mariposas se han posado sobre mis hombros,
las espigas se han inclinado hacia mí
y los pájaros han volado sobre mis manos.
¿Qué he hecho yo, padre,
y por qué yo?
Tú me has llamado Yusuf
Y ellos me han arrojado al pozo y han acusado al lobo.
Y el lobo es más clemente que mis hermanos,
padre. ¿Acaso he ofendido a alguien cuando he dicho que
he visto once astros, el sol y la luna, y que los he visto
prosternados ante mí?
Traducciones de María Luisa Prieto 
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La tierra se estrecha para nosotros 

La tierra se estrecha para nosotros. Nos hacina en el 
último pasaje y nos despojamos de nuestros miembros 
para pasar. 
La tierra nos exprime. ¡Ah, si fuéramos su trigo para morir y renacer! ¡Ah, si fuera nuestra madre 
para apiadarse de nosotros! ¡Ah, si fuéramos imágenes de
rocas que nuestro sueño portara 
cual espejos! Hemos visto los rostros de los que matará el último de nosotros en la última defensa del alma. Hemos llorado el cumpleaños de sus hijos. Y hemos visto los rostros de los que arrojarán a nuestros hijos 

por las ventanas de este último espacio. Espejos que pulirá
nuestra estrella. 
¿Adónde iremos después de las últimas fronteras? ¿Dónde volarán los pájaros después del último 
cielo? ¿Dónde dormirán las plantas después del último
aire? Escribiremos nuestros nombres con vapor 
teñido de carmesí, cortaremos la mano al canto para que lo
complete nuestra carne. 
Aquí moriremos. Aquí, en el último pasaje. Aquí o ahí..
. nuestra sangre plantará sus olivos.
(Traducción de María Luis Prieto)

Pasaporte
(1970)No me han reconocido en las sombras que 
difuminan mi color en el pasaporte. 
Mi desgarrón estaba expuesto 
al turista amante de postales. 
No me han reconocido… Ah, no prives 
de sol a la palma de mi mano, 
porque el árbol 
me conoce… 
Me conocen todas las canciones de la lluvia, no me dejes empalidecer como la luna.


Todos los pájaros que ha perseguido 
la palma de mi mano a la entrada del lejano aeropuerto, todos los campos de trigo, 
todas las cárceles 
todas las tumbas blancas 
todas las fronteras todos los pañuelos que se agitaron, 
todos los ojos 
estaban conmigo, pero ellos 
los borraron de mi pasaporte.


¿Despojado de nombre, de pertenencia, 
en una tierra que ha crecido con mis propias manos? 
Job ha llenado hoy el cielo con su grito: 
¡no hagáis de mí un ejemplo otra vez!


Señores, señores profetas, 
no preguntéis su nombre a los árboles, 
no preguntéis por su madre a los valles: 
de mi frente se escinde la espada de la luz, 
y de mi mano brota el agua del río. 
Todos los corazones del hombre… son mi nacionalidad: ¡retiradme el pasaporte!

(Traducción de Luz Gómez García) 
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VENDRÁN OTROS BÁRBAROS
(1986)Vendrán otros bárbaros. Raptarán a la mujer del 
emperador. 
Sonarán los tambores. 
Suenan los tambores para que del Egeo a los Dardanelos
los caballos 
se alcen sobre los cadáveres.
¿Y a nosotros qué? ¿Qué tienen que ver nuestras esposas 
con una carrera de caballos?

Será raptada la mujer del emperador. Sonarán los 
tambores. 
Ya llegan otros bárbaros. 
Bárbaros que llenan las ciudades vacías, apenas altas sobre
el mar, 
más fuertes que la espada en tiempos de locura. 
¿Y a nosotros qué? ¿Qué tienen que ver nuestros hijos      con esta estirpe de impudicia?


Sonarán los tambores. Ya llegan otros bárbaros. 
Es raptada de su casa la mujer del emperador. Y en la casa se gesta la expedición militar que devuelva
a la favorita a la cama de su señor. 
¿Y a nosotros qué? ¿Qué tienen que ver cincuenta mil 
muertos 
con este casamiento atropellado?


¿Nacerá un Homero después de nosotros?... 
¿Abrirán las epopeyas sus puertas a todos?
(Traducción de Luz Gómez García)

 

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