EL SILENCIO DEL POETA
¿Dónde estás triste poeta,
que ya no se oyen tus versos?
antes sin muchos esfuerzos
resonaba… tu trompeta.
Tu pluma ha quedado quieta,
tus musas están llorando,
mientras yo sigo pensando
no escribir todos los días,
las mejores poesías,
se logran de cuando en cuando.
No se, que estará pasando,
con tus letras primorosas,
y el color de mariposas
que tu verso iba dejando.
Sigue hermano dibujando
con tu pincel de pureza,
la pasión y la belleza
de los que aman de verdad,
irradia la oscuridad
del oprobio y su vileza.
Escribe con entereza
sobre el odio y la venganza,
¿Porqué el dinero no alcanza
para un pan más en la mesa?
¿Hasta cuando la pobreza
será esa sombra de horror?
que avanza junto al clamor
de un pueblo más cada día,
sumiéndose en la sequía
y rezando…, a su Señor.
VALORES EN EXTINCION
Rememorando el pasado
me pregunto si es posible,
cambiar el presente horrible
de envidia, dolo y pecado.
Hoy el hombre va cegado, pensando ya sólo en él,
cual la torre de Babel, nadie entiende al de su lado.
Se perdió el significado
de amor, decoro y decencia,
murió la condescendencia
la gratitud se ha vedado.
Cuánto..., se ha desfigurado, la dignidad y el honor,
ya no hallamos al “Señor” por su moral respetado.
Pronto se ha puesto de lado
la justicia y la humildad,
el respeto y la lealtad
parece hemos olvidado.
Qué distantes han quedado, la prudencia y libertad,
y a la generosidad el tiempo lo ha desgastado.
Vemos como se ha esfumado
la responsabilidad,
ya no hay laboriosidad,
el buen modo está agotado.
La tolerancia ha pasado, junto al agradecimiento,
rumiando su desaliento, en un amargo bocado.
En poco tiempo ha quedado
sin efecto la piedad,
la empatía y caridad
el olvido lo ha empedrado.
El oprobio desalmado, destrozó a la honestidad,
al respeto y voluntad, el celo los ha enlodado.
El odio frío y malvado
nos va matando la estima,
la perfidia se aproxima
hacia el amor ya mellado.
El juramento sagrado, sólo es una frase más,
la maledicencia audaz, se muestra con desenfado.
Dónde está el hombre educado
¿qué fue de la probidad?...,
la verdadera amistad
¿acaso se ha terminado?...
Hasta el que pide prestado, se olvida del cumplimiento,
sin dar agradecimiento, al que atento le ayudado.
El hombre ya distanciado
de la honradez y el valor,
va congelando el amor
un don que Dios nos ha dado.
Lo vemos precipitado, al placer con desenfreno,
dañando aquel Adán bueno, como Dios lo había creado.
LA ANGUSTIA DE UN ZORZAL
En un tupido zarzal
del fondo de una quebrada,
se desgarra por su amada
un triste y viejo zorzal.
No encontró ni una señal
de lo que tanto ha querido,
que juntos habían construido
con sacrificio y constancia,
volando cualquier distancia
con pajitas para el nido.
La ingrata…, se había ido
detrás de otro nuevo trino,
y en un carrizal vecino
al viejo echaba al olvido.
Este flamante partido
lo hizo vibrar de emoción,
que le faltó corazón
y enterró lo prometido,
dejando solo y herido
al que le dio el corazón.
El engaño y la traición
es el peor de los males,
hasta a los lindos zorzales
les destrozó su pasión.
Es que no cabe el perdón
en un corazón deshecho
cuando nos oprime el pecho
y el alma se hace cendal,
como a este viejo zorzal
a pesar…, de ser derecho.
En su arrebato y despecho
quiso que escuchen su canto,
pero se empapó de llanto,
celoso, airado y maltrecho.
Miró…, donde fue su lecho,
sin medir la consecuencia,
voló ciego de impotencia,
que, para colmo de mal,
cayó en aquel carrizal
y murió ante la evidencia.
Houston Texas, EE UU
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