Las letras de la Región La Libertad, del Perú y de América, se encuentran de luto porque ayer miércoles 9 de setiembre del 2009 a muerto el más preclaro de sus hijos: Marco Antonio Corcuera Díaz.
Nuestro vate, casado con la distinguida dama Celia García Granados y padre de Marco Antonio Martín, César Justo Abraham, Justo Paúl Iván y Julio Guillermo Rafael, fue hijo de Oscar Corcuera y Teodosia Díaz y nació en Contumazá, Cajamarca, Perú, el 19 de noviembre de 1917, tuvo el mismo sino de muchos de nuestros escritores que nacieron fuera de La Libertad y que tomó a Trujillo como el lugar donde radicar definitivamente. Aquí conocería a otros amigos intelectuales como Horacio Alva Herrera, Wilfredo Torres Ortega, Humberto Berríos Carranza, Héctor Centurión Vallejo con quienes fundó el año de 1951 la acreditada Revista Cultural “CUADERNOS TRIMESTRALES DE POESIA” que fue la continuación de una experiencia literaria nacida en Lima el año 1950 y cuyo gestor primigenio fue Eduardo Jibaja Campos quien con el seudónimo de “Ignacio Campos” editó en la década del 60 al 70 los famosos “Coloquios” que surgieron del dictado de clases magistrales que Haya de la Torre dictaba todos los martes a la juventud de su partido en el aula magna de la ciudad de Lima.
Marco Antonio Corcuera Díaz, hermano de Arturo, Oscar, Maruja, Teresa, Zoila, Carlos, Nelly, Arturo, Ana María y Consuelo Corcuera, se convirtió en el Director de “CUADERNOS TRIMESTRALES” de Trujillo, Revista Literaria que editada con mucha experiencia y gusto logró extenderse por todo el Perú y casi todo el continente americano. Corcuera no sólo dedicó su tiempo a producir libros de su inspiración sino que abrió la senda para descubrir nuevos valores en el campo de la poesía a través del prestigioso Concurso “Poeta Joven del Perú”.
La calidad literaria de Marco Corcuera se presentó en sus 10 poemarios que son: Semilla en el paisaje, Sendero junto al trino, La luz incorporada, Piedra y canto, Semilla en el paisaje (Segunda edición), El poeta espera respuesta, Los Aires del alheli, El salmo herido, Sonetos transitivos y Halcones y Torcazas; sus 4 libros en prosa: La maldición burlada y otros cuentos, Agua de Tiempo (cuento), Siembra de caminos y Homenaje a Contumazá
También ha publicado las antologías “Poetas de la Libertad” que fue una recopilación de la mayoría de los poetas de nuestro departamento y “Tala en silencio”.
Corcuera Díaz es uno de los poetas que más ha remado con su ejemplo literario en pro de los demás vates de la Región La Libertad y del Perú. La calidad de su pensamiento es diversa. Cantó a su lar, su Contumazá de toda la vida, pueblo al que amó con desmedido afán y lo perennizó en sentidas y maravillosas poesías. También cantó a otros pueblos, a sus amigos, a la soledad y a todo cuanto se le presentó en su atento mirar. Él mismo gustó leer sus versos que al pronunciarlos les daba un cierto sabor angelical que quien lo escuchó se quedó extasiado y sin saberlo se hallaba degustando del banquete literario que misteriosamente le ofrecía el poeta Marco Antonio Corcuera sutilmente convertido en preclaro declamador.
Sus poemas pueden ser fácilmente recitados pero no modulados con la misma altura que él les daba. El quiebre de su voz, la cadencia y el ritmo que les imprimió, la tonalidad propicia, el gesto natural, eran suficientes acicates que enervaban a quien los escuchábamos, porque hizo sentir con suma maestría lo que quería decirnos. Si se trataba del agua, sentíamos mojamos; si cantaba al sol, lo teníamos en la palma de la mano sin quemarnos; si se trataba de la soledad, del amigo, de la verdad, nos encumbrábamos de tal manera porque sus versos se transformaban en salmos biblescos que aceran al espíritu y lo inducen a la superación.
Marco Antonio Corcuera era grande en hacer sonetos donde imponía su calidad literaria brindándonos sonetos sumamente inmensos, reflexivos, filosóficos y tiernos. En éstos descubrimos al Corcuera que estamos describiendo: Paciente, sin lerda resignación, altivo y sereno, que nos hace contemplar con genuina resignación la vida y sus problemas y, como quien es maltratado, los males de la esta no nos enfrascan en queja dolorosa sino que estoicos y conspicuos nos capturan para contemplarla con lozanía y madurez.
Marco Antonio Corcuera publicó en 1998 “Siembra de Caminos” Tomo I- donde bellamente relata parte de sus memorias vividas hasta el año 1935. Aún faltó el Tomo II que no logró salir pues la muerte lo sorprendió el día miércoles 09 de septiembre del 2009 cubriendo con una gran tristeza a todo el Perú y al mundo americano, pues Marco Antonio Corcuera Díaz fue, por mucho tiempo, uno de los más grandes portaestandartes de las letras peruanas.
Nuestro vate, casado con la distinguida dama Celia García Granados y padre de Marco Antonio Martín, César Justo Abraham, Justo Paúl Iván y Julio Guillermo Rafael, fue hijo de Oscar Corcuera y Teodosia Díaz y nació en Contumazá, Cajamarca, Perú, el 19 de noviembre de 1917, tuvo el mismo sino de muchos de nuestros escritores que nacieron fuera de La Libertad y que tomó a Trujillo como el lugar donde radicar definitivamente. Aquí conocería a otros amigos intelectuales como Horacio Alva Herrera, Wilfredo Torres Ortega, Humberto Berríos Carranza, Héctor Centurión Vallejo con quienes fundó el año de 1951 la acreditada Revista Cultural “CUADERNOS TRIMESTRALES DE POESIA” que fue la continuación de una experiencia literaria nacida en Lima el año 1950 y cuyo gestor primigenio fue Eduardo Jibaja Campos quien con el seudónimo de “Ignacio Campos” editó en la década del 60 al 70 los famosos “Coloquios” que surgieron del dictado de clases magistrales que Haya de la Torre dictaba todos los martes a la juventud de su partido en el aula magna de la ciudad de Lima.
Marco Antonio Corcuera Díaz, hermano de Arturo, Oscar, Maruja, Teresa, Zoila, Carlos, Nelly, Arturo, Ana María y Consuelo Corcuera, se convirtió en el Director de “CUADERNOS TRIMESTRALES” de Trujillo, Revista Literaria que editada con mucha experiencia y gusto logró extenderse por todo el Perú y casi todo el continente americano. Corcuera no sólo dedicó su tiempo a producir libros de su inspiración sino que abrió la senda para descubrir nuevos valores en el campo de la poesía a través del prestigioso Concurso “Poeta Joven del Perú”.
La calidad literaria de Marco Corcuera se presentó en sus 10 poemarios que son: Semilla en el paisaje, Sendero junto al trino, La luz incorporada, Piedra y canto, Semilla en el paisaje (Segunda edición), El poeta espera respuesta, Los Aires del alheli, El salmo herido, Sonetos transitivos y Halcones y Torcazas; sus 4 libros en prosa: La maldición burlada y otros cuentos, Agua de Tiempo (cuento), Siembra de caminos y Homenaje a Contumazá
También ha publicado las antologías “Poetas de la Libertad” que fue una recopilación de la mayoría de los poetas de nuestro departamento y “Tala en silencio”.
Corcuera Díaz es uno de los poetas que más ha remado con su ejemplo literario en pro de los demás vates de la Región La Libertad y del Perú. La calidad de su pensamiento es diversa. Cantó a su lar, su Contumazá de toda la vida, pueblo al que amó con desmedido afán y lo perennizó en sentidas y maravillosas poesías. También cantó a otros pueblos, a sus amigos, a la soledad y a todo cuanto se le presentó en su atento mirar. Él mismo gustó leer sus versos que al pronunciarlos les daba un cierto sabor angelical que quien lo escuchó se quedó extasiado y sin saberlo se hallaba degustando del banquete literario que misteriosamente le ofrecía el poeta Marco Antonio Corcuera sutilmente convertido en preclaro declamador.
Sus poemas pueden ser fácilmente recitados pero no modulados con la misma altura que él les daba. El quiebre de su voz, la cadencia y el ritmo que les imprimió, la tonalidad propicia, el gesto natural, eran suficientes acicates que enervaban a quien los escuchábamos, porque hizo sentir con suma maestría lo que quería decirnos. Si se trataba del agua, sentíamos mojamos; si cantaba al sol, lo teníamos en la palma de la mano sin quemarnos; si se trataba de la soledad, del amigo, de la verdad, nos encumbrábamos de tal manera porque sus versos se transformaban en salmos biblescos que aceran al espíritu y lo inducen a la superación.
Marco Antonio Corcuera era grande en hacer sonetos donde imponía su calidad literaria brindándonos sonetos sumamente inmensos, reflexivos, filosóficos y tiernos. En éstos descubrimos al Corcuera que estamos describiendo: Paciente, sin lerda resignación, altivo y sereno, que nos hace contemplar con genuina resignación la vida y sus problemas y, como quien es maltratado, los males de la esta no nos enfrascan en queja dolorosa sino que estoicos y conspicuos nos capturan para contemplarla con lozanía y madurez.
Marco Antonio Corcuera publicó en 1998 “Siembra de Caminos” Tomo I- donde bellamente relata parte de sus memorias vividas hasta el año 1935. Aún faltó el Tomo II que no logró salir pues la muerte lo sorprendió el día miércoles 09 de septiembre del 2009 cubriendo con una gran tristeza a todo el Perú y al mundo americano, pues Marco Antonio Corcuera Díaz fue, por mucho tiempo, uno de los más grandes portaestandartes de las letras peruanas.
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