En Hualmay en los años sesenta en el barrio el Bienestar, Vivía un peculiar personaje de procedencia china, se dice que cuando el chinito estaba nostálgico por cualquier detalle, se ponía a cantar hermosas canciones chinas, pues en todo Hualmay este personaje de cuerpo delgado y mediana estatura era muy querido debido a su gran carisma que tenia para con los parroquianos del lugar, los jóvenes del barrio siempre que se iban a jugar pelota al pampón de la familia Vilela, lo invitaban a formar parte del equipo del barrio. Una tarde de verano, domingo de sol, el equipo del unión Bienestar tenia un compromiso deportivo contra el team del Magallanes de Carquin, no había llegado el capitán del equipo el “Cholo” Julio Morales, entonces el delegado del club don Aquiles Nicho no le quedo otra que animarle al chinito para que se vista de corto y pueda completar la nomina de jugadores que saldrían al campo de juego, la hinchada del equipo hualmayuno no salía de su asombro cuando ven al jugador Asiático con la cinta de capitán en el brazo, el chino Pirincho como lo conocían todos los lugareños estaba ñato de risa dentro del campo, la terna de árbitros de la contienda integrada por los conocidos réferis de Huacho Varelita Solórzano, cuy macho Macedo y el loco Garibay, luego del saludo correspondiente entre el popular “Pata Larga” capitán del equipo carquinero y el chino Pirincho, toco el silbato inicial de la contienda, la redonda rodaba de un lugar a otro, la gente que estaba de pie y en algunos de los caso subido sobre la pared del estadio coreaban el nombre del marca punta hualmayuno, el asiático Juan Pirincho, después de jugar mas o menos treinta minutos del segundo tiempo el recio delantero del equipo contrario el popular “bola” Rodolfo Pérez, tras recibir un pase a profundidad del talentoso medio campista carquinero “Virica Lino” de una tenaz arremetida se fue con todo y marcador hualmayuno por la esquina del córner, el robusto delantero se levanto sacudiéndose de la enterrada que se dio pero el chino Pirincho no se veía en el lugar de los hechos, el kinesiólogo del equipo local corrió en busca de su jugador encontrándolo sumergido en la acequia de agua que pasaba por detrás del arco norte del estadio, luego de unos masajes de rigor el aludido capitán reingreso al campo de juego y en un menor descuido del robusto delantero el chinito dio un salto a lo karateca ganándole el balón al puntero visitante, arrancando sonoros aplausos entre los aficionados presentes.
El scort estaba igualado a cero por bando, faltaban escasos tres minutos para finalizar la contienda una carrera a los cien metros planos del chinito origina un eficaz contra golpe para los dueños de casa, el negro Rojas saca el centro y el chinito que llega al área, se tropieza y al caer al gramado de juego, la pelota le choca en su cabeza y entra al arco rival, goool, goool del Bienestar, gol del chinito Pirincho, la gente invadió el campo de juego y lo levantaron en hombros y lo pasearon por todo el perímetro del estadio, el trofeo donado por don Juan Kian Futema se que daba el Hualmay.
Días después le llegaron jugosas propuestas al chinito goleador y por cada lugar que transitaba era todo un ídolo para los jóvenes y personas adultas. El chino Pirincho vistió a lo largo de su carrera deportiva las sedas de varios equipos hualmayunos como: Racing Club, Defensor Hualmay, Deportivo Huáscar, San Lorenzo de Almagro, Unión La Palma, Juventud Cinco Esquinas y el Deportivo Pedregal.
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