Eugenia Sánchez Nieto

30 julio 2015

La mirada poética de Eugenia Sánchez Nieto penetra el mundo para advertir la multiplicidad de la violencia que concurre y discurre en la más incierta condición del hombre. Un abrir los espejos y mirar allí en sus ojos de miedo el vacío o la agonía de una nación que se desploma cada vez más, bajo la paradoja de la ingravidez que anima el desconcierto.  Realidades oscuras, agujeros en el aire, “el saber que el tiempo cambia / que hay una oscuridad cruzada de voces.” 
“La noche entra por la ventana” en búsqueda de la invisibilidad, que permanece con los ojos abiertos aun la ceguera, los gestos y ademanes; tinieblas que derivan la procaz sociedad y sus estamentos envilecidos. Aquí la poesía se compromete con el hombre en tanto víctima de un concierto donde la música, las luces, los avivamientos, los fuegos artificiales tienen una sinrazón de ser.
Eugenia Sánchez Nieto señala los desvalores del poder en la ciudad, los “dominios cruzados”, los visibles ademanes”  que germinan cada día en las calles, en las esquinas, en los escenarios, los templos, prostíbulos y palacios. Funda lo visible ante la perplejidad de lo invisible, como bien lo anuncia el narrador Evelio Rosero Diago: “estamos en la aldea, pero vemos ineludiblemente las casas, y no solamente nos asomamos: entramos en ellas. Es la aldea universal en todo el esplendor de su miseria, condición y consecuencia de quienes gobiernan desde los más voraces apetitos, en contra del Ser y su Palabra: “por una escalera sin  fin / una mujer sin rostro sube abismada.”
Mas la poesía señala asimismo, en su lugar espiritual, un horizonte pleno,  puerto seguro donde recostar la piel y asumir el fuego: “a lo lejos un jinete cabalga bajo un cielo incendiado.”

DOS POEMAS DE EUGENCIA SÁNCHEZ


MOVIMIENTOS TEMIDOS

Desde mi cama mirando la luna
escuché unos ruidos extraños
pasos lentos subían, subían
voces susurrando subieron hasta el sexto piso
En esta ciudad fría que he amado
llegaron a mi apartamento
el miedo era un globo a punto de reventar
allí todos dormidos
las escaleras oscuras, los pasos llegando
siniestros hombres sin corazón
cumplían un trabajo más
Una noche lluviosa de mayo
la luna oculta y mi optimismo intacto
en esta ciudad fría que he amado
hombres sin corazón nos asesinaron
Mi pequeño hijo escondido en un armario ha sobrevivido
gritos, gritos, gritos silenciados
nadie aguanta tanto
los seres invisibles se despojan de su invisibilidad.


PAISAJES SECRETOS

En el espejo se miró mil veces y fue bella
tres viudeces sombrearon su camino
en lustrosos recintos fue el centro de atención
sus hijas observan desde la primera fila.
El tiempo fue un soplo
el frío quebranta mis pulmones
mil veces fui bella, el espejo ya no es el mismo
un ser invisible traza un camino que no deseo
no logro detenerme
lámparas iluminadas, noches suntuosas
en el hotel todos somos extranjeros.
En el espejo se miró mil veces y fue bella
tres rostros visitaron su lecho
desde el fondo de la noche hay labios, amor y sonrisas
sus hijos tiemblan en su sueño, tienden puentes movedizos.
Temo mirar el espejo, allí el ser invisible
alguien oculto me empuja
crece el corazón, golpea a cada instante
en fatigosas noches rostros blancos me visitan
mis hijos tienden puentes movedizos
en mi dedo la alianza entre la soledad y la noche
no logro detenerme
extraños ángeles elevan mi cuerpo
alguien murmura al oído el adiós sobre mis ojos.



Eugenia Sánchez nació en Bogotá, Colombia, en 1953. Título de Filosofa de la Universidad Nacional (1980), Especialización en Administración y Planeación del desarrollo regional, Universidad de los Andes (1993). Premio Nacional de Poesía Hormiga Editores en 1984. Segundo Lugar en el Concurso Nacional de Poesía convocado por el XII Festival de la Juventud Internacional y la Fundación Papagayo de Cristal, 1985. Segundo Lugar en el Concurso Nacional de Poesía Luis Carlos López, 1989. Beca de creación en la modalidad de poesía, Colcultura, 1995. Ha publicado los libros: Que Venga El tiempo Que Nos Prenda, 1985; Con La Venia De Los Heliotropos, 1990; Los cuadernos Las Puertas De Lo Invisible, 1993 y Visibles Ademanes publicado en la colección Viernes de Poesía de la universidad Nacional, Abril 2004; Dominios cruzados, Antología personal, 2010.

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