Nació el 04 de agosto de
1961, docente en el área de comunicación en el colegio Emblemático
Luis Fabio Xammar de Huacho, Magister en educación, área de Gestión
Educativa.
Dedicado a la investigación
pedagógica, y al asesoramiento en consultoría en Gestión Educativa
y Pedagógica así como al desarrollo de proyectos de innovación
Pedagógica.
Autor de Textos de Ortografía
y Lingüística.
A recibido numerosos
reconocimientos en merito a su destacada labor de Docente por parte
del Ministerio de Educación, la Dirección Regional de Educación
Lima, la Unidad de Gestión Educativa Local, la Federación de
Periodistas del Perú, Marina de Guerra del Perú, diario el
Comercio, Congreso de la República, Municipalidad Provincial de Lima
y Huaura y la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión
de Huacho.
Asesor de Clubes de Periodismo
Escolar y de publicaciones como: “Crisol Xammarino” “Huellas
Xammarinas”, “Semillas Xammarinas” y el “Heraldo”
Coautor del libro “Luis
Fabio Xammar: Peruano Paradigmático”
Rescatándolo del Olvido. 1911
– 2011 – Centenario de su Nacimiento.
LOS GALLINAZOS CAMALEROS DE
HUACHO
Es algo cotidiano para los
pobladores de los alrededores del Camal Municipal de Huacho, observar
la bandada de oscuros gallinazos que parecen vigías incansables,
posados en un altillo de una de las casas que rodean el local
camalero.
Son más de una docena de
estos enormes animales de carroña que, en hilera, observan
fijamente, sin demostrar cansancio, como los hábiles carniceros van
sacrificando, una a una, todas las reses que los ganaderos han
llevado hasta allí para el sacrificio.
Y así, bajo la supervisión
aérea obligada de estos animalitos, van entregando su vida los
infelices cerdos, los mansos corderos, las mugientes vacas y los
envalentonados toros. Corre sangre y, poco a poco, van quedando
colgados de los ganchos, listos para sellarse y trasladarse al
mercado.
¿Y qué esperan, con tanta
paciencia, los señores gallinazos? Pues, es indudable que esperan su
COMIDA. ¿Y qué comida esperan estos enlutados animales? Ya lo hemos
dicho… son animales carroñeros, esto es, se alimentan de carroña,
de animales muertos…, y allí es el Camal Huachano, en pleno centro
de nuestra capital de provincia, están estos señores. Se acercan
velozmente y se llevan algunos pingajos de carne o menudencias que
los carniceros y las lavadoras de menudencia dejan caer al suelo. Es
común vernos disputando con los feroces perros callejeros un pedazo
de pellejo sanguinolento o unas tripas que son tiradas.
Antaño, estos animales eran
atrapados por los curanderos y “brujos” para preparar el famoso
“caldo de gallinazos” que curaba la tuberculosis o enfermedades
del pulmón. Algunos, según cuenta nuestro recordado Isaías Nicho
Rodríguez, bebían la sangre fresca de estos animales y lograban
curarse de sus enfermedades cuando ya habían sido desahuciados por
los médicos.
Y cuando los vemos, allí, en
las alturas del Camal Municipal, prestos a lanzarse a disputar algún
trozo de comida, nos preguntamos: ¿Terminarán sus días en algún
“delicioso” caldo de gallinazo?
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