Carmen Amaralis Vega Olivencia: Río húmedo de vida

12 noviembre 2017

Dejé correr al rio como dejo correr la vida,
con toda mi paz sintiendo el calor de las rocas,
con la fuerza de la caída,
con el  zumbido que acelera mis corrientes,
las que se lanzan en busca de riveras de descanso,
las que brillan en noches de soledades,
y lloran la alegría de un nuevo amor,
de esos que se miran a los ojos con lágrimas de felicidad.
Es que mis aguas de fondo quieren surgir,
elevarse en nubes blancas,
divisar a distancia la gaviota que provoca torbellinos,
remolinos de energía contenidos en el corazón.
El río que me habita tiene tanta fuerza que me asusta,
que me invade en los instantes en que me cruzo contigo,
y se bifurca la vida entre la caída y el adiós
dejando rastros tibio de anhelos y esperanzas.
Es que arrastro un río húmedo de vida.

No hay comentarios: