KEIKO
Política
y cocaína
corrupción,
robo siniestro,
son
casi como el pan nuestro
cuando
se habla de la “china”
Con
“lavadores” camina,
y
hace gala de cinismo
como
aquel fujimorismo
que
nos llenó de vergüenza
ese
que compró a la prensa
y
nos condujo al abismo
Quieren
que me trague el cuento,
diiiicen
que “Keiko es distinta”
y
es claro que es “pura finta”
para
engañar a los “lentos”
No
tiene ningún talento
Y
es que nunca ha trabajado
pero
viaja a todo lado
gastando
varios millones
agarrando
de “huevones”
a
los que creen que han cambiado.
(Jinre Guevara
Díaz)
Los que creen que han cambiado
no son ningunos "huevones",
son los mismos lambiscones
y los mismos achorados
que se creen reciclados,
porque en su jerga cochina
ya no es chino sino china,
siendo en esto lo importante
que lo blanco aunque cambiante
también va en la cocaína.
(Julio
Carmona)
Las muertes, Vladi, sus tíos,
Su costosa educación,
Su padre y la corrupción
Son sus heredados líos
Pero ella aporta con bríos
A este quehacer delincuente
Su narco-popular frente,
Del que dice nada sabe
Como el chino en su deschabe
Nos grita…. ¡soy inocente!
No le importa su vestuario
Con tal de ganar un voto
Salta, baila, mueve el… ¡Toto!
(O totó), si es necesario.
En su estilo mercenario,
No le importa lo indecente,
Mira y dice indiferente,
De manera descarada
Como su “api”: “No sé nada”
¡Repite!... ¡Soy inoceeenteeee!
(Fernando Rentería)
Como hay tanta delincuencia
difícil de controlar,
Keiko pide decretar
el Estado de Emergencia.
Antes de aceptar la urgencia
que contiene ese pedido
para dar por extinguido
el crimen organizado,
sugerimos que ese "Estado"
lo comience en su partido.
Con Alberto a la cabeza
y al extremo, Vladimiro,
Keiko, Kenyi, Sachi y Giro
disfrutaban de la mesa.
Mientras chupaban su presa
decían: ¡qué rico está!
Te comieron bien taypá,
te chuparon los huesitos.
Todos quedaron gorditos
¿Y hoy les das repeticuá?
(Omar Camino)
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