A estas alturas del partido, ya todos se han dado cuenta que Alfredo Barnechea se cree el candidato “top”. Es decir; el ya no ya, el “non plus ultra”. Al que todo le apesta y mira a quienes le rodean por sobre el hombro. Da la mano a la gente pobre por compromiso in disimulable, hasta que emitan su voto. Luego usará guantes. Anda con aires de gamonal sin botas ni fuerte. Dice, sin rubor, que se ha preparado toda su vida para gobernar al país. Otro como Ántero Flores Araoz quien también desde que tuvo uso de conciencia comenzó a preparase para ser Presidente. Y así no faltan más a quienes el cuerpo no les pide poco.
Hasta el momento no conozco a esa “eminencia” ni de lejos; de cerca creo que será difícil. Sin embargo, guardo de él el recuerdo de la última –creo – entrevista televisiva que hiciera a Haya de la Torre en Villa Mercedes en 1977. Muy delgado él y Haya bastante gordo y, para mi sorpresa, hablaba como un anciano valetudinario que no era el que yo conocí el 58. Luego, siempre recordamos en familia el debate que vimos por TV entre Alfredito por el Apra y el siempre recordado Alfonso Barrantes – gran amigo mío – por Izquierda Unida, disputándose la Alcaldía de Lima. Alfonso había sido presidente de la Federación Universitaria del Perú, hábil orador y sereno polemista. Son inolvidables las escenas en que “Frejolito”, sonriente, tomaba apuntes para responderle a Barnechea quien, finalmente, resultó vapuleado. (Veo en las redes que muchos piden que pasen ese debate. Ojalá salga por allí como ha salido la entrevista en que habla muy mal del Arquitecto Belaunde en cuyo partido se cobija ahora para postular a las elecciones. Cosas de la metamorfosis de la fauna política peruana que forma parte de nuestra realidad como la amazonía o las punas.
De acuerdo con su hoja de vida presentada al JNE, Barnechea estudió Letras en la PUCP. Posteriormente tiene un máster en Administración Publica en EE.UU. Al parecer no tiene trabajo conocido. Él declara ser asesor de Empresas, se entiende privadas; pero sus estudios no lo acreditan para ello. Lo que a buen entendedor significa que es “gestor de negocios”. Vale decir igual que Rómulo León Alegría, que el abogado Químper muy bien conoce. Esta situación explica muy bien los desplantes públicos muy difundidos a Mercedes Araoz, vicepresidenta de PPK. Sin duda se deben por haber declarado que ella no sabe en qué trabaja salvo haciendo “lobby” para algunas empresas, por lo tanto no tenía autoridad moral para llamar “lobbysta” a PPK. Doña Mercedes no deja de tener razón, pero de allí a portarse como un villano quien en acto público se pasa de largo sin saludar a una dama, deja mucho que desear. ¿Y si llegara más arriba hasta dónde se le subirían los humos?
Sin embargo, hay un hecho que toca a Barnechea, delicado por dos motivos: por ser de orden moral y familiar. En efecto, en la revista “Hildebrandt en sus Trece” del 25.03.16, se publica una versión muy bien ilustrada con fotografías, en la que se relata un desagradable problema visto incluso por los Tribunales de Justicia, en que se ha discernido la desaparición de una cuenta mancomunada que tenía el ilustre diplomático
peruano, Javier Pérez de Cuellar, con su esposa en segundas nupcias, Marcela Temple, en bancos franceses y suizos. Como muchos saben la Sra. Marcela estuvo casada con el caballero trujillano Guillermo Ganoza Vargas, cuya hija Claudia casó con Barnechea en 1983. Posteriormente, divorciada ya, contrajo matrimonio con el Dr. Pérez de Cuéllar, hasta que ella murió en Bélgica el 2013. Por su parte el diplomático tiene dos hijos, los hermanos Francisco y Cristina Pérez de Cuéllar Roberts. Las cuentas y su desaparición tienen una trama complicada y un tanto misteriosa, así como la venta de un cuadro valioso del connotado pintor Fernando de Szyszlo que habría sido ofrecido en venta al Banco de Crédito y que el pintor frustró señalando que ese era una regalo personal al Dr. Pérez de Cuéllar cuando lo eligieron secretario general de la ONU.
Francisco Pérez de Cuéllar R, ha sido muy duro al enrostrar a Barnechea de haber usado a su padre para “hacer contactos internacionales (…) y carece de valores morales y CV para conducir al país”. Teniendo en cuenta que Dn. Javier tiene 96 años para estar en estos ajetreos judiciales, es muy triste, como lo fue para todos el que protagonizó el ex canciller de Fujimori, Francisco Tudela, con su padre Don Felipe para separarlo de su esposa y quedarse con la herencia obligándolo hasta a exiliarse en Bolivia. Fue un drama que tuvo mucha publicidad y demostró hasta dónde puede llegar la codicia humana entre familiares. “Cría cuervos y te sacarán los ojos”.
Para quien escribe esta nota, todo esto es muy penoso, pues Marcelita cuando vivió en Trujillo fue una dama muy querida. Sencilla, amable, culta; con otras distinguidas damas mayores de la sociedad trujillana estudiamos en la Alianza Francesa –recién creada – el idioma de Voltaire. Éramos unos pocos jóvenes “izquierdistas”, pero nos llevábamos muy bien con las señoras. Teníamos frecuentes reuniones de confraternidad como publicaré en este muro. Marcelita fue una alumna muy destacada, por lo que me imagino su francés alcanzó el alto nivel que al final de su vida necesitó para cumplir las funciones internacionales que le cupo desempeñar.
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