NUNCA PIDAS QUE TE OLVIDE
Nunca pidas que te olvide
No mientras Dios me dé vida
Nunca olvidare, que mi vida
Descanso en tus brazos
Cogiste mis manos fuertemente
Alentándome a aferrarme a
ella
Fuiste un ángel vestido de
enfermera
Puesto por Dios a mi cabecera
Aún tengo grabado en mi mente
Esos días que pase
hospitalizado
Aquellos días que fatigaban
mi cuerpo
Largos días que postré en una
fría cama
Hiciste tuyo mi dolor, mi
angustia
De turquesa se pintaba mi
alma
De ternura se llenaba mi
corazón
Esperanza de vida salía de
tus labios
Dosis de aliento me
entregabas cada día
Dios mi Señor así lo quiso
Que seas tu Oh! Enfermera
El ángel que cuido mi vida.
Julio Solórzano Murga
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