ZAIDA CRISTINA: POEMAS

13 julio 2014

Zaida Cristina es originaria del estado de Zacatecas, estudió Letras en la U.N.A.M. Hace 37 años que radica en la ribera de Chapala donde laboró como docente para la Universidad de Guadalajara hasta su jubilación.
En esa zona desarrolla una importante carrera como promotora cultural al lado de su esposo el Arq. Conrado Contreras. Ambos publicaron el periódico “Aquí en la Ribera” (1983-85 y 1993-95) y fundaron el grupo “Teatro Errante Azar” que trabaja de forma independiente y han llevado el arte dramático a lo largo de la ribera.
También con su esposo y varios amigos amantes del arte, fundan el grupo independiente Colectivo Cultural “El Quijote” a través del cual organizan conferencias, exposiciones y cursos. Esta organización realizó por diez años consecutivos, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado y el H. Ayuntamiento de Chapala, el Encuentro de Escritores “Chapala Puros Cuentos
Una de las prioridades del Colectivo es la de difundir los productos literarios de sus talleres y las obras de los escritores ribereños para quienes las editoriales comerciales resultan inaccesibles, con este objetivo se creó un área editora titulada “Ediciones Clavileño” que cuenta ya con 15 títulos publicados entre plaquetas, poemarios y colecciones de cuentos.
En 1999 fue Becaria del FONDO ESTATAL PARA LA CULTURA en la categoría de Dramaturgia. Merecedora de múltiples premios y reconocimientos, entre los que destacan:
Primer Lugar de Narrativa en el Segundo Festival del Volcán, convocado por los estados de Jalisco y Colima (2001).
Seleccionada en España por su poesía de denuncia para representar a México en la gira de “Poetas de la Tierra” (2010).
Primer Lugar en la categoría de Cuento, en el certamen “Puente de Palabras del Mercosur” en Rosario Argentina (2011).
Primer Lugar en la categoría de Cuento en el certamen nacional “Dr. Enrique Peña Gutiérrez” convocado por la Secretaría de Educación Pública de Sonora (2012). La biblioteca del Instituto Tecnológico Superior de Chapala lleva el nombre de “Zaida Cristina Reynoso” y ha recibido homenajes de parte del Consejo Ciudadano, de la organización Alterna Palabra en Guadalajara y de “La Casa de la Décima Celestino García” en Pinar del Río, Cuba.
Su obra ha sido antologada en “Nombrario” escritores de la SOGEM Guadalajara; “Entre Líneas”, escritores de SEMS de la U. de G. y “Antología de Festival Internacional de Alcossebre, España”. Además ha publicado: “Mis Estampas” colección de cuentos (1994) “Aunque la Justicia es Ciega” Farsa (2002) “Chavos” colección de cuentos (2003) “Los Jugadores de Pelota” novela de aventuras (2006) “Bajo el Signo de Selene” colección de cuentos (2007) “El Chapala de Natalia” texto testimonial (2010) “Murmullo de Agua” Antología poética (2011) “De Vampiros, Nahuales y otros seres” colección de cuentos (2013) “Fábulas de Primavera” cuentos infantiles (2013) “Pirrín y Porrón, los detectives del corral” cuentos infantiles (2014).
Actualmente participa en el programa de Salas de Lectura de CONACULTA, como mediadora en la sala para niñas “Periquillo” y es la coordinadora del Taller Literario “El Quijote” patrocinado por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco.
Finalmente, el H. Ayuntamiento de Chapala, que le ha brindado un importante apoyo para sus actividades culturales, acaba de nombrarla Directora del Archivo Histórico Municipal de Chapala.




Se ha derramado un mar por la ladera
inundando caminos y cañadas
y con potentes ecos de tormenta
la vida me requiere y me reclama.


Ha llegado el verano a la ribera,
empapando de luz cada mañana
y mágicos altares de oro y seda
el cielo por la tarde me regala.


Con furioso verde desbordado,
la tierra que dormida parecía
con el beso del agua ha despertado

de nuevo en las márgenes del lago;
mas no debo esperar que ya la vida
en mi aridez perpetua haga el milagro.



R O M P I E N D O


Voy a romper impunemente
los hilos que me atan uno a uno
al quehacer anodino y cotidiano,
al rol que la sociedad me ha diseñado,
para buscar mi sombra vagabunda
perdida entre cafetos y maizales,
para bailar desnuda con la luna
y cosechar mil flores siderales.


Quiero romper reloj y calendario,
para hundirme
en la corola leve de una flor;
incendiar los oficios, los horarios,
y perderme
entre las vueltas intrincadas
de algún nacarado caracol.


He de arrojar las fichas del tablero,
jaque mate a la ley y a la rutina,
embarcarme sin rumbo en un velero,
aunque ese sea
el último gesto de mi vida.









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