HOY, MIS GANAS
Hoy, no tengo ganas
de encarcelar mis palabras
ni tragarme una a una
el vocabulario que me agota,
no tengo ganas de claudicar
mi voz firme y sostenida,
ni quiero ser encaminada
por dogmas y catequismos.
Hoy, no tengo ganas
de digerir la indiferencia,
mucho menos la miseria
la injusticia que rebalsa
que nos rodea y sobrepasa.
Hoy, no tengo ganas
de tapar la mirada
de lo que no me gusta
ni ocultar todo aquello
que en mi ser se regocija.
Hoy, no tengo ganas
de incertidumbre alguna
que en mi ser haga sombra
ni vagar como un paria
por la tormenta humana.
Hoy, no tengo ganas
de soportar agresiones
ni pasar por alto un mal trago
ni tropezar mil veces
con la misma piedra.
Hoy, no tengo ganas
de vivir tiempos prestados
ni mendigar sentimientos
del ropaje gris de otros seres.
Hoy, no tengo ganas
de ser la protagonista aquella
de la semana pasada
ni ser la que mañana
pondrá la misma cara.
Hoy, tengo ganas
de escupir los engranajes
de políticos mediocres
arribistas y faranduleros,
hoy tengo ganas
de alimentar los ecos de la noche
levantar esa noctámbula voz
de sirenas y canciones de protesta.
Hoy, tengo ganas
de no dejar vencer los minutos
de otro amanecer,
hoy
seré vómito insurrecto
por la
ciudad perdida
de
tanta calamidad
y si
caigo una vez,
me
levanto y sigo
con el
brazo en alto
cantando
mi lucha de clases
pregón
de humanidad y paz.
Hoy,
tengo ganas
de
mucho y de más
ser
grito de mujer que no acepta,
ni
silencia, ni se aquieta,
será mi
voz protesta del hastío
aunque
un día de repente
mi palabra muera de tantas ganas.
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