Novela “Yerbabuena”
Raúl Gálvez Cuellar
Tacneño
de nacimiento, limeño de corazón y universal por la extensión de su pluma.
Poeta, narrador y crítico. Abogado, pedagogo, ex-magistrado, ex-profesor de Derecho,
Filosofía, Lingüística, Literatura e Idiomas. Un hombre con una prolífica
producción literaria: veinte poemas, cincuenta años, de mi sombrero, de mi
zapato (aforismos), cuentos para sonreír…novela el gato egipcio, Yerbabuena, etc.,
reconocido en países de Latinoamérica y el mundo, alguna de sus obras han sido
traducidos al inglés, alemán, catalán y
ruso,
La novel del siglo XXI
Los
mundos totalizadores que explicaban grandes problemas o temas han sido
reemplazados por micromundos más personales que contienen el universo. Ese es
el no lugar al que ha llegado la novela hispanohablante del siglo XXI, poblado
de voces armónicas nacidas del mestizaje genético, cultural y literario de
todos los tiempos y lugares con vocación global y sin prejuicios ni miedos de
ninguna naturaleza; experiencia y juventud se unen, desde luego un género con
más lectores. Un día les preguntaron: ¿hacia dónde va la literatura hispanohablante? Y la respuesta quedó recogida en una fotografía en
grupo, de Daniel Mordzinski (El fotógrafo argentino de los escritores), donde
estiraron el brazo y señalaron con el índice al frente, mientras el escritor uruguayo
Pablo Casacuberta exclamaba: “¡Hacia allá!”.
Yerbabuena
Una palabra compuesta, un mercado
dominical un departamento del Perú su Amazonas, el resto es un fantástico
pretexto en una novela lleno de ternura verde, en la pluma de su narrador el maestro
Raúl Gálvez Cuellar, con toda su travesía lectora, en un mundo de papel con
mucho color en cuyo génesis está el hombre, animales, paisaje, luz, densa nubes
y el infinito universo de azul y la contra carátula un ancestral Kuelap dando
la bienvenida a un jinete de galante estirpe, cabalgando un bayo caballo, son
los esbozos icnográficas, en fuente leíble, con 73 páginas muy provechosas que
me lo leí de un tirón, dijo Marco
Aurelio Denegri entre otras cosas porque eres un buen discípulo de Gracián, que
como bien sabes decía: //Lo bueno, si breve//, //dos veces bueno//; //y aun lo
malo, si poco//, //no tan malo//.
La novela inicia con un prólogo del
autor describiendo el pintoresco mercado dominical de aproximadamente dos
hectáreas, donde concurren comerciantes de todo tipo para adquirir desde un
botón hasta un toro, pág. 11
//Eduardo despierta y sale precipitadamente de su cabaña...un ruido ha
roto la paz, mientras Solitario ladraba con inútiles saltos, se dibujaba en el
aire una pelea a muerte entre dos águilas, repentinamente se transformó en
Duby, un hermoso dobermán que Eduardo recibiera como regalo de su amigo
Fernando, bueno sigue la trama, los vecinos al oír se habían congregado para
ver la pelea. Recogida una de las aves de rapiña en tierra aunque con profundas
heridas…los cuidados le volvió la vitalidad y se declaró en guerra con los
gallos por su amor a las ponedoras mandándoles al mundo de la tinieblas y así
nacieron los polliáguilas…//”Pág. 14
Creo que la pluma experimentada
de Raúl hace una descripción con mucha maestría plasmada en lo rural con mucha
frescura paisajista…eso equivale a decir de la novela “Colmillo Blanco” del
escritor norteamericano Yack London, sobre la historia de un perro lobo, un
cruce de genes de lo salvaje y lo doméstico y que ningún perro le ganaba alguna
pelea, eso perfila la historia en la madurez de un narrador con su jocosidad dándole
la magia que amerita todo buen relato con la fragancia poética, dando solución
a las situaciones que pasan en las etapas de la vida y en cada lugar, en el
mercado Yerbabuena, una narración que rompe
los hilos del espacio y del tiempo con viajeras lecciones diferentes pero con
una armonía que se amarran en la construcción de esta novela.
Encuentro mucha frescura didáctica
de maestro contador de tradiciones de un pueblo como en la antigüedad lo hizo Homero en sus épicas, metiéndose por
todos los rincones sin explorar como un ratón, en ese río de viva palabra.
Pág.16. Así es por cierto la novela que transita en sus páginas por
lugares insospechables, la del profe cartero, metiéndose en una valija de con
encomiendas con destino a Egipto, para conocer la pirámides, pero antes de
llegar al Cairo, es descubierto… y devuleto a su Perulandia. La narración
transita por Pedro Oliveto quien mantenía sus faroles encendidos bajo la frente
y condujo el Jeep, durante varias horas…llegó la hora de partir a Ubilón y
subir a Lopecancha; palabra que deriva de una planta “pajuro” llamada
“lope” (leguminosa) muy abundante en la zona, tuvo un dueño Joseph Gonzales,
pertenecía al Virreynato. Para ello se produce un diálogo
//-No señor ministro de educación-dice el profesor. Lo que queremos los
maestros es un aumento de sueldo y no este diploma//. El diploma roto en
pedazos. Describe la condición real del maestro en el Perú, un hombre ayunador,
también el narrador hace recuerdo del día del colegio saliendo de la niñez
ingresando a la adolescencia, la rebeldía es parte de su edad//. Se muestra
la clara autobiografía del escritor y toda la lección de intrepidez que tiene
la adolescencia, la secundaria una etapa hermosa que marca nuestra vida, haciéndola
inolvidable, alguien que diga lo contrario. Siempre nos pasan cosas que merecen
la fiesta de la gente que nos mira. El “Incognito” campeón de Lima, desafiado a
pelear con “La Mole de los Andes”, campeón de la Oroya...para sacra el campeón
Nacional de Lucha Libre, se trataba de Calixto a tantas sugerencias acepta el
reto para la pelea… suceden hechos inesperados…que se podría llamar milagro, de
tanta golpiza agonizante el profe se sostiene en una esquina del rin al parecer
la Mole quería rematar al agonizante…pero al caer el desfallecido y estupor de
la Mole se estrella en el grueso madero y es castigado por el profe y sigue…se
habla del 06 de julio día del maestro, donde festejan su día y se desahogan en
bailes, comidas y otros episodios,
propios de un país diverso pero rico en tradiciones y vivencias.
La revelación propia del autor pág. 53, //Es
posible que nadie le haya visto que cuando baja los escalones, se quita el sobrero
si no la boina vasca al llegar a la Casa de la Literatura Peruana-CASLIT.//En
la obra Yerbabuena encontramos en su propio autor el paseo de su años con su
mensaje lleno de un espíritu emergente, donde sus personajes viven, se mueven
con naturalidad en un paisaje lujuriante y constantemente cambiante, pleno de
colores, ruidos y olores; y todos ellos se identifican e integran en un mismo valor: el
Hombre- extendida en la prosa del escritor brasileño José Mauro de Vasconcelos, en esa
tierna historia que un niño descubre el dolor- Mi planta de naranja-lima.
Al terminara el Bulevar //Pita el
tren, pita el tren…el trasandino rojo, aquí nomás a escasos metros…//
En la loca de la casa de Rosa
Montero, //Me he acostumbrado a ordenar
los recuerdos de mi vida. Todos los humanos recurrimos a trucos semejantes; sé
de personas que cuentan sus vidas por las casas en las que han residido, o por
los hijos, o por los empleos, e incluso por los coches//. El libro
esta engullido de un recuento de sus
lectura y escritos, de sus desasosiegos, de cantos que me hacen despertar alegre,
como para decir a lo Walt Whitman,
que “¡La literatura está llena de aromas!”, ahí este libro con su pulso poético
de corrida prosa.
Pág. 34 y 57, Menciona en sus
célebres páginas, de una institución como es la Sociedad de Poetas y Narradores de la Región Lima, en donde que los
escritores son medios locos-irrumpió Leoncio Bueno, porque los locos no
escriben, tampoco los normales. Cierto dijo Casimiro donde se menciona lo que
fue el I encuentro Internacional de Poetas y Escritores RGC, a su amigo Jorge
Aliaga Cacho, y lo que será el II que se rinde homenaje al gran José Pablo
Quevedo y esboza su reconocimiento a sus amigos y sus socios.
Pág. 68, Casimiro hace un recorrido por la fortaleza de Kuelap, con la agitación
de todo lo incaico al lado del Utcubamaba, Bagua, ahí donde un domingo de
feria me perdí y terminé comprando la novela “Los perros hambrientos” Hay un momento de felicidad para la vida…el momento en que todos los signos
cuajan en la evidencia de un cielo en plenitud…fulgen relámpagos, retumban
truenos y se desata una larga
tormenta de alegría, tierra y lluvia se
unen a través de la lluvia para cantar el himno de la vida// Editorial Lozada pág. 151de Ciro Alegría,
me llamó mucho la atención la gran descripción paisajística del norte de mi país,
la costumbre y la vida rural, el ganado, los sembríos y la sequía, los linderos
de las chacras hasta hoy grandes problemas que conllevan hasta la muerte por un
metro de tierra.
Concluyo
esta
presentación de esta extraordinaria obra Yerbabuena de un gran señor de la
pluma RGC, entre la poesía y la prosa.
* En la voz de Julio Solórzano Murga, una
alma poética con mucha energía en la poética de la región una pastilla de
vitalidad para nuestra juventud, hoy situado junto los grandes de la literatura
nacional y extranjera.
* Por sobre su jocosidad e ironía alicientes
y puños de compromiso de un gran narrador, bajo la sombra de Helman Hesse autor
del Lobo estepario la doble faz que tiene el ser humano, cuya batalla es luchar
por ser uno mismo con sus virtudes y defectos, eso está reflejado en sus
pensamientos.
*Su lenguaje tiene de realismo y simbolismo
con mucha emotividad.
* En Raúl encuentro la energía de un
denunciante a la injusticias en la sombra de Manuel Scorza, arraigados en el
dolor de quienes sufren y otorgándole al tiempo la esperanza en un libro que
nos traslada a dimensiones geográficas de la patria.
Mi tributo:
Al
hombre de los aforismos
Raúl Gálvez
Cuellar
Hombre de rolliza
estatura y gravitante saber
de semblanza austera
y franca,
afianzada sobre una
montañosa barba.
que esconde a sus
lisonjeros labios
que cuando hablan fluyen
voces de emotiva rebeldía
haciendo ideales exactos
en rebelados pensamientos;
tus ojos dos
luceros luminosos
sujetados en sus
órbitas lunares,
que son tus
anteojos como anchos patios,
tu larga melena un
ritual clásico de estoico vate
y tu espíritu una
travesía sin límites.
Sobre tu cabeza
reposa un sombrero, como aureola
que da sombra a tu
ideario voraz.
Ese es Raúl G. C.,
el caminante del aforismo
en cuya espuma fresca
reposa tus pies descalzos,
en cuyas manos se
esculpió la arcilla de tu niñez,
en cuyos puños
levantas la espada y el libro
en cuyas páginas
hoy sujetan tus años
y en cuya libertad
se eternizará tu palabra
habitando la
realidad en el sosiego de tu pluma.
Escribimos para desentrañar
los demonios que llevamos dentro y entrarnos un poquito a ser felices con
nuestra idealización estética del mundo, agradecidos por todo y por nada es lo
que finalmente llevamos en nuestra marcha, en la voz de la trovista argentina
Mercedes Sosa, que ayer nomás decía: Gracias a la vida por haberme dado tanto, y
a nosotros por habernos dado a nuestro RGC, un grande de la imaginación
literaria universal, a sus amigos y a sus lectores y por la causa social y justa del
mundo en la despedida de Gabriel García Marquez, cariñosamente Gabo, Nobel
universal colombiando, que en su palabra dijo: "El secreto de la felicidad es hacer solo aquello con lo que uno
disfruta" eso petrifica a nuestro
hermano escritor Raúl el humano que piensa con belleza universal en nuestro creencia, en nuestro ateísmo, en
nuestro agnosticismo, pero sobre todo en la unidad de nuestro peruanísimo español
celebremos a Yerbabuena y a su autor.
Muchas gracias
Oscar Catillo Banda
Educador y poeta
Huacho 25 Abril de 2014
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