JULIO SOLORZANO MURGA: Presentación del Libro "Torsos de las Guerras" en los Viernes Literarios.

TORSOS DE LA GUERRA: José Pablo Quevedo

Por: Julio Solórzano Murga

¿Quien es José Pablo Quevedo?

JP, Es un peruano que va por el mundo con su poética ideológica a flor de piel, es un ser que vive con el deseo ardiente de llevar un mensaje al mundo mediante su poesía social, la poesía del pueblo, la poesía de la injusticia y el dolor humano que se acontecen en nuestra sociedad.

Un poeta que le afecta más que a otros, el dolor ajeno, el abuso del poder, es aquel que se siente impotente ante el bullicio de las armas, ante la impotencia de ver cuerpos humanos sembrados en la tierra como estacas humanas a consecuencia de burda guerra del poder, sin respeto a la vida.

TORSOS DE LA GUERRA:

Es la última publicación de nuestro poeta José Pablo Quevedo

donde a través de la poesía eleva su voz de protesta ante los inventores de guerras, los creadores de los TORSOS humanos desmembrados sobre la tierra, sin cabezas, sin brazos, sin pies.

José Pablo Quevedo en su libro “Torsos de la guerra”, envía al mundo un mensaje humanista, buscando la sensibilidad del hombre que en su afán de hacer justicia, deposita en las armas su poder, en vez de buscar la paz, crean las Guerras.

Veamos algunas denuncias que aparecen en sus poemas:

OBRA PLÁSTICA EN HIERRO

Con el hierro en la mano/Caín mata a su hermano.

Con el carro de guerra/y con ojo de cíclope/se puede calcinar la rosa,/se puede convertir la belleza en chatarra,/y el hierro puede más/en desalmar una obra de miles de años,/y miles de aldeas y cientos de naves.

Matar a los hombres como a pajaritos/sea con el garrote o la bala, /o en salto de metralla,/es el tiro de muerte/que regresa al hombre/a la edad de las cavernas.

En este poema podemos apreciar el Arte Regresivo que muy bien domina el poeta, la regresión del pasado aplicada al presente, la dualidad del garrote y las balas, total son armas que igual matan.

CONTRA UNA POSIBLE AMENAZA TERMONUCLEAR

Perspectiva del plomo,/del árbol muerto/en la sed de los astros.

El viento seco sin huella./El dolor, sin dolor, en su sombra.

¡Hiroshima!/El huevo encubado/en el agua de las máquinas/como un sol negro/ardió tu corazón.

Fue una nube radiactiva,/parida en un U.S.A.-laboratorio.

Lo recuerdo,/fue en 1945.

Profunda reflexión del poeta sobre lo sucedido en Hiroshima, nunca mas Hiroshimas en el mundo, el hombre será el único culpable de su destrucción, el uso de las armas químicas son una amenaza para toda la humanidad.

Recordemos que en Hiroshima la primera bomba atómica llamada “Little Boy” arrojada desde el bombardero B-29, mato al instante a 1400 personas posteriormente la bomba llamada en clave “Fat Man” mas potente que la primera mato a 40,000 personas.

Pero siguieron muriendo mas personas después de estos ataques, debido a las radiaciones que alcanzaban temperaturas de 4,000 grados centígrados.

Dando pie al nacimiento de niños con deformaciones físicas y otras consecuencias funestas para la humanidad.

El ÚLTIMO SOLDADO CAÍDO

No se cuenta en una guerra

S.O.S.

Estoy herido en una zanja,/siento frío, de hielo son mis manos,/mis piernas están pulverizadas./Sólo un mar de cadáveres ante mí,/para que otro mar los limpie.

Pero lo que más siento/es que no se me contará/entre los 50 millones de muertos/cuando los historiadores/ya no tengan la prueba de mi muerte.

La mutilación de ser humano, los Torsos de las Guerras, los caídos en las batallas, que nunca entran a las estadísticas, simplemente son NN, desaparecidos, trozos de carnes rociados al viento, ante la indolente mirada del hombre.

En la segunda Guerra mundial fallecieron aproximadamente 70 millones de personas.

En Vietnam murieron 58,000 soldados americanos, sin contar los mutilados de guerras, los suicidios pos guerras, etc.

En Iraq, murieron 73,000 soldados americanos, cientos de desaparecidos.

Todo esto sin contar a los soldados Vietnamitas e Iraquíes. Entonces hacia donde nos están llevando las guerras.

TORSOS DEL SIGNIFICADO Y EL SIGNIFICANTE

Abstracta interpretación sobre el planeta,/dos caminos divergentes,/los significados y los significantes.

Al soldado no le crece alas,/pero tiene la máquina que le permite sobrevolar,/y desde la geopolítica de guerra construir nuevas palabras:/“Daños colaterales, efectos secundarios”, “países canallas”,/“lucecitas sobre Bagdad”, “en misión de paz”.

Con la revolución armamentista del hombre, aparecieron los famosos misiles, las bombas de racimos, aquellos que en plena oscuridad iluminaron los cielos fríos de las noches en Bagdad. La población civil sufre las consecuencias de las barbaridades del hombre.

A los EEUU, le costo mas de 1 billón de dólares intervenir en la llamada Guerra inventada de Iraq 100,000 civiles muertos, 30,000 soldados heridos, el 20% de ellos con daños cerebrales, inválidos, traumas pos guerras, que nunca se borraran de sus mentes.

GUILLOTINA, FUSIL, LANZACOHETES O METRALLA

Si los políticos leyeran "De mi zapato",/tendrían en sus historias su propio espejo/verían en cada chispa de esos reflejos:/pus y cáncer de sus propias almas.

Si los políticos leyeran "Arte Regresivo"/de sus "Polí-burrerías" se aterrarían,/supieran que lo que siempre hacen o dicen/son pingüerías, cantinfladas o COJUDECES.

Una gran verdad del poeta en estos versos, cuando Raúl Gálvez Cuellar escribía estos aforismo, quizás nunca pensó que José Pablo Quevedo lo utilizaría para dar a entender al mundo la insensibilidad del hombre, la crueldad en sus acciones bélicas y muchas veces estúpidas por querer ser el mas poderoso de todos.

José Pablo Quevedo es un poeta, filosofo con mucha historia literaria, es el prototipo de líder o cacique en la literatura peruana, en pleno siglo XXI, es un poeta con espíritu combatiente, dueño de una personalidad firme y no claudica a sus ideales, amigo del que quiere ser su amigo.

Torsos de la Guerra, mas que un poemario es para mi un catalogo de por qué no hacer la guerra; un resumen después de las guerras, un testimonio escrito de los cientos, miles de mutilados durante ellas, es la voz de los inocentes que claman justicia.