EL CAMINO DE LA VIDA
Cómo ha corrido este tiempo tan raudo
que apenas recuerdo lo que ha pasado
aquellos felices abriles de mi infancia
cargadas de dicha y plenas de inocencia.
Recuerdo con nostalgia mi escolaridad,
años de aprendizaje y de toda sinceridad;
añoro a los Maestros que me educaron,
cuyas enseñanzas en mi alma se grabaron.
Seguía pensando los años y otros años,
yo escalaba de la vida, sus peldaños,
de pronto llegué a primavera hermosa
edad florida de mi juventud portentosa.
Cómo han transcurrido los días y años,
años que me parecen unos largos sueños;
la verdad es que he transitado mucho,
pero el tiempo me dice que nada he hecho.
Cuando infante, pensé en una vida diferente,
construir fácil lo que estaba a mi frente;
ahora comprendo que la velocidad del tiempo
desvía mis planes y va cambiando mi rumbo.
Hoy me encuentro un tanto descontento
de no haber cumplido con todo mi intento;
este tiempo que corre raudo y sin medida
me está llevando al otro extremo de la vida.
VOLVIENDO ADONDE NACÍ
Un día de Enero salí de mi tierra Natal
y el destino me guió por pueblos distintos
después de un tiempo volví, sin tormentos
con alegría en el alma, además sentimental.
El día que llegué al pisar suelo bendito
lugar de mis padres, lugar donde yo nací,
di vueltas como un autómata, a nadie vi,
sollocé, oculté mi llanto, medité solito.
Allí me puse a pensar, luego me descubrí
que era un peregrino en mi propia Tierra,
huésped de mi pueblo que ya me destierra
al que por ingrato, mucho tiempo no volví.
Miré que las cosas habían cambiado tanto,
los pobladores de allí, ya no eran los míos,
eran tan "secos" como los terrenos baldíos,
desconocidos todos, ajenos a mi lamento.
Después de todo, el paisaje era el mismo,
el viento, el agua, el Sol y el amanecer;
igual el cielo y el crepúsculo al atardecer,
la noche con sus estrellas brillaba lo mismo.
Este Universo bello testigo de mi infancia
me hizo recordar y llorar con remembranza;
por eso prometí volver siempre, sin tardanza
para evitar la ausencia y acortar la distancia.
ASTOBAMBA PUEBLO DONDE NACÍ
Aquel lejano pueblo donde nací
es Astobamba, una joya para mí
rincón de añorados recuerdos,
delicia de mi infancia vividos.
La tupida arboleda circundante
que ornamentan el paisaje delirante
con hortalizas y verdes alfalfares
me recuerdan hechos imperecederos.
Crecí bajo el influjo de su clima,
me nutrí con la savia de su alma,
me eduqué en ese medio ambiente
y el conjunto, me formó diferente.
Recuerdo con mucha fe y alegría
su Iglesia con su Organo y Sacristía,
con A Itar Mayor decorado en pan de oro
que guarda el más preciado Tesoro.
El Sogujirca majestuoso e importante
me enseñó caminar arriba y adelante;
y de su fauna y su flora aprendí mucho
y de todo eso tuve un gran provecho.
Recuerdo la cosecha del mes de mayo,
la fiesta de "Ascensión" en pleno estío
cuando Astobamba se exalta de baile y sonido
y el campo se engalana con trinos y colorido.
Recuerdo el mes de junio de la suerte
la fiesta del Patrón San Juan Bautista,
con "Ponche", "Pari", "Locro" y jarana
al son de la Guitarra y la Mandolina .
Recuerdo del Dos de febrero "Candelaria"
la fiesta de la Patrona con Fe y alegría,
con "Gallos","Toros", deportes y lluvia
en ese cuadrilátero Plaza de Astobamba.
CAJATAMBO PEDACITO DEL PERÚ
Cajatambo, pedacito de mi Perú
mi hermosa Tierra Madre, eres Tú
en medio de tu paisaje tan bello
nací un día con mucho destello.
De tus fuentes tan cristalinas
se nutren las tierras productivas,
y tu suelo tan fecundo y generoso
desde niño me alimentó amoroso.
El oxígeno puro de tu ambiente
me dio vida y una salud abundante;
el Sol vivificador de tu firmamento
me dio calor y amor a cada momento.
En la "Torre", mi linda Escuelita
desde muy pequeño aprendí amarte,
mis Maestros me enseñaron a vivir,
a vivir con honor y para bien servir.
Tu Parque hermoso de bellas flores,
sombreado de los frondoso Sauces
y con bello trinar de los gorriones.
fueron la alegría de tiernos corazones.
En "Andahuaylas" inmenso Estadio
aprendí a jugar después del estudio.
y en las contiendas tan recordadas
te entregué victorias muy gloriosas.
Al final me inclino muy reverente
para mirarte con mi altanera frente
y gritar a los cuatro vientos empinado
que soy cajatambino, bien Cajatambino.
CAMINOS DEL ANDE
Por la ribera del río bullicioso
entre el valle verde y precioso,
voy cruzando muy alborozado
el camino de mis antepasados.
En medio de trinos de los chivillos
cual silbido de nuestros chiquillos,
entre aroma y música de las deidades
cruzo frutales y los molles verdes.
El rumor de las aguas blancas
y el rugir del viento en las rocas,
es el Eco de la Música Celestial
que va guiando mi paso marcial.
Entre las pétreas montañas,
por bellas escalinatas de las peñas,
voy ascendiendo tan alegremente
en medio de un Solazo Calcinante.
Más arriba, cerca a las cumbres
donde vuelan ágiles los cóndores,
allí están los pueblos milenarios,
rezagos de un Poderoso Imperio.
Camino del Inca, camino milenario,
eres igual que el Tiempo Legendario,
yo, ya me voy, tú si te vas quedando
seguiré por diferentes sendas caminando.
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
Aquella Mujer que te fonnó en sus entrañas
como el milagro de las más grandes hazañas,
que te tuvo en el Claustro Materno como al oro
luciendo al mundo como al más preciado tesoro:
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
Esa Mujer que te nutrió con su Lacto Materno
te dio su sangre y te tuvo en su regazo tierno,
esa que guió con cautela tus pasos infantiles
acariciando tus extrerriidades finas y débíles:
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
La Mujer que orientó con brújula tu educación
te vistió y te tuvo limpio como a su Corazón:
esa que formó tu edad juvenil con sacrificio
y que en el Crisol de su alma moldeó tu juicio:
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
Esa Bella Mujer, que se desveló noche y día
para sembrar en tí, su fe, su amor y armonía:
esa que con ejemplos te enseñó el camino recto
y te señaló con sabiduría el horizonte correcto:
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
Esa Mujer que nunca está ni lejos ni ausente
y que está como Luz Radiante siempre presente,
en tus caídas con su Danta y su melancolía
o en tus triunfos con franca sonrisa y alegría:
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
Esa Santa Mujer, sea joven, adulta y anciana,
sea acaudalada o pobre, cortesana o campesina,
nunca deja ni desampara al Hijo de sus Entrañas
y por él es capaz de traspasar las montaftas.
¡ESA MUJER ES TU MADRE!
LA PUNA DE MI SIERRA
PUNA friolenta, puna helada
EN tus picachos la blanca nieve,
y abajo en los verdes acanales:
ovejas. .. llamas... vicuñas... huachuas...
Allí en las cumbres milenarias,
al pie de esos picachos nevados
allí está la riqueza de mi patria,
y allí no falta un indio peruano.
¡Qué placer! ¡Qué belleza sin par!,
esta es la puna y sus encantos:
con cerros, altibajos y escarpados
y con diferentes abras y quebradas.
Al atardecer cambia este encanto
las sombras negras se acrecientan
v el sol brilla en el último pico
Y en el lago se retrata la escena.
y en las aguas frías de esa laguna
como veraneantes en las playas del mar,
se ven .a los patillas y a las huachuas
nadar elegantes en el cristal semi-helado.
El negro manto de la noche se acerca,
empiezan a brillar unas y otras estrellas
y los pájaros andinos cantan tristes,
anunciando la agonía de un día más.
EL INDIO VIVE ORGULLOSO
INDIO peruano, hombre orgulloso,
tú que supervives en la lejanía
de esta tierra milenaria de los Incas
te saludo con afecto, este día de junio.
Las moles de las cordilleras son testigos
de tu eterna vida llena de congojas;
Indio: levanta tu mirada y no te humilles
mira que estás en tu lar, ¡vive orgulloso!
todos tus semejantes te admiran
de lo que fuiste y de lo que serás
hombre peruano y raza indígena,
de alma tan noble y corazón de acero.
EXPEDICIÓN ANDINISTA
De lo alto de la Cordillera Andina
divisando hacia todos sus contornos
se observa a los pies muy en claro
río, valle, colinas, choza y pueblo.
El río, como una serpiente plateada
va resbalando por.las quebradas
y a su paso va aumentando su caudal
con lágrimas que las nieves van llorando.
Abajo en las quebradas: El valle,
como una alfombra verde tendida
sobre ella las lindas decoraciones:
de vacas, ovejas, llamas, vicuñas ...
Más allá tan junto a unas rocas
está la choza, morada del indio;
y a uno y otro lado los corralitos
figuras geométricas que completan la escena.
Y aún lejos y muy distante
se observa la forma de un pueblo,
que apenas se distinguen brillar
algunos techos de calamina.
Retornando hacia los pies del Ande
el explorador vuelve a caminar
por ríos, quebradas y valles andinos
hasta llegar al lugar de su partida.
¿DÓNDE ESTAS MADRE?
L--13-05-95
Madre Mía Madre Buena, ¿dónde te has ido?;
aquí tu presencia me hace muchísima falta,
tu ausencia, a cada. Instante me sepulta,
á mi rededor escucho tu llanto y gemido.
Por la inmortalidad de la santa Gloria
sé que estás allí junto a nuestro Creador;
envíanos de allí tu corazón e infinito amor
y recibe de tu hijo ingrato, esta plegaria.
Desde tu ausencia todo ha cambiado aquí,
voy conociendo recién la verdad de la vida,
es tarde ya el arrepentimiento de mi caída,
cuán triste es recordar, que ni bien te vi.
Aquí quedaron tu llanto y tu aflicción,
has negado al aposento de la Eternidad,
allí sí está la verdad, aquí sólo vanidad,
allí está la perfección, aquí la perdición.
Cada momento miro los lugares de tu estancia
y oigo por el éter tus palabras consejeras
traídas en alas de las golondrinas viajeras,
no te ven mis ojos, entonces lloro tu ausencia.
Donde te halles Madre que Dios te Bendiga.
aún yo estaré en este valle de Ingratitudes
callando con el viento, viendo tus virtudes
tras de tus pasos hasta el día que te consiga
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