En la ciudad de La Serena, en un medio ambiente literario exiguo, ha nacido un poeta de mérito. Estos versos escritos por Binvignat antes de los veinte años, lo acreditan como un poeta que no tiene los lamentables titubeos de tantos jóvenes escritores en cuyas producciones primerizas no se vislumbra siquiera la perfección de las obras definitivas.
En el “Canto Humilde” no presenta el poeta los versos vigorosamente heroicos y llenos del entusiasmo de su juventud, anhelosa de momentos gloriosos, sino que ha escogido entre su vasta producción, aquellos poemas que comunican al lector una vaga tristeza. El conjunto da una impresión dulcemente melancólica, en que no faltan las afirmaciones de una filosofía resignada y reparadora. La nota elegíaca, discretamente empleada, no disuena jamás en las páginas de este libro.
Un ejemplo nos ahorrará muchas explicaciones:
“La inmensidad del cielo se ha dormido en mi frente
y al nombrarlo ya mi labio comienza a temblar
¡Oh imposible hecho carne, susceptible y doliente,
alas rotas sin vuelo, por un amor ardiente
seréis agua en las aguas más amargas del mar!”
Se podría llenar páginas enteras desglosando bellos versos de la colección que acaba de publicar Binvignat. Preferimos que nuestros lectores conozcan en el texto original los poemas de este joven poeta, laureado en los Juegos Florales del Ateneo Obrero y en cuanto certamen literario se ha abierto en los últimos tiempos en la provincia que se honra con tener entre sus hijos a un escritor de tan vasto porvenir.
Fuera de desear que este muchacho decidiera establecerse en Santiago, en donde podría encontrar circunstancias más propicias para el desarrollo de su temperamento poético y de su cultura en general. Es muy sabido lo difícil que resulta surgir en medio de la tradicional apatía que existe en un pueblo provinciano a todo cuanto diga relación con el arte. Se necesita una fortísima voluntad y una paciencia nada común para sobrellevar los inevitables desengaños que un literato tiene que experimentar en el desarrollo de su labor cultural entre agricultores e industriales.
Crítica aparecida en el Diario La Nación, el día 1923-06-17 Autor Víctor Alfonso
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Fernando Binvignat Marín (Coquimbo, Chile, 6 de junio de 1903 - ibídem, 8 de febrero de 1977) fue un profesor de castellano y poeta chileno, reconocido con el Premio Regional de Literatura en 1975.
Biografía.
Nació el 6 de junio de 1903 en el sector denominado La Cantera en Coquimbo. Hijo de Enrique Binvignat Gibson y Rosa Elvira Marín García. Sus primeros estudios los realizó en el colegio San Antonio y posteriormente ingresó al Liceo de Hombres Gregorio Cordovez de La Serena, en donde posteriormente se desempeñaría como profesor de castellano y filosofía. Además, trabajó como profesor en otros establecimientos educacionales de La Serena y Coquimbo: el Liceo Gregorio Cordovez, la Escuela de Minas de La Serena, el Liceo Nocturno de Coquimbo, el Instituto Superior de Comercio de Coquimbo (realizando el curso "Técnica de la Expresión") y el Liceo Coeducacional Diego Portales.
Trabajó como cronista y escritor en varios periódicos y revistas, especialmente los diarios El Norte, El Regional y El Día. En 1947 fue declarado Hijo Ilustre de La Serena, luego de ganar el Premio Único de Poesía del Norte. En 1960 fue designado Miembro de Número de la Academia de la Lengua.
Premio Regional de Literatura del Círculo Literario Carlos Mondaca Cortés (1975).
Falleció en Coquimbo el 8 de febrero de 1977. En su honor, en 1979 un grupo de amigos, exalumnos y seguidores fundó en Coquimbo el Instituto de Artes y Letras "Fernando Binvignat Marín" con el fin de promover diversas actividades culturales.
Obras
Canto humilde, poesía, 1922
Elegía, poesía, 1924
La luna de oro, poesía, 1926
Ciudad de bronce, poesía, 1930
Ciudad de bronce, poesía, 1930
Cántaro, poesía, 1934
Calle de la Merced, poesía, 1940
Versos de amor, poesía, 1953
Madrigal de palomas, poesía, 1964
El príncipe feliz, poesía, (versificación de la obra de Oscar Wilde), 1965
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