Por: Eliseo Leon Pretel
(SONETO DECASILABO)
Con tus rulos al viento de la tarde
y tu faldón grisáseo que volaba,
desde un lugar oculto te miraba,
en la actitud de un mísero cobarde.
Cómo quería el tiempo se retarde
en el viejo reloj del campanario,
o que el sol ambarino del Calvario,
se detenga por mi alma que casi arde.
Viéndote así sentí como un alarde,
ser único postor a tu amor santo.
Lucharé aunque me cueste sangre y llanto.
Tu imagen provinciana es un encanto,
que el patrón San Mateo salvaguarde.
Me ayude cuando torpe me acobarde.
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