Cuentan que hasta aquí llegó tu obra
tejiendo sueños y redes
entre pescadores, labriegos,
apostadores de la suerte y poetas
por la conservación del Planeta
y las especies marinas
en Tumbes, Puerto Pizarro y Medio Mundo
cual bióloga indomable
que sabiduría,
experiencia
y sensibilidad hilvanas.
El manglar habla de un centro unánime
cuando aves y cangrejos se aprestan a dormir
en su grandioso hábitat de verdes islotes.
Voz plural,
fuerza supra-individual
tus gestos y cabellera dorada
nos dicen que la Madre Tierra
buscando solaz no siempre anda
que también tiene derecho a estar cansada,
se nutre de la sabiduría ancestral
de vuestra gran sombra viajera
y de los colores de tu bandera
que con tanto orgullo besas
y al viento ondeas
en signos verdes
que reproducen espejos
cuando alumbran diamantinos soles
y los impalpables amarillos
de su numen vital.
Tú, eres la Palabra Andante,
AMOR y ESPERANZA
por un cangrejito allí escondido
mmm….
la paz que se hace VIDA bajo el fango.
Tú eres el rumor,
mmm…
el alboroto
indómita buscadora de justicia,
tan llena de libertad,
con sabor a tambor de sonidos
que mueven caderas
en la dulce quietud del mangle,
que ilumina el habla
con la llama del silencio:
Mujer Cangrejera
Mujer Conchera
Perla de Río Grande del Sur.
Por eso,
Recordando vuestros títeres y prédicas
evocando tus ojos y atarrayas
que a veces se vuelven cólera en-barcas
(sin carros de fuego, por niños rapaces e injusticias)
Ninfa gallarda,
Medea,
de sonrisa y piel dorada, ¡Ven!
reúne,
comparte, Pelea, Clarice,
Clarice, Pelea… ¡Ven!
junta las piezas de este Mundo
hermanando lo intransferible.
Samuel Cavero al centro de Julio Solórzano y Raúl Gálvez, en Huacho |
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