La hienitud de las hienas ¡Estais muertos y no lo sabeís! César Vallejo El cielo es corto en la mira del piloto, y sólo las lucesitas que hacen el estallido de las bombas sobre Sliten y tripoles les recuerda a Roma hecha herida gigante por la mano de Nerón. Pero todos duermen en París o en Marsella o cualquier ciudad alimentada por el televisor en la palabra de opereta Sarkozyana. Ellos están muertos y no lo saben. Cada piloto se persigna para ganar el juego con el disparo mas desagarrador y penetrante. Ellos saben para quién Dios estará en ese momento. En cada portaviones hay uno y otro cura que las armas bendicen, en donde raya en la misma raya la misma lengua de “la guerra ya perfecta”, la ortografía definida con ese "telòn de fondo" de la muerte. Hienitud de las hienas con las palabras imperiales que vomitan estatuas sin brazos ante las fuentes del Congreso Nacional de Francia. II Cibor o Polifemo- Yanqui Cibor o Polifemo- Yanqui, robotérico o cibor o rambo, cuerpo de tubos de metal, manos de vanadio o de titán, tu asalto hecho para la geopolítica, tus ojos de gorgona programados, tu acero y tu láser letal. Polifemo- yanqui, pirotécnico, pirodinámico, acróbata del “helicóptero apache”, del hierro de Vulcano y para la tragedia, sin sensibilidad ni emoción, sin latidos, uno siquiera, en el corazón, sin saliva en el paladar, sin sudor, sin urina ni excremento, sino pulso de una computadora, soldado en cables de platino, programado para el rasante vuelo, siempre los ojos en la mira del cañón, siempre en la mira de los cuerpos sangrantes, siempre con el disparo sobre las cabezas, siempre con la mira en las aldeas, siempre con el uranio de las balas, siempre con los dedos en la detonación, siempre con la muerte en cuenta regresiva. Y arden las carnes en bolas de fuego y en las lucesitas que ves desde las nubes. Cibor o Polifemo- Yanqui, montañas de cadáveres habéis apergolado, niños calcinados para festines de buitres, huecos negros sobre la Tierra que podrían ser los de la Luna, la mugre y la chatarra leguas a la redonda, la topografía del terror sobre el planeta. Tu espada es sanguinaria, tu espada es cruel, pues eres: más desalmado que cualquier centauro, más perverso que Saturno en el tragarse a sus hijos, y más homúnculo que el más vil de todos ellos. Pero el mascacicle Obama, que habla, que tu proeza es defender la “paz” euroamericana, no te dice que su razón es astuta, y que ve con el ojo de cíclope las cosas. Su libertad es poner decenas de militares y dictadores y cientos de lobbystas por la tierra, y después de armarlos hasta los dientes, hablarnos sobre los “derechos humanos”. III El escenario del mundo Bizarros guerreros, antiguos y modernos, métricas espadas, el uranio de las balas. Aquiles y Hera, Perseo y Minerva, Apolo y Ulises se desalman en la guerra por el vellocino de oro. (Y en esta escena el amor queda tuerto). En la segunda batalla- desde Villa Romana- hay diez legiones de guerreros que marchan a Germania a Galia y a Egipto. (Y Julio César, Bruto, Marco Antonio y Cleopatra quedan muertos). Del molino a la máquina, de la rueda al láser, y de los cañones a los rambos, hay los Reagan, los Bush y los Nixon. ¿Pero la copia del ayer, lo hace también Obama desde Casa Blanca, pues el capital no es negro ni blanco, y todo por el vellocino del petróleo? IV Obra plástica en hierro (Gracias a Julian Assage y a Wikileaks) Con el hierro en la mano Caín mata a su hermano. Con el carro de guerra y con ojo de cíclope se puede calcinar la rosa, se puede convertirla la belleza en chatarra, y el hierro puede más en desalmar una obra de miles de años, y miles de aldeas y cientos de naves. Matar a los hombres como a pajaritos sea con el garrote o la bala -es la imaginación espúrea del yanqui-, que en salto de metralla y en el tiro de la muerte regresa al hombre a la etapa de las cavernas.
José Pablo Quevedo (Peruano- Alemán), Filósofo, Escritor, Ensayista, Crítico de Literatura y Arte, tiene 12 libros de poesías, cuentos, ha sido traducido a siete lenguas, figura en las mas importantes revistas de nuestro Continente, Y Europa.
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