Eterno sentimiento, ¡Padre mío!
de cariño hacia ti mi pecho anida,
cariño que naciendo con mi vida
Conmigo, con mi amor, así confío
no ver en tu vejez desvanecida
la ilusión, que en mirándola perdida
el hombre su destino juzga impía.
luchando por ganar la ansiada palma
que tu hijo ha de alcanzar si eres dichoso.
Y en prueba de no hallar jamás la calma.
Si no te viera como estoy ansioso
en estos versos te deshojo mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario