Nació en Sayán, el 20 de mayo de 1844. Hijo de don Angel Tovar Giraldez y doña Manuela Chamorro Mesinas. Estudió en el Seminario Conciliar de Santo Toribio, donde se graduó de maestro en 1861. Recibió la primera tonsura y las Órdenes Menores en 1862, el Subdiaconado en 1865 y el Diaconado en 1866. Fue redactor del El Bien público, pero sus opiniones pro eclesiales le provocó críticas públicas; enviado a Roma se le confirieron Órdenes Mayores en la Basílica de San Juan de Letrán en 1866. De 1870 a 1889 fue redactor en Lima de La Sociedad, diario católico, donde fueron célebres sus cartas al apóstata Francisco de Paula González Vigil. Fue profesor en el Seminario de Santo Toribio, siendo Rector en 1880. También fue miembro del Coro Metropolitano, al que se incorporó en 1871 como canónigo teologal, luego fue tesorero (1877), maestrescuela y deán. Pronunció una elocuente Oración Fúnebre durante los oficios religiosos efectuados en homenaje a los caídos en defensa de la patria durante la defensa de Lima invadida por los chilenos (1884). Elegido Diputado por Lima en 1884, concurrió al Congreso Constituyente que aprobó el Tratado de Ancón, y fue su Vicepresidente. Fungió de Ministro de Justicia y Culto, durante el gobierno de Miguel Iglesias (1885), a quien representó en las negociaciones realizadas con Andrés Avelino Cáceres, caudillo que se había sublevado contra el gobierno. Fue luego miembro del Consejo de Ministros que asumió el Poder Ejecutivo del 3 de diciembre de 1885 al 3 de junio de 1886. Nombrado Obispo Titular de Marcópolis y Obispo Auxiliar de Lima, pasó a ser Vicario Capitular de la Arquidiócesis cuando murió el Arzobispo Manuel Antonio Bandini el 11 de abril de 1898. Fue nombrado Arzobispo de Lima, cargo que ejerció desde el 22 de agosto de dicho año hasta su muerte el 25 de mayo de 1907. Fundó El Bien Social, que sostuvo celosamente la integridad de las doctrinas eclesiásticas y su propaganda; asistió con notable lucimiento al Concilio Plenario de la América Latina, inaugurado por S.S. León XIII en Roma, el 28 de mayo de 1898. Llevó a cabo la restauración de la Catedral de Lima cuyo viejo Altar Mayor lo obsequió a la Iglesia San Jerónimo de Sayán. Accedió prontamente a que se crease el nuevo obispado de Huaraz, segregado de su propio territorio arquidiocesano por letras apostólicas del 15 de mayo de 1899 y cuyo primer obispo fue el padre Francisco de Sales Soto.
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