Como Augusto Leguía, Oscar Benavides y Alberto Fujimori
Escribe: Ismael León Arias
Lo que faltaba a la actual gestión de Alan García para ser semejante a 1985-1990: El crimen masivo cometido la madrugada de ayer, en Bagua, tiene todos los visos de una orden emanada de Palacio de Gobierno, como en su primer mandato, contra presos rendidos del Frontón y Lurigancho. Esta vez fueron treinta pobladores y once policías caídos en el altar del Tratado de Libre Comercio con EE.UU, que García apuntaló con leyes inconsultas y que en campaña electoral ofreció cambiar.
Se recuerda que Augusto Leguía, en los 20, permitió matar miles de amazónicos para proteger al cauchero Julio César Arana. En los años 30, Oscar Benavides arrebató Leticia a los loretanos, que la habían recuperado por sus propios medios. Y Alberto Fujimori, en los 90, rindió Tiwinza y de yapa cedió a Ecuador dos almacenes fluviales.
Este viernes García ordenó que les metan bala a los amazónicos, porque allí prefiere empresas petroleras y mineras, aunque estén a un paso de las fronteras con Ecuador y Colombia, es decir, de otra traición tan temida.
Haciendo memoria
Lo que está de por medio en la lucha de los indígenas amazónicos no es sólo la protección de sus tierras, sobre las que tienen derechos ancestrales. Están en riesgo los ecosistemas de gran parte del territorio nacional, es decir la protección de ríos, lagunas y todo el medio ambiente, patrimonio de la humanidad.
Eso no le importa a Alan García, especie de psicópata que ha jurado meter allí inversión extranjera en minería, petróleo y maderas, con el inevitable perjuicio para familias aborígenes y el arrasamiento de la débil y ya muy dañada Amazonía.
La pauta es la misma. Gobernantes limeños que atentan contra lo que no conocen, con la certeza de que los indígenas son ignorantes y por tanto manipulados. Basta escuchar a esa corte de ineptos y sobones como la ministra Cabanillas o el irresponsable Florez Aráoz. ¿Alguna diferencia entre García, Leguía, Benavides y Fujmori ? Tal vez en el método para el crimen, o en la cuantía de sus latrocinios.
Si algo debemos memorizar con pena los peruanos, es que la Amazonía es el territorio donde más espacio hemos perdido a lo largo de nuestra lamentable historia republicana. Me temo que el gobierno de García, al enfrentarse a los pueblos amazónicos en defensa de petroleras y mineras, está pagando la cuota inicial de una futura cesión territorial.
Tener presente que Fujimori y Montesinos nos humillaron en la guerra del Cenepa, luego de la cual debimos cederle a Ecuador dos terrenos de 150 hectáreas cada uno, en Saramiriza y Pijuayal, gracias a los “Acuerdos de Paz” suscritos con Mahuad. Por supuesto, la política amazónica fujimorista –hoy homenajeada por AGP- consistió también en proteger petroleras y masacrar indígenas.
La monumental ignorancia de García está pormenorizada en “El Perro del hortelano”. Entre sus ministros, uno de ellos ha exigido títulos de propiedad a boras, huitotos, huambisas, asháninkas y cuanto grupo puebla esa vastedad, desde antes que nos caigan los españoles y cuando los García-Nores todavía eran pobres.
El asesinato masivo de ayer debe llevar a la población y a los políticos opositores a poner en agenda la vacancia presidencial, por los signos evidentes de incapacidad moral del sujeto que desde el año 2006 ocupa por segunda vez palacio de gobierno, con los mismos o peores resultados de su primer mandato.
Lima, 6 de junio 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario