FAVIO CALDAS HUAMÁN

14 agosto 2008

Favio Caldas Huamán:
Este gran poeta nació en el bello pueblo de Ámbar (provincia de Huaura), el 22 de junio de 1917, sus padres fueron don Paulino Cáldas y doña Saturnina Huamán que vivieron en la zona de Ámbar hasta al final de sus vidas. Favio Caldas se casó con doña Aurora Falcón y tuvo varios hijos e hijas. En 1958 llega a radicar a la ciudad de Huacho donde labora en la Fabrica Industrias Pacocha hasta su jubilación en el año 1980. El poeta favio Caldas Huamán recibió el homenaje de la Sociedad de Poetas Y Narradores el 12 de junio de este año (2008)
PRODUCCIÓN LITERARIA: Es dueño de una gran cantidad de bellas poesías dedicadas a su pueblo natal, entre ellos: Ambar, UNA PLEGARIA A LA CIUDAD DE ÁMBAR. Trabajos Narrativos acerca de las costumbres y tradiciones de su pueblo, además de una colección de adivinanzas, acertijos.

ÁMBAR

Bendito sea el Señor
que con gracia infinita,
creó esta tierra, en que habita
el humilde labrador,
y en esta tierra de amor,
que es mi lucha y mi desvelo
que aún lejana no olvido,
que Dios, bendiga tu cielo.

Claro de Sol que se levanta
al rayo de cada aurora
fresca sombra bienhechora
de la copa de tus montes,
y en su cauce se agiganta
el caudal del eterno río,
bendiciendo los sembríos
de tus campos y maizales
de tus huertos y rosales
de tus paltos y membrillos.

Tierra fértil, valle hermoso
de cerros y peñascos elevados
de jilgueros y zorzales,
¡Qué sublime, qué grandioso!
¡Qué poder del creador!
eres la magia de una flor
cuando asoma la mañana,
así se viste y se engalana
a mi pueblo el Redentor.

Pueblo amado, algún día volverá
mi despojo cual sudario,
y tú Virgen, patrona del pueblo
bendíceme en cada Agosto.
¡Qué lejana está tu cumbre!
y tus bellas noches claras,
qué lejanas las miradas,
del que a ti volver anhela.

A tu iglesia, a tu escuela
a tus verdes y floridos paisajes
a ti Ámbar querido, te dedico
este poema hecho verso, que nacido fue,
de lo más profundo del corazón.

UNA PLEGARIA A LA CIUDAD DE ÁMBAR

Tú, Señor, que en torrentes vendavales
navegaste en minúscula barquilla,
calmaste una tormenta, y a la orilla
seguiste derramando tus bondades.
Tú que aplacas horrendas tempestades
en el alma cristiana que se humilla,
calma también el temporal deshecho
que está agitando el angustiado pecho.

¡Haz que la paz, del corazón recobre!
y que mi fe, Señor nunca zozobre,
¡Cuántas veces me he puesto a contemplar,
a tus cerros de peñascos elevados!
¡Cuántos dramas de amor y de ilusiones!
tuvieron por teatro estos confines.

En las colinas que aparece un ramal
de la gran cordillera, y desde cuya cima
se descubre ¡Oh, panorama de ideal belleza!
la inmensa y fértil hondonada, de historia
con relieve de leyenda, entre plantas
de pajonales y musgos, que integro se conserva
allá en la inmensa lejanía, donde se escucha
el eco del viento, el rugir entre el arbusto.

¡Oh, Ámbar, tierra fértil!
De dónde sacaron los poetas sus pájaros
transparentes?, sólo veo dolor y tristezas.
Cuando era niño veía al crepúsculo agitar
en sus crueles alas, sin saber que buscaba
mi boca para gemir, amad la vida, guardad el rocío,
para que las flores no padezcan
en la noche, canallas que vendrán.

Son tus cerros cual centinelas
que te custodian, rústicamente
labradas esos peñascos, por todas
partes te rodea muros como olas
negras, como un relámpago perpetuo.


3 comentarios:

CARLOS ENRIQUE dijo...

me siento feliz y orgulloso de mi abuelo a mucho tiempo que no lo veo,

Raúl Cordova Caldas dijo...

Ese señor es el padre de mi madre ,el cual admiro con todo el corazón y quizá pueda yo en algún momento llegar a donde él a llegado y seguir su legado de amor a su pueblo y al mio que es Huacho.

Arianna dijo...

Muy feliz de ver a mi tio, hermano de mi madre ser reconocido por aquel hermoso talento de escribir.