Gustavo Riquelme Martínez: POEMAS

15 mayo 2011

Anáfora Soy‏

Soy papel cristal vaporeado por la niebla del olvido
Soy río sin cauce y sin delta
Soy ave meditabunda
Soy baúl sin recuerdo
Soy juguete solitario
Soy viento sin aliento
Soy quena sin hoyos
Soy bandera sin color
Soy niño sin luz, sin dulzura
Soy árbol caído de tajo en tajo
Soy marioneta de mi destino
Soy pan del olvido
Soy luz fermentada en el olvido
Soy tierra sin surcos
Soy roca solitaria en el abismo
Soy polvo ahuyentado en la miseria
Soy hambre
Soy futuro
Soy llanto rojo
Soy arte sin concepción
Soy música andina
Soy nación blanca
Soy yo…! Solo yo!

Al Maestro‏

Tus sentidos muestran saber,
Tu voz risueña retumba todo ser
Oyes los latidos de mi infancia, niñez y adolescencia
Y me rindo ante tu presencia,
Horizontes forjas en tus escuelas
Gallardía y tesón que siempre muestras,
A las rémoras que son nuestras

Tu rostro inspira emoción,
Tus palabras siempre acción
Y en tu sangre siempre esa flama de pasión
Por tanto amor a tu vocación,
Mentor de almas, ¡Si que eres!
Caballero épico hacia donde fueres.

Efigie de Padre eres,
Égida maestra que siempre tienes
Personalidad donosa muestras
¡Si que eres! Obra maestra,
Emular tus pasos quisiera
Encandilar tu ego, no sé si pudiera.

Encomiar tu profesión quisiera,
Proferir sonidos de grandeza
Por tu noble vocación,
Y esa entrega de corazón.

LAMENTO MATERNAL

¡Mamá llora
Consumida por los pasos del fulgor incesante,
Su semblante me añora
Su olor me dice
¡No te vayas!
Su sombra blasfema tristeza
Sus ojos tienen charcos de recuerdos
Su miedo remese el tiempo
Su piel sondea ultratumbas fatales

¡Mamá llora!
Sentada en el diván andino,
Paralitica en la madeja del sufrimiento
Prendida de un lienzo quechua
En sus pasos espumean polvaredas de viernes

¡Mamá llora!
Junto al féretro de enero
Junto a la repisa de tu destino
Bebe pensamientos solitarios
Bebe el verbo ya conjugado
Su sangre tiene rabia
Rabia tiene su sangre

¡Mamá llora!
Prendida de mí pecho
Mi pecho prendida de ella
Su voz tiene canto épico
Resquebrajados por su desdicha

¡Mamá llora!
Y la recuerdo
Entre las vetustas ventanas de sus penas
Entre el paisaje desolador de la casa
Con la comparsa trágica que le susurra al oído

¡Mamá llora!

¡Mamá llora!

Ya sin mí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

UNA POESIA PRECOZ, PERO CON UN TRANSFONDO ESPECTACULAR