CESAR LUCHO VASCONCELLOS

14 noviembre 2009

Nació el 11 de setiembre de 1936 en la ex hacienda el Ingenio, distrito de Huaura. Durante muchos años laboró en el área administrativa del Municipio Provincial de Huaura, actualmente es cesante de dicha dependencia del Estado. Su afición de siempre ha sido escribir poesía, y lo hace con el seudónimo de Celuva. Desde el mes de julio del 2007, integra la Sociedad de Poetas y Narradores.


SEMBRADOR

Para tener buena cosecha
es importante que observes,
que la luna está de tu parte
y apliques mucha ciencia y arte.

Escoge buena semilla
y prepara bien el terreno
para que se haga realidad tu sueño
y sus frutos sean sanos y fuertes como su dueño.

Cuando aparezca el primer brote,
elimina las plagas y el gramalote,
suminístrale protección y alimento,
atención que debe ser oportuna y permanente.

Conforme crezca la planta,
observa su desarrollo, tanto de día como de noche,
cuando ya esté crecida necesita mayor cuidado
sino quieres perder lo que has sembrado.


Manuel Lucho Bedoya y Federico Marzal Choz


MI TIERRA NATAL

Hacer historia en versos, no me parece correcto,
Acercarse a la verdad, sí se puede, si se hace con afecto,
Cuántos relatos y cuentos, han quedado en el vacío
I es, porque toda la inspiración se las llevó el río.
En estos versos forzados, recuerdo mi vieja casona
Nido y cuna de mi familia, Sarapico y mamá Doma.
Domitila Vasconcellos Valdivia era la la mamá Doma,
Así mismo Sarapico, era Manuel Bedoya.

Eran los años cuarenta, cuando en la acequia matalachera
Los camarones nadaban junto a bagres y cachuelas.

Imagínate una tierra tan dulce como la cañan;
Nadie puede entender porqué se destruyó el trapiche
Generador de riqueza y de armonía social,
Ese pecado mortal, nunca será perdonado.
Noble es la tierra, noble sus trabajadores y noble su producción,
Ingenio guarda el recuerdo de una historia singular
Orgullo de quienes compartimos amistad y felicidad.

Familia en Ingenio: Federico Marzal La Rosa, Leandra Choz de Marzal, Benigno, Zoila, Federico, Francisca, María y Alicia Marzal Choz.


Galladita

!Alo!
!Alo!...!Galladita!...!Galladita!
un servicio por favor,
un servicio de transportes,
no contesta Galladita...
debe estar muy ocupado.

No transcurrió mucho tiempo,
y corría la triste noticia
Galladita... ha fallecido,
no puede ser mi hermano,
si ayer nomás me dio la mano.
Se ha apagado una voz,
se ha apagado una sonrisa
ya no habrá más alboroto
que tristes estarán, Rubelinda y Félix Soto.

Son testigos de sus bromas,
todas las calles de Huaura,
sus plazuelas y mercados,
y de lo que aqui se afirma,
puede, dar fe, el lejendario MEMATO.

A Memato saludaba,
lo menos cinco veces al dia
y Memato le decía
me saludas tantas veces...
seguro, porque tengo plata,
festejando la broma, entre calatos.

Igual cosa sucedia,
con Can Can, el capitán
que cuando a Galladita veía
le cobraba entre insultos mil dólares,
que imaginariamente le debía.

Galladita respondia con toda seguridad,
!La deuda ha sido honrada!
y Can Can, insistía, !Tramposo!
!Págame los mil dólares!

La deuda era el saludo
para animar el ambiente
y hacer creer a la gente
que eran hombres pudientes,
en el fondo se trataba
de una ilusión millonaria
y una broma amigable.

Jorge Dávila Delgado
era su nombre de pila,
del amigo que nos deja
una historia singular
en este pueblo Huaurino,
Cuna de la Libertad.

!Galladita!...!Galladita!
descansa en paz.

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