Una charla con don Manuel Guillermo Carmona Bazalar

11 mayo 2018

Por: Julio Solórzano Murga

Don Manuel Guillermo Carmona Bazalar fue además de poeta, un gran comentarista taurino, en una oportunidad en el mes de agosto del año 1976, en una conversación muy amena sobre las corridas de toros que se realizaban en Ámbar, me dijo si yo sabía algo de toros, cosa que le respondí que no, pero que me gustaría conocerlo, recuerdo al señor Carmona sentado en la oficina del diario Hoy, en la calle Adán Acevedo, junto al hotel “Belén” y a la tienda de don Marcos Quiroz, cerca a donde era el paradero para el hermoso pueblo de Ámbar.


Atentamente oía sobre las corridas de toros en la plaza de Acho, en la plaza de toros de Campo Alegre, pero él no quiso quedar ahí con la conversación, nos mando comprar una botella de Coca Cola familiar y luego nos hablo de los inicios del toreo en la edad media, de las prácticas de la lanzada o toreo a la jineta, actividad ejecutada por los caballeros feudales con el objeto de dar muerte a los toros desde su cabalgadura. Fue tal mi curiosidad por conocer algo mas del arte taurino que sentado ahí frente al maestro Manuel Guillermo, me sentía como si estuviera en una tarde de domingo en la plaza de toros, seguí escuchando como la propagación de estos festejos llamados también de cañas y toros, nos decía don Manuel, que el mismo emperador Carlos V, dio muerte a un toro de una lanzada en el coso taurino de Valladolid, en ocasión de la celebración del nacimiento de su hijo Felipe II.

Yo le preguntaba todo entusiasta sobre cómo y dónde fue la primera corrida de toros en América y me contesto todo gustoso y nos dijo que el primero de ellos fue en Venezuela, lo leí dijo en un libro denominado "Historia de las Indias", fue escrito por Fray Bartolomé de Las Casas, allá por los años 1515, y otra corrida muy importante fue la del año 1567 en Barquisimeto (Venezuela).

Eran ya casi las 7.00 de la noche y no quería levantarme de mi asiento, estaba emocionado de oír hablar de toros el maestro Carmona, pues lo único que me faltaba era verlo vestido de traje de luces, capa en mano y dribleando al toro ahí en el local del diario "Hoy" en la av. Adán Acevedo, si en la parte trasera donde servía de cochera para los carros de Ámbar (camiones expreso pulman) de propiedad de la familia ventocilla.

Es propicia la ocasión para decirles que por los años 1976 al 1978, yo llevaba mis poemas para que lo publicara el diario Hoy de nuestra ciudad.



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