“Voces del río de estrellas” Libro de Cuentos de Luis E. Aguilera.

01 septiembre 2015

Por Amelia Arellano  
Al ingresar a este “Río de Estrellas” nos encontramos con el río del viejo Heráclito: “Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña…” De este modo los contenidos tendrán distinta resonancia cada vez que uno acceda a él. Y no podemos hablar del texto, sin referirnos al autor: para los que lo conocemos, presenta su obra de un modo involuntario, ameno, espontáneo y apasionante, tal como  es en su misma cotidianidad.
 La primera pregunta que puede plantearse el lector es: ¿Cuál es la nacionalidad, de Luis Aguilera?, el autor. Podríamos arriesgar que es de Buenos Aires, de Catamarca, del bello San Juan… La realidad es que este hombre en tan Argentino, como Chileno y desde este lugar fundamentalmente Latinoamericano. Tan particular como universal.
 También podríamos decir que es un narrador nato, pero también un poeta que escribe prosa… o más aún, un novelista que divide su obra en tres textos, pero lo seguro, lo evidente, es un narrador de ciudades, ya lo había demostrado en obras anteriores. No sólo describe a la perfección los olores, los sonidos, los matices, los colores que hacen a nuestra identidad sino que se asoma al alma de sus personajes, se introduce y nos introduce en ellos.
 Indaga, busca, recorre, los rincones de cada ciudad, como buscando la amante, amores, y lo narra con la pasión de la tierra, de la raíz y la rama, de la flor y el fruto.  Con el movimiento del río, tal como si fuera un río, de penetrante y aguda observación, digno de ubicarse entre los mejores autores costumbristas.
 En su estilo realista, hay episodios tan bien narrados que nos dejan meditando. Pero la reflexión no basta, se impone que el protagonista se ponga el traje del escritor y viceversa.
 El personaje se transforma, se hace otro, se adhiere al lector como una segunda piel. Y estremece… sacude… conmueve.
 Todo el texto es un caleidoscopio sorprendente que despierta sensaciones, según la óptica de la cual se le mire, y lo que realmente importa no es el final feliz en sí mismo, sino las múltiples experiencias de sus personajes y vicisitudes.
 Y el autor dice palabras y calla otras.
 ** “Yo podría decir…”
  “Cuando la tristeza quiere atraparlo”, “surge la inmortal Marianela…” “Yo podría decirte, yendo al ocaso, que te llevo prendida a mi costado, latido imprescindible…!”*
 Y en Tinogasta la sensualidad toma nombre de mujer: “Yo podría decir, que estoy mirando la ciudad sumergida que te guarda…”
 Y finalmente Monteros y María de los Ángeles: “Yo podría decir que caen al abismo de tu sueño ángeles grises y palabras lentas y rosas musicales y profundas…”
 “Yo podría decir…
Y sería verdad, como una estrella,”  **
 **“Poemas para decir muchas cosas”, de Vicente Barbieri.
 Amelia Arellano
 Vive en San Luis (República Argentina), escritora, ha publicado narrativa, ensayo y poesía.
Lic. en Psicología –Psicóloga Social–. Colabora como escritora en medios locales, nacionales e internacionales. También en  sitios web nacionales e internacionales. Sus producciones han sido traducidas al inglés, alemán, italiano y catalán. Ha ganado premios y distinciones nacionales y provinciales e internacionales, con jurados tales como Osvaldo Bayer, Horacio Salas, Tununa Mercado, Jorge Brega. Se identifica con los movimientos de género y los de reivindicación de las culturas populares. Cree que el rol del escritor debe ser dinámico y comprometido. Su tema de preocupación siempre ha sido el de la identidad.  Socia Fundadora y Presidente actual del “Movimiento Cultural Poetas del Exilio”.

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