“De repente…el poema.

19 agosto 2015

Comentar el libro de un poeta consagrado como el maestro Héctor Rosas Padilla, la responsabilidad y el nerviosismo se confunden en todo presentador que admira el trabajo literario del poeta a presentar.
Tengo hoy  la oportunidad  de  presentar el libro “De repente…el poema”, de nuestro querido y gran amigo Héctor Rosas Padilla, uno de los poetas mas representativos de la Región Lima y de la provincia de Cañete, con muchos, muchos años de residencia en California, Estados Unidos de América.

Cuando el maestro Héctor Rosas Padilla entrega en mis manos este bello libro, pude darme cuenta del valor intelectual del poeta, del compromiso literario con su adorada Madre y su querido pueblo, que a pesar de la distancia siempre los lleva muy presente en su corazón y mente. Cuando un poeta escribe versos a su progenitora y al pueblo donde dio su primer llanto al nacer, rememora días vividos, momentos únicos en la vida que siempre estarán vivos en la mente del poeta, el vate en la presentación de su obra escribe:

¡Qué grande y asombrosa fue mi madre! Asombrosa por su manera de amar a sus hijos, como solamente las gaviotas aman el mar. Por perdonarnos cuantas veces le hacíamos llorar lágrimas de sangre. Asombrosa por defendernos como una leona de la envidia y la avaricia. Por convertir los pedregales en campos de tubérculos para que el pan no faltara en nuestras mesa. Pero fue más asombrosa aún porque no sabiendo leer ni escribir fue luz en mi camino, y luchó a la par con mi padre para que no solamente aprendiéramos lo que ella no sabía, sino para que fuéramos personas ilustradas.

De repente…el poema, es la obra que marcará un hito en la historia literaria del autor, con una impecable edición, un poemario que consta de 56 páginas y conformada por 26 poemas, que forman parte del testimonio poético del autor. Héctor Rosas Padilla asume el rol protagónico de Poeta y educador en este libro donde se puede evidenciar su compromiso social con su pueblo y su gente.

Rosas Padilla como un gran literato es también un excelente Fotógrafo y Periodista egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, como poeta escribe con el alma, sus versos penetran como espada de doble filo al inconsciente del lector, en su primera obra literaria editada por la casa editorial Palibrio, el ensayo “La  Educación y los Hispanos en los Estados Unidos de América”, nos habla sobre la nueva visión del trabajo social en los educadores, de igual manera el escritor y filosofo peruano José Pablo Quevedo en su última obra titulado “Torsos de la Guerra” escribe que para el desarrollo integral y sostenible de los pueblos, se requiere de una buena educación, solo así tendremos una excelente sociedad.

El escritor peruano- escocés Dr. Jorge Aliaga Cacho en el prologo que le hace al libro escribe:

De repente, el poema es un libro valiente, sin mordazas, es una lección de compromiso social que debieran tener los cultores literarios en nuestra patria. Y el poeta no espera a nadie en este parque sin pálpitos pero conoce de memoria a todas sus sombras, como lo dice en uno de sus poemas. Este poemario es un canto a la tierra nuestra, nostalgia, añoranza a Cochahuasí, Huayabamba, Rodríguez de Mendoza, sinónimos del paraíso. Pero también es comprobar que el país reza a un dios ensordecido donde viven niños con rostros sin auroras. Así lo denuncia el poeta.

La cita poética con el autor se  inicia con este gran poema de corte social “Sodoma y Gomorra”  donde a manera de reflexión escribe:

 Adoré ídolos y cautivé a vírgenes que dejaron de serlo en las orillas de arcilla del Mar Muerto.
Estuve en los templos que fueron sus prostíbulos de cada día.

Toqué la cítara en ciudades como éstas del siglo veintiuno
Donde su hedor a corrupción me trae la memoria de las últimas noches de Sodoma y Gomorra. (Pág. 15)

Así mismo el poeta cumpliendo con deslinde social trae a la palestra algunas vivencias que a menudo sucede en la vida juvenil de todo hombre, donde el mozuelo farandulero se entre a pasiones desbordantes ante la presencia de las mujeres noctambulas de San Francisco.

Como un grillo de la noche canté enternecido a las miradas azul-sueño de las muchachas y a sus labios modelados con cerezas y a sus caderas redondas como un balón de fútbol. Pero todo fue inútil inútiles las palabras cortadas de los rosales inútil la noche de luna y los suspiros inútil el punto de luz de la luciérnaga.

Las muchachas que deambulaban por las colinas de San Francisco y vibraban con el ruido de las guitarras eléctricas pensaron que yo era realmente un grillo e inmisericordes me pusieron los zapatos encima. (Poema: Muchachas de San Francisco)Pág. 16.

La poesía Romántica no puede estar ausente en la pluma del poeta Héctor Rosas, en sus poemas “Noches Chorrillanas” Pág. 17, “Girl” Pág. 18 y “Julieta”  Pág. 20, así lo manifiesta.

A ellos, a los mozuelos de los que hicieron pedacitos sus ilusiones y devoraron en los parques del desamor de Chorrillos, devolvedles, muchachas, sus caricias desenfrenadas, devolvedles sus rosas de plástico y los helados de fresa con los que atemperaron su pasión, devolvedles el cuerpo y el alma a los que sucumbieron entre sus muslos de fuego. (Poema Noches Chorrillanas)

No es necesario tenerte en mis sueños para saber cómo serás ni cuáles son los paraísos qué prefieres para dejar caer tus gemidos.
Tendrás cabellos rubios seducción como tu voz y ojos azules  como las cien y una noches de placer que dormitan en tu memoria. (Poema Girl)

Al diablo con la magnolia que dices se dibuja en tu rostro con las mariposas que comparas con tus manos, tus pies no son los peces que sueña el mar y tu cabellera no se desprendió de ninguna noche.
Al diablo con los pájaros ciegos que te dijeron que tu cuerpo era un cerezo vestido de flores lo que más desean de ti los felinos no son tus labios. (Poema Julieta)

Como todo buen provinciano que añora su pueblo, el poeta Héctor Rosas dedica hermosos poemas a su natal Cañete, a la tierra amada que lo vio nacer,  a Cochahuasi, caserío cañetano donde vio la luz de la vida (1951)

Cochahuasi como todo caserío de mi país/ No tiene trenes que se deslicen bajo el mar/ Ni un Golden Gate imponente y complicado/ como la vida en los barrios de color.

 Tampoco tiene edificios que hagan de puente/ Entre la tierra y el cielo/ Solo casas de adobe que aduras pena/ Se alejan un poco del polvo/ y de los charcos de sudor de mi gente. (Poema, Homenaje a un caserío de Cañete) Pág. 21.

Todavía corre el riachuelo que nos dejó su frescura en la piel como los besos de las brisas marinas. En sus orillas todavía se hinchan caballos y jumentos con la hierba que nunca será mala (para deshojar los días sobre ella) y muy cerca de su único puente se alza la capilla a la que jamás necesitamos entrar para golpearnos el pecho. (Poema Frente al Riachuelo de mi niñez en Cochahuasi Cañete) Pág. 23.

¿Por qué morir en Madrid como si no hubieran otros lares de tulipanes y poesía donde dejar este armazón de huesos? ¿O por qué morir un jueves bajo un aguacero afrancesado? ¿Por qué no cerrar los ojos donde muero por morir y ansío que me sepulten bajo su cielo de membrillos? Donde los caminos conocen mis pasos andariegos y la luna está al alcance de los amantes furtivos. 

Donde las noches se tiñen con los higos maduros y el sol rueda por las villas como una naranja en llamas. ¿Por qué no morir en Cañete frente a esos manantiales que descubría en los ojos de las muchachas de mi pueblo? (Poema Morir en Cañete) Pág. 25.

Versos profundos del poeta Héctor Rosas, con calor y aroma de la tierra que lo vio nacer, el poeta plasma en este libro sus vivencias con mucho amor y dedicación, acreditando para la historia literaria de su bello Cañete, un legado cultural que enriquecerá el acerbo literario  de su provincia y  la región Lima

El poeta Pablo Neruda escribió estos versos sobre la poesía:

Y  fue  a esa edad... Llegó la poesía / a buscarme. No sé, no sé de dónde salió, / de invierno o / río.
No sé cómo ni cuándo, / no, no eran voces, no eran / palabras, ni silencio, / pero desde una calle me llamaba, / desde las ramas de la noche, / de pronto entre los otros, / entre fuegos violentos / o regresando solo, / allí estaba sin rostro y me tocaba.

Nuestro poeta cañetano también le rinde pleitesía a la bella poesía y escribe en la página 29 el poema La Poesía:

Es la hora en que la sangre bulle como la tinta en el lapicero la hora en que te invoco y tú no te haces esperar.
Entonces te vas conmigo al lecho de brasas y azucenas donde te desnudas y me desnudo.
Eres una ciruela fuera de su cáscara.
Una ciruela opresa en mis labios.
Una fruta nocherniega gimiendo y tiritando de pasión.
Entonces me pides que te convierta en palabras que te tienda en la página para hacer el amor.

Pero Héctor Rosas no sólo escribe sobre su madre, su pueblo, el universo en el que transcurrió su infancia. Su pluma va más allá. Todo lo que le conmueve o afecta en su camino (pedregoso o asfaltado) es motivo de inspiración para él. Nada escapa de sus ojos. Escribe acerca de lo que a veces es insignificante para lo demás o lo que ya perdió importancia para los otros poetas. Escribe sobre los desheredados de su país que comenzó a ver desde que tuvo uso de razón. Ah, y también escribe sobre el mal olor que destila nuestra sociedad y de los eternos verdugos del pueblo.

A continuación un extracto de su poema  QUE TE HICIERON PAÍS: (Pág. 45)

Qué te hicieron país que hoy he caminado con mi angustia
 Por tus avenidas de la indigencia
Y no pude dejar escapar mi dolor
 Al verte hundiendo las manos en el vacío de los tachos de basura
Escupiendo tisis / rezando a un Dios ensordecido  
Por los rugidos de los automóviles y las peroratas
De la corrupción…

El poeta Rosas Padilla a querido cerrar con broche de oro su poemario considerando tres de sus poemas escritos en California, publicados en la antología Española “Sin Ambages”

Hay quienes hacen alarde de poseer la casa más hermosa del condado.
Yo nunca sostendré que mi casa apunta a ser una magnolia porque no me importa si el hiding place donde recibo por igual al verano y el invierno es el menos hermoso de la tierra. Me basta que sus alrededores sean el delirio de los hummingbird y las ardillas que se hinchan con las semillas y la paz que ahí mana a borbotones (Poema La casa del poeta)Pag. 51.

Ahora soy el que no deja desguarnecida un instante su espalda.
El que huye de la lengua de los que cucharean en mi mesa o dibujan sus labios en mis mejillas.
El que no quiere saber nada con los clubes y cofradías, nada con los partidos ni con sus líderes que no están seguros si Platón es una leyenda del fútbol o simplemente una vajilla de gran dimensión. (Poema Ahora Soy) Pág. 52.

Porque eres olvido que persiste en ser recuerdo te traigo del pasado para que seas presente por un instante, luego te invitaré a entrar a mi pasado porque de ninguna manera te quiero conmigo en mi futuro. (Poema Juego de Tiempos) Pág. 53.

Quiero terminar esta presentación del libro “De repente… el poema”  de un gran poeta,  y periodista cañetano Héctor Rosas Padilla, agradeciendo la confianza depositada en mi persona para presentar a la sociedad literaria esta obra donde su autor escribe con el alma, nos habla con el corazón y alumbra con su sabiduría el camino a seguir.

Amigos, la literatura cañetana y regional esta de fiesta hoy 15 de agosto de 2015, un gran representante de ella está aquí en Imperial con nosotros, entregando su ultima producción literaria, “De repente…el poema” sale hoy a la luz para ser la preferida de todo amante a la lectura.

Gracias Maestro Héctor Rosas Padilla, por permitirme ser testigo del nacimiento de su bello hijo literario, donde De repente …el poema será la cura para el stress que padece el mundo.  
  
Huacho 15 de Agosto de 2015                                                                                                                                      
  Julio Solórzano Murga




1 comentario:

orlando ordóñez santos dijo...

Saludos Julio,gracias por las pinceladas letradas sobre nuestro fraterno e ilustre: Héctor Rosas, a través de ello, conocemos su acendrado cariño telúrico e indesmayable constancia de sembrador luminoso de palabras en las extensas praderas de la cultura. Me adhiero a tal homenaje -nunca es tarde-. Mi abrazo Julio.