El dictado de Maury. Poeta de Santiago de Cuba, Maury Hernández‏

16 abril 2015

Cada mañana el santiaguero Maury Hernández Correoso se levanta sobreponiéndose a las adversidades de la vida, sin rendirse, buscando fórmulas, vías y métodos para seguir adelante, a pesar de los tropiezos del destino que junto a las zancadillas también entrega premios a los más tenaces.
 Este es el caso del jovial Maury para quien la discapacidad visual no ha sido un obstáculo en su realización personal; así lo demuestra el galardón obtenido en el   Concurso Internacional de Literatura  Tiflos, auspiciado por  La Once, que es la Organización de los  Ciegos Españoles.
 Los  merecimientos del Jurado lo favorecieron con el  segundo lugar especial en poesía por su poemario Lo Que Dicto, título que igualmente lleva uno de los poemas en donde refiere su manera de escribir que es dictando sus ideas, sentimientos e inspiraciones, pues no pudo alfabetizarse en Braille al perder la sensibilidad de sus dedos.
 Refiere el bardo moreno que el libro está estructurado en dos partes, una que se llama  Tejer Alas a la Noche y que tiene que ver con su condición de invidente, a partir de una creación que le dedicó a su bastón, la otra sección contiene textos de carácter social, amoroso y  ofrendados a la mujer.
 Durante el fluido diálogo con el nobel poeta nos explica que son 30 poesías las de su volumen, sintiendo particular  apego en  Lo Que  Dicto  porque retrata la singular manera de concretar sus imaginaciones, luego de recordar una y otra vez  las reflexiones que irá modificando hasta  aprenderlas de memoria.
 Tengo que hacer un gran esfuerzo mental para dictar lo que ya he concebido, que no es de una forma sencilla  y sí con un gran cariño, el  argumento dice al final: “ Es un parto hermoso, difícil, es mi aliento que escapa  pero que logro atraparlo, logro hacerlo  palabras, entonces, entregar de esa manera mi verso”.
 He  tenido varios calígrafos, mi esposa por ejemplo ha trabajado conmigo, una compañera cuyo nombre no recuerdo en estos momentos, le  he dictado a una grabadora y finalmente al compañero Ulises Pérez, ciego igual que yo y que  es quien dirige la Sala para Discapacitados( Braille) de la  Biblioteca Elvira Cape.
 Esta es la manera que tengo de presentar mis creaciones refiere Maury, me gusta porque ayuda a conservar la mente fresca, es un antídoto contra el alzheimer, es mi forma   de escribir, por eso el nombre  Lo que Dicto, yo digo lo que pienso, después siempre necesita algún retoque y me socorren  mis compañeros del Taller Literario que me han ayudado mucho, ellos son junto conmigo los artífices de este premio, desde las aulas de poesía que dirige el poeta  Reynaldo García  Blanco.
 Cuando perdí la visión y mis planes comenzaron a troncharse busqué una vía de suplir lo que no me era posible hacer, ya tenía inquietudes literarias pues hacía una poesía familiar a mi esposa en nuestros aniversarios, para decirle de una manera más bonita mi pasión hacia ella, sin pretensiones de ningún tipo, después decidí tomarlo en serio y hoy puedo hacer poemas y narrativa.
Todo esto ocurre cuando regreso a Santiago luego de  varios años de impartir asignaturas técnicas en la Isla de la Juventud  y  decido entonces  hacerle  un poemario a la ciudad que se  llama  “De Vuelta al Barrio”, es  el canto que le ofrezco al   barrio cuando retorno a él, son los recuerdos de la infancia y de la  juventud. Igualmente  en la compilación hay una propuesta  que denominé “ Humilde  Adulación a mi Ciudad”.
 En este caso le  expreso a la  villa de los cinco siglos que retorno a ella  ya sin luz, sin verla, pero amándola y diciéndole, que a dónde puedo ir que no sea aquí a esta ciudad donde no cansan las pendientes, donde el calor nos siembra ganas, donde los boleros anidan en los balcones, donde se tejen muros de son y de guarachas, a esta ciudad donde el último día le regala a la brisa un canto de impaciencia y el pabellón  amado en esos fines de año. Este es mi regalo para Santiago de Cuba por su cumpleaños 500.
 Las emocionadas palabras de Maury una y otra vez demostraban su afecto por la urbe santiaguera, a sus moradores les pedía que la cuiden y la amen como él y que tengan en cuenta a las personas discapacitadas que en ella viven, porque el mundo no se acaba cuando se deja de ver, de caminar ó de  escuchar. El mundo puede empezar en ese momento, se  logran conquistar premios y  además se gana vida, por eso por estar vivo, ahora organiza el proyecto socio-cultural  A  La Zaga de  Homero destinado a llamar la   atención de los decisores para las personas con discapacidad.

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