NEMESIO CABRERA SEDANO

13 marzo 2015

NEMESIO CABRERA SEDANO.  Nacido en el bello pueblo de Canta. trabajó por muchos en la docencia como profesor de Comunicación en la I. E. E. Agropecuario Industrial Nº 09 de su tierra natal. Actualmente está jubilado del magisterio, residiendo en el distrito de Comás (Lima).
Escribió poesías desde su juventud, no se cansa de rendirle tributo a la tierra que lo vio nacer, Pariamarca Canta.







PAISAJE CANTEÑO

Desde la cumbre de Yaguán
te estoy divisando como un ave
condenado, perseguido
por el silencio.

Esta es la hora que duerme
nuestro río chillón en su recorrido,
que baja desde la laguna de chuchún
hasta mi esperanza.

Esta es la hora que las aguas
de los manantiales se van marchando,
como vidrios deshechos en los arroyos.


PAPITA CANTEÑA

Mis campos se visten de morado
cuando las flores han crecido
con el grito del gañán.

Seguro que producirás papita,
en los surcos sembrados
por voces femeninas y enfloradas.

Papita abierta y arenosa,
es el canto de las mujeres
cuando van dejando la semilla
en sus pies descalzos.

Chicha para las papitas llorosas
y para la cruz que cuidará
la sementera en su sequía.


REVOLUCIÓN

Déjame levantar mis brazos
que están caídos con mis letras
ensangrentadas en la historia del verano.

Déjame escribir mis estrofas
en estas líneas que todo es tormenta
entre los ríos bravos de muy poca agua
en sus manantiales.

Déjame desarmarme con mis letras
y olvidarme de aquellos huesos astillados,
oxidados en los campos de batallas
y de los muertos enterrados y desaparecidos.

Déjame escupirle a los traidores y cobardes
que han envenenado el alma a todos
los adolescentes que quieren a su patria de hoy
y de siempre, engañada.

Déjame construir un porvenir mejor
con la nueva juventud golpeada y sufrida
que mira a los criminales
que ensangrentaron nuestra patria.

A los hermanos estudiosos pueblerinos
a los hermanos futuros del país
a los hermanos pobres de la tierra
a los hermanos de verdes esperanzas.

Pero nosotros no somos seres extraños
y siempre diremos en toda estación,
¿viva la revolución en los libros!
y viva la cantuta florida.


LA ÚLTIMA LLUVIA

Mirando el verdor de mi pueblo
me puse a pensar en la última
lluvia de mis versos.
Caía en las rocas y en las sombras
y en el olvido de algodón y humo.
luego se alejó la lluvia.
Y me hice manantial de amaneceres.
y me hice fulgurante
de la tarde.


PARIAMARCA

Pueblito de paisajes hermosos
y de brazos fuertes en los ojos
de nuestra provincia.

Es el pueblo antiguo
de nuestra zona provinciana,
en la rica historia recordada
y leída de mi voz presente.

En tu gente trabajadora
corre la sangre de los primeros
pobladores andinos.

Por eso camino con mis dulces
letras sabedoras,
por los diferentes maizales
de mi tierra pariamarquina.

Tierra de crepúsculos,
tierra de amaneceres.

A MIS AMIGOS

Hemos escuchado el canto
de los gorriones en los campos,
ahora miro entristecido
que ya no están los amigos
que jugábamos en los alfalfares.

Solo quedan las sombras
de las nubes blancas en la ausencia
de un río seco

Pero sigo viviendo
en los olfatos de aquellos animales,
que rumiaban en los terrenos
pantanosos de totorales.

EL TRÉBOL VERDOSO

Está creciendo el trébol
lleno de rocío
en el invierno.

Es enero en las hojas verdes
de la lluvia,
y los hombres se alegran
en sus chacras.

De tres y cuatro hojitas
baila con el viento,
duerme la tarde en el trébol
y en mi corazón también

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