Historia del Pavo en la Cena Navideña.

17 diciembre 2014

Las familias cristianas acostumbran reunirse en la noche del 24 de diciembre, en víspera a la Navidad, y compartir una abundante cena.


En ella, se acostumbra comer como plato central al pavo y otras guarniciones, dependiendo de la costumbre de cada familia. Y es que no es una cena cualquiera, es una distinta al de todos los días pues se celebra, el nacimiento del Hijo de Dios.

Historia:

Los romanos acostumbraban organizar banquetes en honor a Saturno, dios de la agricultura. En estas reuniones, comían y bebían hasta la madrugada.

Pero, en el año 354, cuando el obispo romano Liberio ordenó que el 25 de diciembre se celebre la Navidad, se inició la tradición de cenar en esa fecha. Inicialmente, no solo se preparaban los platos para la noche del 24 de diciembre, sino también para los días siguientes hasta el 6 de enero.

Durante la Edad Media en Inglaterra, los banquetes comenzaban a las 10 de la mañana y se prolongaban hasta el día siguiente. La cena de Navidad varió en el mundo de acuerdo con el país, pues generalmente en cada zona se preparan platos típicos.
La Tradición de la Cena:
La cena de Navidad consiste en el pavo al horno (aunque en el Perú hay gente que gusta de comer lechón), chocolate caliente, panetón, puré de manzana y algunos otros acompañantes que la familia puede agregar.  La noche es acompañada por los villancicos y en las calles, un sin fin de fuegos artificiales iluminan la noche, celebrando la llegada del Niño Dios.

A las 12, todos alzan sus copas y brindan con champagne, en medio de calurosos abrazos y deseando los mejores éxitos entre los miembros de la familia. Luego, el Divino Niño es colocado en el pesebre (usualmente, son los más pequeños del hogar quienes lo hacen) para posteriormente servir la cena navideña, en medio del calor familiar que se matizará con diálogos y anécdotas.

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