PONENCIA PARA EL II ENCUENTRO INTERNACIONAL “JOSÉ PABLO QUEVEDO

29 agosto 2014

PONENCIA PARA EL II ENCUENTRO INTERNACIONAL
“JOSÉ PABLO QUEVEDO”
 
Huacho (Perú), agosto/2014.
 


La relación entre Filosofía y Literatura: El acto regresivo del conocimiento. La actividad regresiva, repetitiva y diferente, en la dialéctica para el conocimiento y para el cambio. Formas de regresiones diferenciadas.
Arte Regresivo: Reflejo-contemplación-reflexión-superación en su unidad diversa en un tiempo y una época.
 
Para esta Ponencia, se han empleado algunos ejemplos aportados por otros poetas y autores.

 
I.
Nota introductoria a la Ponencia
sobre la relación entre Filosofía y Literatura. 
 

Hace algunos años, sacamos a la luz un libro de poesías conjuntamente con el Escritor y Filósofo peruano Raúl Gálvez Cuéllar, llamado Arte Regresivo (1); todo ello, después de haber tenido una correspondencia nutrida de intercambio intelectual desde algunos años atrás.
Desde entonces, tenía en mente sacar un libro de filosofía relacionado con la literatura sobre “La regresión repetitiva diferente“; pero, para ello, necesitaba contar con un material abundante, nuevo y global, que necesitaba procesar dentro de mis propios conceptos. La correspondencia con Raúl Gálvez Cuéllar, habla sobre esos deseos, y con ellos, saqué un libro llamado “Intercontinental diálogo entre dos orillas“, para el ‘Evento Internacional Raúl Gálvez Cuéllar’, celebrado en Huacho (Perú) en agosto de 2012.
En muchos espacios de nuestra correspondencia, dejamos reflejado el intercambio de ideas sobre los conceptos y la terminología a emplear en estos trabajos filosóficos y estético-literarios. 
En muchas otras cartas, que hice llegar también a otros muchos amigos literatos, poetas y críticos de literatura de América Latina e Europa, me explayé abiertamente en algunos de estos conceptos.
Tanto con anterioridad como posteriormente a dicha publicación (‘Intercontinental’), salieron algunos aportes sobre Arte Regresivo (AR), como estudios, ensayos, cuestiones críticas y hasta llegamos a publicar poemas con relación a esta tendencia literaria de vanguardia.
Muchos de esos trabajos conceptuales también fueron publicados en diversas páginas web, como la de ‘Poetas del Mundo’ (PPdM), ‘Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía’ (POETAP), Isla Negra,  ‘Sociedad de Escritores de Huacho’ (SEEH), etc., y en una revista de prestigio como es ‘Alhucema’, que se edita en España. El ‘espíritu’ de Arte Regresivo también fue llevado a varias antologías, que fueron preparadas para la ‘Cita de la Poesía Berlín-Latinoamérica 2010’, y para otra editada con ‘Poetas del Mundo’, dentro de un Evento Internacional en tierras mapuches en 2009.
En mis diferentes viajes a México, gracias a las invitaciones que me hizo llegar el poeta salamanquino Roberto Hurtado, pude ofrecer en diversas universidades y centros culturales de ese país hermano, una serie de conferencias sobre las relaciones entre la Filosofía y la Literatura, las cuales venía madurando en varios de mis análisis filosóficos, dentro de un trabajo sistematizado.
El trabajo filosófico requiere de la investigación y requiere también de un trabajo sistemático e interdisciplinario, del aporte de muchas ideas, requiere de  confrontación con muchas otras realidades; ello es como un arte elevado, algo que no nace espontáneo y en el momento, pues es una teoría que hay que comprobar directamente en la práctica. 

II.
La relación entre Filosofía y Literatura.
 

Cuando empecé a percibir lo que el tiempo había depositado sobre un banco de arena, en una de las playas de la costa peruana, y que era una gran escultura de roca que semejaba a una ‘catedral’, también me di cuenta que el tiempo había empezado su realización desde hace 200 millones de años; es decir, algo breve desde el inicio físico del tiempo en su andar transmutado, pero apenas un segundo en el sentido del conocimiento consciente de la Humanidad.
Sin duda, en el lapso de muchos millones de años, el tiempo había forjado esa obra maestra, pero también reconocí que la misma había cambiado permanentemente, cuando en los años posteriores y como consecuencia de un terremoto, aquella ‘catedral’ se desprendió de la montaña que la sostenía, quedando de ella solamente un pequeño islote ante el mar que lo bañaba continuamente; y, nuevamente, al observarla me pareció esa “primera obra” del tiempo, casi la de una “esfinge“ rota…
Entonces, deduje que las formas plásticas tenían solamente algunos elementos de un trabajo anterior. Esa obra, ahora, era otra en el sentido de un reconocimiento histórico-artístico, que había sido creada con las distintas  construcciones-destrucciones que el tiempo hace en todas las cosas.
Así, la obra siempre era otra; y era definitivamente cambiante, siendo por ello mismo que surgiera la idea de que la relación temporal que surgía del mismo objeto mutante, siempre era otro. También me di cuenta que el tiempo siempre cambiaba de rostro; no sabía si éste era adulto, mancebo o un niño o un anciano, pero sí sabía que tenía la alegría de crear y de transformarse permanentemente y hacerse diverso. Con ese mutar constante, creaba las ilusiones de la vida y las ilusiones en las mentes de los hombres; y éstos las reflejaban de diferentes maneras.
En todo caso, el tiempo ahí representado en la naturaleza, tenía su propio laboratorio: la diversidad, diferente, y cuya percepción histórica solamente la podíamos entender con un método del conocimiento dialéctico, de la regresión diferente, que era algo como meterse en la cámara del tiempo para retrotraer un objeto en sus diversas secuencias evolutivas, para compararlo en sus diversas unidades y en sus formas de desarrollo. 
Y la percepción de todos estos cambios es como las huellas constantes que ‘alguien deja sobre la arena y el poeta se las lleva’ (usando las palabras del poeta alemán Hartmut Sörgel, del “Poemario de poesía visual”, Berlín 2005).
Entonces, se me vino la idea de querer percibir algunos de los otros rostros anteriores a ese tiempo (poética o artísticamente), para lo cual me valí de la teoría y del método dialéctico; es decir, de la dialéctica en regresión repetitiva y diferente (la repetición diferente), un instrumental revolucionario, el cual -con sus categorías flexibles- sabe ampliar o engrosar la mira del conocimiento humano y así poder facilitar y diferenciar las cosas que creemos “eternamente fijas“. Y eso era como ver el tiempo concatenado en su unidad temporal, en lo que fue y es o en lo que está convertido; y en su devenir, es decir, lo que devendrá después y que no será lo mismo. Para esta nueva intención, hice reflexiones comparativas, esquemas y varios  análisis literarios sobre poetas y poesías.

Los nuevos instrumentos creados por la ciencia y la técnica moderna fueron valiosos para zanjar esta intención: hacer las respectivas comparaciones que el tiempo natural y social había transformado a su paso. Esta misma manera de pensar, era como introducirse en un río que fluía constantemente y mostraba las riberas en su construcción y destrucción permanentes, donde todo fluía y cambiaba, tal como lo consideraba el filósofo griego Heráclito.
Los rostros del tiempo fueron apareciendo, construidos como en una labor conjunta de un geólogo, un antropólogo, un ingeniero, un historiador, un cirujano, un literato, etc. Reconstruir las obras del tiempo es ir en cuenta regresiva para hallar todas las unidades de una biografía relacionada y diversa de un objeto.

El tiempo con este instrumental dialéctico -en nuestra percepción literaria- también lo observamos en su unidad diversa, y él nos mostraba los diferentes estilos y formas de escribir; él iba calificando y descalificando algunas formas escriturales que se ligaban a cada época, las que se hicieron incompetentes ante la vida y después pasaron a formar los basureros de la historia; otras que se arraigaron y resistieron y aún permanecen como árboles florecidos de vida; también los nuevos contenidos y formas escriturales que se incrementaron en los tiempos modernos, que son obras magistrales y trascendentes, y las que son la copia de la copia de la copia, y por lo mismo sin vida y sin resistencia.
Con el ejemplo plástico que hizo el tiempo en su propia obra natural y evolutiva, queremos caracterizar a la UNIDAD del TIEMPO histórico, y esta unidad también diferenciada, refleja su diversidad histórica repetitiva regresiva, porque el tiempo también se refleja en sus diferentes momentos (historias cambiantes), en su fluir-devenir.

El tiempo se hace viejo y se hace joven, se hace adulto y pasa a hacerse niño; tiene una trasmutación y hasta miles de rostros que nos hace difícil definirlo, pues es materia que cambia y se transforma en energía, o energía que va transformándose en materia, y ésta en sus diferentes formas de movimiento. Pero el ser humano ha aprendido a grabarlo en su memoria colectiva, y esa parte subjetiva del hombre se reproduce permanentemente en sus esencias repetitivas diferentes, según las épocas.
Como bien sabemos, el tiempo es una forma de existencia del movimiento natural y social; y, para percibirlo, hay que adecuar el estudio de la lógica de desarrollo en base a las contradicciones que van apareciendo. En la UNIDAD de ese movimiento natural y social está contenido a la vez el pasado, el presente y el germen del futuro; esto podemos apreciarlo mejor, teniendo como base la dialéctica en su proyección y “conocimiento regresivo, repetitivo y diferenciado". Es decir, que estaremos hablando de la repetición diferente.

La relación de la unidad histórica del tiempo objetivo.
El periodista peruano César Hildebrandt, escribe en el Diario "La Primera" de 26 de marzo de 2008: "Cuatro mil oceanógrafos reunidos en los Estados Unidos han llegado a la conclusión de que, si todo sigue así, el Polo Norte habrá desaparecido en el año 2020"… Al mismo tiempo, hoy los noticiarios advierten del deshielo polar, de la rotura de gigantescos bloques de hielo que alcanzan longitudes de cuarenta kilómetros.
La humanidad tampoco aprendió la lección de la maravilla natural de ‘Pamukkale’, en Turquía, donde hay un enorme peñasco blanco con piletas esculpidas por la naturaleza llena de agua y con partes congeladas donde se baña la gente. ‘Pamukkale’ es un constante fluir de aguas térmicas que desde el subsuelo provocan derrames de carbonato de calcio, que al solidificarse en la superficie, configuran un paisaje fascinante, con escalones que cambian de color conforme a la luz solar. Estas huellas estratificadas y sedimentadas son causadas por una erosión lineal regresiva de dinámica continua y diferente.

La "segunda naturaleza" creada por el desarrollo de las fuerzas productivas con el proceso de desarrollo industrial y que ha causado y causa la explotación inconmensurable de recursos, ha formado una segunda piel artificial en la Tierra, la capa de ozono, que nos ha llevado al recalentamiento planetario, con sus alarmantes connotaciones globales.
El acto regresivo dialéctico del conocimiento nos enseña cómo este ser, llamado “civilizado”, no aprendió a tratar la Naturaleza, a usar inteligentemente sus recursos; antes bien, su codicia lo llevó a talar inmensos territorios de árboles, a devastar diversas especies de otros seres que él llama ‘animales’, a contaminar las selvas vírgenes, etc., etc. Y este proceso aún continúa en nuestros días.  Aquí, la percepción del escritor es visualizar el futuro, analizando la relación entre el pasado y el presente, dentro de la perspectiva del devenir de nuestro planeta. (De la correspondencia entre RGC/JPQ durante 2009-2010).
Leamos los versos del poeta alemán Jüergen Polinske, de su libro: Infinitamente azul y sabor a cacao:

¿Regional?... Global: si círculos pueden terminar
¿dónde han empezado?...
Si bien el Amazonas no empieza,
el Orinoco no es el último, pero ellos regresan
y vuelven a la fuente
tomando diversos caminos,
aún los de los cielos,
y al unirse con todas las aguas
entre el Río Grande del Norte
y el Río Grande del Sur,
aunque sea solamente en un punto de tiempo,
ningún bote baila sobre las olas;
quizá una canoa,
pero ningún arca
que no se llena y se hunde…
Temblar, 
detenerse,
concentrarse
y motivarse para rebelarse;
gritar desde mi interior hasta los cielos:
los ríos convierten su furia negra en tempestades,
pero al final
vuelven a sus raíces.
 
(Juergen Polinske: Infinitamente Azul y Sabor a Cacao,
Ediciones MeloPoeFant, Berlín-Lima 2007).
 


En este ejemplo, las preguntas que se hace el Poeta Juergen Polinske, van relacionadas con lo comparativo y lo temporal que asumen las cosas en sus cambios constantes. La percepción será al devenir, a lo que se forma permanentemente, lo que se hará/será con los cambios constantes de la misma Naturaleza, pues en ella no hay algo estático en la formación de sus unidades diferentes. Cierto que hay cosas que se repiten, pero también lo que se repite cambia, y cambia en calidades diferentes; es algo parecido a lo que ha sido el proceso de la formación de nuestro planeta, de una sola masa sólida y su desmembración hacia su transformación en diversos continentes, procesos de cambios evolutivos que han necesitado el transcurso de millones de años.

También en esta característica del devenir comparativo en la regresión repetitiva y diferente, tomemos el ejemplo que comenta el filósofo Raúl Gálvez Cuéllar: Quevedo -poeta-, señala en SU tiempo tres referenciales o "momentos lúcidos" que marcaron su vida: primer momento lúcido: cuando escuchó que a su tía le decían: "si a su hijo no le bautiza, no podrá seguir estudiando"; el segundo momento fue cuando durante el Gobierno del General Velasco, se elimina en los documentos de identidad la expresión "raza mestiza"; y el tercer momento lúcido, es cuando saca la Piedra y la pone al frente como elemento fundamental en su poesía. Nótese que el filósofo, al resaltar UNIDAD, anula la tradicional sucesión temporal en los acontecimientos histórico-sociales.(De la correspondencia entre RGC/JPQ durante 2009-2010).
También este filósofo y poeta, Raúl Gálvez Cuèllar, ha ejemplarizado, en diferentes poemas, el acto en que devienen permanentemente las cosas y las acciones repetitivas de los hombres:
 
En un instante amanece y anochece tantas veces.
naces y mueres tantas veces, en la obstinada ilusión de tus sentidos,
que no tienes sino que decir "presente",
para que te declaren como eterno dueño del tiempo.
 
(Poema Ilusión, fragmento, Pág. 20).
 
 
Nos hemos acostumbrado a enterrar a los muertos
y a desconocer la vida;
más puede ser que yo sea un muerto,
que escribe para los muertos.
 
(Poema Cincuenta Años), Pág. 69).
 
 
Tenía que empezar.
Pero antes de empezar ya había empezado.
 
(Gato Egipcio, Editores Generales, Lima, 2012)
(Arte Regresivo, Estética del devenir, Correspondencia entre RGC/JPQ)

También el cronista peruano, Huamán Poma De Ayala, ha escrito en sus crónicas sobre los incas:
 
Y antes que los incas lo ordenaran,
ya los caminos estaban hechos.
 

Observamos que la recepción y la reflexión histórica, sobre lo que significa el DEVENIR de las cosas, es otra característica de lo que representa el acto regresivo-dialéctico del conocimiento comparativo. Pero, vemos que la percepción de la imagen en esta relación, no es estática. La percepción hacia el hecho ya está contenida, ya ha devenido, antes de ordenarse el hacer de las cosas. Sobre todo, aquí, lo importante es la labor de una idea que fue observada en un proceso de trabajo también colectivo, un acto dialéctico que va haciéndose, y que ya está realizado, que deviene de un colectivo social.
                              
El poeta colombiano, Jaime De la Gracia, que reside en Berlín, en su libro “Poemas de la dispersión“, escribe al respecto:
 
Los ríos no van al mar.
Los caminos no pasan por Roma.
Ella hoy se va a la biblioteca.
El río que pasa dos veces es el verdadero.

(Jaime de la Gracia, Poesías de la dispersión, Berlín, 2004)
 

También el poeta ha podido formular: El río que pasa dos veces es el verdadero -el que cambia, el que deviene en otro, el renovado-. El autor observa el movimiento de los cambios constantes de las cosas, y que éstas sean el punto central en algún momento; y, en otros casos, irse a la periferia. De esta relación, el autor deduce que lo verdadero es lo que pasa dos veces.

He aquí lo que también escribe el poeta colombiano WINSTON MORALES  CHAVARRO, pero desde la percepción subjetiva:
 
En nosotros se cumple el principio de Heráclito:
“Nadie se baña en el mismo río dos veces.”

 

De igual manera:

…El bañador nunca será el mismo. La mujer que beso, sus labios de ayer, no serán los mismos de hoy. Sus manos, su sexo, su cintura, su cabello serán siempre nuevos para mí, que de igual modo yo seré otro hoy, distinto al de mañana… Entonces, la virginidad será siempre posible. La mujer que se entrega con calor a mi boca, así haya sido amada por cien hombres, será limpia y transparente en el hoy, pues el río de Heráclito le da la potestad de ser nueva y renovarse con la llegada de la noche. ¿Cuántas de nuestras células mueren hoy y cuántas se regeneran o renacen mañana? Por eso un beso nunca será el mismo -una virtud del amor-, un abrazo nunca será el mismo, las explosiones e implosiones del amor tienen la facultad del ahora, del presente, del aquí. Allí está la eternidad, lo perfecto, lo inconmensurable. El ser humano es inmortal, renovación, calcinación, putrefacción, fuego vivo."
 
WINSTON MORALES CHAVARRO
(Poeta colombiano, Correspondencia, Dic-2011).
 

Por tanto, la percepción aquí es subjetiva. Ésta no se refleja en el mismo objeto de cambio; es decir, la percepción nace desde el lado de la idea del sujeto, ella se da en la cabeza del mismo poeta; la idea no refleja a las cosas, sino que es el yo-poetarus quien la desarrolla, y ésta queda permanentemente fijada en lo que fue sin el cambio del objeto. Así, la regresión de este conocimiento será subjetiva, será del desarrollo de la idea hacia el objeto.

También esa idea, pero desde otra perspectiva, la observaremos con el filósofo Raúl Gálvez Cuéllar, que en uno de los tantos episodios de su vida, nos refiere que un día cualquiera compró tres camisas para sus tres hijos ya adolecentes; y que al llegar a casa y entregar las prendas, pidió a sus hijos probárselas para saber si les quedaban bien. Cuál no sería su sorpresa al ver que los jóvenes se pusieron la camisa por la cabeza, desabotonando sólo un par de botones cerca al cuello…
Como veremos, la idea que se repetía era algo fija, había quedado en la cabeza de nuestro amigo escritor, y esta idea primaba sin reflejar ya el tiempo cambiante. Este simple hecho tan práctico y con ahorro de tiempo, fue decisivo para que el filósofo "sintiera" que en ese instante todo el tiempo había transcurrido y que las cosas habían cambiado: el poeta era ‘un viejo’, pues jamás se había puesto así una camisa. De un momento a otro, ya tenía un hogar formado como si el tiempo antes no hubiese existido para él.
Vemos cómo el tiempo subjetivo de una percepción permanente, que nos devuelve una idea fija, varía en un instante ante el hecho real de la nueva imagen, y que ante esa imagen nueva de la realidad, se forma otra percepción. (De la correspondencia entre RGC/JPQ durante 2008-2010).

Leamos los versos del poema Lo fatalde Rubén Darío:
                                                                                            
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
 
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
 
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos.
 
¡Y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
 
(Lo fatal, poemas de Rubén Darío;
ver en: http://www.poemas-del-alma.com/lo-fatal.htm#ixzz32pk06mk9).
 

¿Es cierta esa sentencia final en Lo fatal de los versos de Rubén Darío?: ¡Y no saber adónde vamos,/ ni de dónde venimos!/// (¿…?).
Digamos que el pensamiento poético de inicios del modernismo no había llegado más allá del conocimiento científico actual, que nos habla del desarrollo del Cosmos y de la evolución de la vida. Los científicos dicen, que ‘somos la ceniza de las estrellas’ desde la producción den Big-Bang, pero que esa ceniza es también una ceniza evolutiva, y que se da a través de las leyes de la transformación de lo material en energía, a través de las diferentes formas del movimiento. Lo segundo es una idea que, para unos (los materialistas), se vive solamente una vez; y para otros, que son creyentes (idealistas), que existe un ‘paraíso’ o un ‘infierno’.
También:

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente.
 


Dice RGC: “José Pablo Quevedo rechaza la tesis de Rubén Darío cuando éste dice que la piedra es insensible. Para el poeta JPQ, la piedra contiene el sueño de todos los hombres y tiene por lo tanto abundante vida... En el mundo Andino las piedras -y también lo sabe el poeta peruano Danilo Sánchez Lihón-, las montañas, son seres animados, tienen vida, ellas guían la marcha del Universo, ellas son los Apus o las diosas tutelares de nuestros ancestrales orígenes, primigenios de nuestra vieja América... Aquí, por ejemplo, hay diferencias culturales entre una y otra vertiente en la América actual; la vertiente andina y la moderna, aún con muchos elementos euro-centristas.”
(wikipedia.org/wiki/The_Big_Bang_Theory).
 

Contrario a lo escrito por Rubén Darío, pero desde la perspectiva actual, es lo que dice este poema:
 
…El primer libro de nuestra infancia está en las estrellas;
el segundo, es la evolución de las especies;
y el tercero, la comprensión de las diferencias sociales
y sus soluciones históricas.
 
Otro ejemplo:

“Caminante, no hay camino;
camino se hace al andar.”
 

…El anterior es uno de los famosos versos del poeta español Antonio Machado, y en este verso observo que es un verso ambivalente en la relación de lo general y de lo concreto. En lo general, siempre buscaremos un objetivo o una meta, y eso es cierto. Pero en un mundo generalizado por la comunicación, como hoy lo es, nos damos cuenta -o por lo menos así sucede en Europa-, todos los caminos están demarcados por indicaciones y hasta hay flechas pintadas en suelos y paredes que nos indican la orientación de las calles en cada ciudad o pueblo; y hasta en los caminos de bosques y las perdidas sendas, nadie ‘hace caminos al andar’... Esas flechas incluso nos están indicando las distancias existentes entre localidades medidas en metros o kilómetros; también en los autos se han introducido sistemas de mapas condicionados a los radares o satélites artificiales que todo lo controlan o vigilan…, y bajo estos sistemas puede llegarse medianamente informados y con facilidad a cada lugar… “Lo que nos hace pensar que todos los caminos no nos conducen a Roma...”, como escribe en un poema el escritor colombiano (de la dispersión), Jaime De la Gracia, quien también reside en Berlín.

III.
El acto regresivo del conocimiento.
La actividad regresiva repetitiva y diferente
en la dialéctica para el conocimiento y para el cambio.
 
 

El acto regresivo del conocimiento:
Hay dos formas de recepción del conocimiento: el método idealista y el materialista, una tercera opción del conocimiento liga a uno y otro campo. De esa relación entre estos dos campos deviene en qué es lo primario y qué lo secundario, y si el ser humano puede conocer sobre los fenómenos, sobre la vida, y si puede dar respuestas a nuestro tiempo y cambiar las cosas.
Regresar al río de la historia que fluye permanentemente y que cambia igualmente, es un acto regresivo que se da en el conocimiento dialéctico de la Historia y de la lógica que la contiene. Es además, no solamente el hecho de contemplar la Historia, sino un acto de reflexión; y aún más, de comparación y de comportamiento activo para el cambio, es decir: de SUPERACIÒN.
Tanto el conocimiento empírico como el conocimiento abstracto, no son actos desligados del ser humano pensante, de los científicos y de los literatos, y por ello, su acción correspondiente a nuestro tiempo está vinculada a la búsqueda de las diversas esferas del conocimiento, las cuales se hallan también en el conocimiento tecnológico y de investigación, un conocimiento global e interdisciplinario de nuestros días; y dentro de este marco, el yo-poetarus no debe estar desligado a lo que asume el formato de otros conocimientos para conducirse en la expansión del espíritu propio y global de nuestros días.
La relación objeto-sujeto, ya no es local ni pertenece a un solo continente, sino que esa relación del individuo hacia la Naturaleza y la Sociedad se ha hecho vasta y global; se ha hecho más compleja y definida, también por las dificultades y contradicciones que afectan al mundo.  
El estudio de la dialéctica es necesario, pues al poeta ese método debe servirle como compás de nuestro tiempo para su acción creativa en cuanto escribe.
La dialéctica, como teoría y método del desarrollo y de las contradicciones, tiene gran trascendencia global para el análisis de los objetivos sociales y literarios revolucionarios de nuestro tiempo, pues ella nos permite relacionar el tiempo en sus diversas unidades históricas, en su devenir y en sus momentos de cambio.

En el tiempo de “El Quijote”, las novelas de ‘caballería’ se ofrecían por toda Europa, pero ante la primera carga de Rocinante y bajo  la  adarga de Don Quijote, se golpeó el primer molino del mundo medieval, y ello trajo consigo el derrumbe de toda la vieja literatura caballeresca enajenada, la cual fue depositada en el basurero de la Historia. De los cientos de novelas editadas sobre ‘caballerías’, solamente quedaron algunas obras que no se han descolorido ante los cordeles del Sol, pero muchas de las imágenes de ese ‘mundo caballeresco’ se perdieron en los cementerios del olvido.
Pero, ahora, los nuevos molinos eólicos son ‘gigantes metálicos’ y los nuevos ‘quijotes’ han de  cabalgar sobre ‘pegasos’ alados para arremeter, con posibilidad de vencer a los nuevos ‘gigantes’... Según Hegel: “Cada poeta o escritor es hijo de su tiempo“, y por lo tanto, tiene que actuar en ese tiempo; evadirse y actuar fuera de él no sería justo, pues: “Nadie puede arrancarse su propia piel.“

Este método dialéctico nos enseña a unir períodos existenciales, épocas y eras histórica en sus concatenaciones universales, con las cuales el movimiento en su devenir estará vinculado de forma permanente.
La dialéctica como teoría y método del desarrollo natural, social, del pensamiento y de las leyes generales, y que en el mismo movimiento rigen, nos entregan una adecuada interpretación del conocimiento histórico y social de lo diferente, de lo repetitivo; y diferente dentro del campo del arte, de la literatura y de las ciencias.
El método no debería ser cortado ni martilleado, como es el planteamiento de algunos filósofos modernos, que al hacer esta relación histórica cortan esa relación universal, y con ello quedan relegados o están más atrás que los propios filósofos clásicos.

 

El acto regresivo del conocimiento – ¿Qué es la regresión?
REGRESIÓN.- El camino de la reproducción de una realidad o del entendimiento de una idea, nos lleva al camino de la reproducción de lo abstracto hacia lo concreto, y todo ello, a través de nexos o vínculos y de categorías históricas. Bajo esta relación podemos obtener la concatenación de una realidad o de una idea que puede ser singular o universal e histórica. El método dialéctico identifica esas relaciones temporales a través de nexos, y ello es también el camino que idealmente une las épocas históricas.

Es la relación del sujeto hacia el objeto histórico, la teoría y método de la repetición diferente, cuya acción reflexiva es regresar con el pensamiento, para comparar dos estados del mismo proceso histórico o del devenir de la realidad; es un acto de abstracción dialéctico hacia la realidad histórica total que va concatenada en la unidad temporal, pero que en el proceso de su desarrollo o época, se diferencia en el contenido y la forma.

Esta acción regresiva o de regresar a un punto histórico del conocimiento, es una relación entre el pasado y el presente, y a veces se trata de vincularlo al futuro de la acción de un movimiento; pensamiento puede darse en sus formas positivas (José-Carlos Mariátegui, escritor, periodista y pensador peruano, 1894-1930): “La revolución no será calco ni copia, sino creación heroica de los pueblos”… Una acción diferente a lo anterior, lo cual no contiene la copia de la copia de la copia, o es la hechura de un corset de otra realidad pasada que debe ser aplicada a otra realidad presente, sino que esa revolución será algo nuevo en sus formas esenciales, ya contenidas en otra realidad; o también, como este sabio marxista nos dice: “El pasado nos interesa en la medida que podamos relacionarlo con el presente, pero no para calcarlo y aplicar su copia”.

El pensamiento dialéctico es como un gran imán que atrae a su fuerza reflexiva los elementos históricos del pasado y los hace regresivos en sus momentos positivos o negativos, y esta misma fuerza del conocimiento los impulsa hacia el futuro como una necesidad de cambio, ya sea ésta como una utopía o como una realidad posible de su existencia. En otros casos, solamente busca el movimiento de la idea y la intensidad del pasado y la condiciona para el presente, haciendo una metamorfosis de ella misma. Todo ello dependerá de las condiciones que se hayan creado y de las necesidades para el mismo.
Cómo diríamos, hay un elemento único en la Tierra que se construye y se destruye continuamente: la ola. Ella sale del pecho del mar, y se va caminante en bloques diversos y llega a las orillas, donde se produce la resaca –la contracción y la repulsión- de lo que regresa cuando se bate en su espuma, en donde la luz se ilumina más intensamente… Es como la memoria que relaciona el pasado con el presente y allí mismo captura su tiempo unitario, y lo verifica y expande hacia su propia prospección futura. En otras palabras: lo que se forma en este acto de reflexión es lo que llamamos una repetición diferente, el acto de regresión diferente.

 

La Naturaleza regresiva repetitiva:
LA FLOR.- La Naturaleza nos brinda enseñanzas que el ser humano no interpreta en su afán de imponer sus ilusiones: Una flor es la mejor lección, la mejor advertencia de la fugacidad de la vida; y desde siempre, las olas en la superficie de los mares grafían el proceso dialéctico regresivo, repetitivo y diferenciado, vigente ‘ad infinitum’ a través del movimiento.
(De la correspondencia entre RGC/JPQ durante 2008-2010).
 

También hay un comportamiento negativo al aplicar el conocimiento regresivo, y en este campo, como ejemplo, me refiero a la acción de interpretar el mundo moderno de José De la Riva Agüero, en su apreciación también llamada “Generación Futurista”: Una generación con ideas pasadistas y más cercana de la aristocracia terrateniente y de las clases opresoras. Esta forma de literatura, ya ha sido tratada por JC-Mariátegui en el ensayo sobre el “Proceso de la  Literatura Peruana”. Y, obviamente, en otras interpretaciones literarias, hago una diferenciación para el entendimiento ideológico, que pudiera rodear el mismo tema.

 

¿Qué es la repetición y la diferenciación?
En el Cosmos, en la Naturaleza y en la Sociedad hay diferentes procesos que se ‘repiten’ constantemente, pero éstos no son ‘iguales’ para una realidad siempre cambiante; y en el devenir de las cosas, nada hay definitivo, ‘sagrado’ o absoluto.
La dialéctica en regresión, que es la teoría del conocimiento, nos enseña a ver cómo en el mundo se dan esas “repeticiones” y esas diferenciaciones, ya que ellas mismas establecen relaciones o vínculos y nos enseñan a comprender lo que es la repetición diferente dentro de los procesos naturales y sociales, pero que también nos permiten entender los procesos literarios.
Así, al analizar las categorías de la repetición y de la diferenciación dentro de las relaciones que contiene este método, nos hace ver que, la repetición y la diferenciación en su unidad, forman el instrumental metodológico necesario de esta dialéctica, y de esta manera poder observar el mundo en su concatenación universal y en sus diversos procesos históricos.
La repetición (lo general) como una categoría del movimiento, también se diferencia en cada época social histórica, y cada época social que se forma, por tanto, es una forma también de la existencia del desarrollo social desde sus formas más simples hasta las más complejas.
Bajo esta forma de entender el desarrollo, fluye el movimiento en una constante espiral, pero no como en la creencia de un ‘eterno retorno de lo mismo’; pues, el desarrollo social, no es lo mismo en la continuidad del movimiento, no es una A=A, como en una formulación subjetiva idealista, sino que debe ser visto como una SUPERACIÓN.

Esto es, la manzana apetitosa, antes solamente ‘comida’ por todos los seres mortales humanos, pero que en la óptica del sabio Newton, no solamente fue degustada, sino igualmente observada, relacionada y comparada desde su caída de la rama del árbol a tierra, nos trajo el conocimiento de la ‘Ley de la Gravedad’. La manzana anterior, que según el ‘cuento bíblico’ dio Eva a Adán, y que por su desobediencia expandió consigo la expulsión de ambos del llamado ‘Paraíso Terrenal’, constituyó la creación del castigo y de la muerte, según la fábula cristiana, y nos conminó a aceptar otra forma de pensar… Es decir, la esencia histórica, en su repetición y desarrollo, se diferencia de su forma anterior.

También la fórmula de Albert Einstein: ‘E=mc2’, en la cual se relaciona la masa y la energía conjunta, nos permite comprender mejor la frecuencia de  la velocidad y las diferencias de un cuerpo material frente a la velocidad de la luz (energía); pero, también establecer “Por qué la luz es rápida, que es igualmente rápida, aunque también, por qué ella frente al infinito, no es tan rápida“.
Y esta ecuación también nos da pautas para entender por qué los ‘ángeles’ clasificados como “seres de luz“, no pueden, ser los “mensajeros de los dioses“, como desean justificar los misterios de la literatura bíblica… Pues, éstos, de ser así, para hacer un recorrido desde un punto a otro extremo de la Vía Láctea, necesitarían miles de años-luz; y aún más: desde la Galaxia de Andrómeda, la más cercana a la que incluye nuestro Sistema Solar, sería necesario recorrer este camino en 2,4 millones de años a la velocidad de la luz. Frente a otras galaxias más lejanas a la Vía Láctea, esa aventura sería otra misión igual de imposible, aunque con nuestros huesos más encanecidos… En todo caso, en este Universo expansivo, iniciado desde el Big Bang y conformado por MILES de MILLONES de GALAXIAS, semejante misión de traer un mensaje divino a la atención de cualquier virgen-concebida por un pájaro mago-santo, no entra ni en los cálculos del más avezado experto virtual, pues en ese tiempo del recorrido mega-espacial, la Tierra estaría siendo engullida por el Sol.

En Arte Regresivo, es necesario aplicar al conocimiento el carácter discursivo de las contradicciones; hacer los saltos de un canguro para obtener las calidades diferentes del Tiempo y de la Historia, hacerse a un camino de corredores sobre las postas comparativas de las realidades diferentes –que puede ser también en el andar o en la marcha que imprima un cangrejo-, pero al relacionar todo ello, hay que detenerse en el aire como lo hace un colibrí cuando toma el néctar polémico de una flor suspendido en el aire mientras sus alas baten 70 veces por segundo: todo se ordena dentro de una espiral que es la del caracol, para "empezar de Nuevo y sin Repetir”. El Arte Regresivo es el arte del devenir.
El movimiento mismo tiene formas diferentes tanto en la evolución del Cosmos, como en la evolución de la vida y las sociedades.

Lo diferente ha surgido como una forma de existencia del movimiento de lo repetitivo; y lo repetitivo, con lo diferente, forman una unidad dialéctica, en la cual lo que se repite se hace cada vez más diferente, y fabrica calidades diferentes, que no son las mismas en la evolución general del Cosmos ni en la evolución concreta de la Vida.
De tal manera, tendremos que convenir que lo repetitivo y lo diferente no es algo mecánico ni nada que pudiera asumirse como igual a lo igual, como ‘A=A’ ò ‘B=B’, o que corre en un eterno “Retorno de lo mismo”, como es la propuesta de Nietzsche; sino que va a lo general de la realidad, y de ella asume e interpreta de diferente manera el movimiento de la reflexión creadora de la idea. Y, por lo tanto, de la propia metáfora. Por ello, son calidades nuevas y esenciales las que corresponden a esta época.

 

III
El yo-Poetarus y el yo-Universal
 Siempre he considerado que, para el poeta, la obra deberá tener altos alcances, pues cuando su obra la cuelgue de los ‘cordeles del Sol’, ésta no se decolorará ni perderá su frescura, sino que resistirá al tiempo y el Sol la guardará como uno de sus propios rayos, de forma permanente.
El poeta que de prisa venga, pero sin la intensidad de su tiempo, y que solamente se apropie de una parcela para que sirva a su propio ego, a su vanidad o para un fin individualista, no tendrá trascendencia; y ya podrá ser su obra momentáneamente elevada por un grupo de seguidores, pero nunca lucirá brillantemente, sino como una estrella muerta, sin vitalidad.

Los filósofos clásicos alemanes, como Fichte y Schelling, habían descubierto la actividad del ser sobre las cosas, contraponiéndose a Kant, y que el mundo y la Naturaleza no eran solamente para la contemplación, sino que el mundo se podía conocer profundamente. También Marx nos ha hablado sobre el papel de la praxis hacia los cambios sociales en su famosa tesis sobre Ludwig Feuerbach: “Los filósofos han interpretado de diferentes maneras el mundo; lo que se trata es de transformarlo”…, es decir, hacerlo mejor, cambiarlo.
Por ello, el contenido de una época, donde dos clases contrarias fluyen y se mueven, crece el arte en lo diverso, se impregna de sus diversos impulsos, colores y tonos, irradia entre la energía regresiva y progresiva del tiempo.

A este respecto, me escribe el poeta manchego, Andoni K. Ros Soler: Tengo escrito, desde hace mucho tiempo que, para mí, ‘hacer poesía’ es integrar, vincular y/o unir el yo-poético hacia el yo-total de la realidad en un acto receptivo-reflexivo, creativo-transformador, que compete a la palabra y a su propia expansión; ésta se desnuda, se hace sintética y total y fluye en un río de convergencias y divergencias esenciales; lejos de la decadencia que limita al ser humano, de lo que mueve o se repite históricamente sin afán de superación, y ésta encarna la revolución"...
(De la correspondencia entre AKRS/JPQ durante 2012-2014).
 

El yo-Poético o creativo vinculado hacia el yo-Total de la realidad, es entendido como la diversidad de poetas que están también relacionados/as con la realidad.
El ‘yo’ y el ‘yo-Total’: es decir, el ‘yo-Poetarus’, se halla en relación con los otros yoes ‘poetarus’, quienes son los que actúan sobre la realidad total; y ellos son los diversos sujetos ‘poetarus’, agrupados o asociados o formados en colectivos pensantes, pero también actuantes sobre la realidad, y esta también es la idea que va sobre el yo-Poético ligado a la totalidad histórica y de su época existencial.
Esta dialéctica del conocimiento nos muestra el entendimiento entre el yo-Reflexivo y el yo-Total (el yo-Total: es la totalidad, es la realidad de las diversas realidades, y lo que está relacionado al sujeto individual o al yo-Poético actuante). La realidad se cambia mediante la acción del colectivo, y ella necesita para su transformación de un grupo de seres pensantes, que la ayuden a este parto.

A esta dialéctica asoma la idea que hemos intercambiado con el filósofo Raúl Gálvez Cuéllar, la cual dice: “El escritorio no es solamente el laboratorio de la idea, sino que allí es donde se plasma la lucha del verbo; pero esa metáfora no se debe quedar en el tintero de la idea, sino asumir su papel en la lucha práctica, pues el ser humano, la idea, su obra y su acción forman parte integrada de una unidad indivisible. 
El poeta no solamente tiene la capacidad de reflejar el tiempo (s) en su unidad histórica, sino que ha de reflexionar sobre éste y la sociedad y actuar sobre su obra, y con su obra, elevando una nueva forma de consciencia. Los poetas revolucionarios, con su capacidad de reflexión y de creación, ayudan a descascarar el viejo rostro del tiempo, moldeando un rostro más humano y más justo de la sociedad y la mejora del equilibrio y la convivencia de todos los seres que pueblan el Planeta.
Así, para hacer poesía, no solamente es necesaria tener la presencia permanente del Sol y de todas las cosas que al ser humano le rodean, y constatarlo empíricamente; también hay que buscar en ella una identidad y un compromiso social e intentar objetivos necesarios y trascendentes para consigo mismo y de grupo, enfrentando una dinámica práctica de las ideas.
El poeta, que siente el impulso de trascender en el tiempo actual y permanecer en el curso de muchas épocas, no deberá insistir en lo repetitivo (que copia la copia de la copia) haciendo lo mismo o lo que otros maestros ya generaron, ni tampoco redundar en lo vanidoso (con lo cual se cree que ha generado lo ‘nuevo’), sino que deberá desenmascarar la esencia del tiempo mismo, y con ese contenido de la realidad y su comparación actual, lograr una obra de gran realización.
Del mismo modo, tampoco la Literatura puede ser presentada como una copia de la copia de la copia, como hacen ciertos ‘poetús’ (RGC), quienes solamente calcan las ideas ajenas; es decir, la esencia en su repetición y desarrollo se diferencia de su forma anterior histórica y ésta forma otra calidad diferente, usando las palabras de Engels.

La buena Literatura debe mostrar esas nuevas facetas que le regalan los movimientos sociales, precisamente, en su FLUIR y DEVENIR constante. Y en este acto CREADOR, es necesario comprender la relación entre lo que se va o se muere por caduco y lo que nace como un árbol frondoso y lleno de vida.
Cuando observemos agudamente el dinamismo de esa relación estética -y los escritores agudos la poseen-, estaremos también asistiendo a un nuevo parto del anhelo constante y del ánimo creador perdurable de la poesía de compromiso, que contiene el pasado, está en el presente y mira hacia el futuro. Y la Literatura, asimismo, ha sido recibida en épocas diferentes de acuerdo a los elementos materiales y/o espirituales que históricamente la dieron contenido y forma. Pero, la palabra que contiene nuestro tiempo nos eleva y trasciende; y, o hace una carrera por un camino de postas, o se detiene en el aire y toma el néctar polémico de la flor como lo hace el colibrí… La praxis es el árbitro de lo que escribe y lo que crea el poeta; por otra parte, poetas de pura retórica y de praxis nula, nunca sabrán conducirse por los cauces de un objetivo elevado.

La Poesía es un arte bello que, como un frondoso árbol, produce sus mejores frutos en cada estación nueva, pues Ella en cada época es diferente:
 

…”La Poesía, en el tiempo global, es el lenguaje de un espacio de oposición en la lucha que arma y desarma el propio verbo; así pues, es la poesía, la flor siempre viva, cuyos colores y pétalos vitales se miden en la jardinería del tiempo… Cada pétalo representa una época transitoria, pero lo mejor de su perfume siempre queda de forma absoluta. Ella es silenciosa, sensible, y verdaderamente la advertimos cuando llega el anuncio de una estación a otra.” (JPQ).
La Poesía es la Papa de la Tierra, es un Sismo Resistente de voces en un canto de esperanza global y de vida para el ser humano y para el Planeta. La Poesía es la Palabra de la Tierra, que siempre sirve de herramienta imprescindible para el cambio.
El poeta vasco-español, Gabriel Celaya (1911-1991), en la obra más representativa de su carrera como vate comprometido con su tiempo y su memoria, que lleva por título “La poesía es un arma cargada de futuro”, deja un testimonio ejemplar para la historia de la Literatura, en el contexto que hasta aquí he venido exponiendo con la presente Ponencia: 
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la Tierra son actos.


Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta Cendoya (Hernani, Guipúzkoa, Euskadi-España).
 

Desde esta tribuna que hoy me brinda generosamente la “Sociedad de Escritores de la Región Norte”, en esta entrañable ciudad peruana, deseo saludar a las organizaciones y movimientos que han contribuido al análisis de esta Ponencia, cuyos trabajos están signados por sus características esenciales de ser las vanguardias literarias, pero también integradas en la lucha por un mundo mejor, más humano y solidario, y con ello me refiero a ‘Poetas del Mundo’, ‘Isla Negra’, ‘Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía’ y la propia ‘Sociedad de Poetas y Escritores de la Región-Norte’, acá en Huacho.
Gracias,
José Pablo Quevedo.
José.quevedo(arroba)gmx.de 

 

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Notas y resonancias de “Arte Regresivo”:
 

La Naturaleza y la Sociedad se explican a través de su tesis regresiva de ‘dialéctica en reversa’ (Dialéctica en Regresión), según bien me escribe el académico y poeta peruano, RAÚL GÁLVEZ DUÉLLAR:
Si para Heráclito nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, para JPQ, el río no existe, pero es ‘Ja/Nein’, dicen los alemanes cuando a la vez afirman y niegan. Si Heráclito empleaba sus sentidos ante la realidad de su presente (“la ola constante/ el río”…) anula la sucesión temporal y sube a la máquina del tiempo, donde literalmente éste desaparece cuando el viajero ha invertido la cuenta de ‘9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0’, hasta encontrarse frente a los orígenes donde pasado, presente y futuro nos parecen iguales; pero, en sus esencias repetitivas, son diferenciados. Y siendo esto así, ha cambiado (?) la unidad del tiempo, donde ahora todo es posible y podemos apreciar que el río en su devenir tiene miles de historias, que juega con el tiempo y que, en consecuencia, sin el río ni hay tiempo ni sin este existe río posible que no fuera sólo el cambio y el movimiento en las infinitas interposiciones de horizontales y verticales (espacio-tiempo), que dan paso al relativismo de la Historia y de todas las historias posibles del ser humano sobre su mundo, en todas sus épocas.
…Así, en un juego sencillo, todo puede explicarse, los mismos cambios inmortales de la materia en sus diferentes formas de movimiento, como los procesos y sus pasos, las formas de este movimiento entre unos y otros.
(De la correspondencia entre RGC/JPQ durante 2008-2010).
 

“Arte Regresivo” ha merecido opiniones lúcidas y diferentes a las tradicionales, acostumbradas y usuales, como por ejemplo, CARLOS BANCAYÁN LLONTOP, refiere:
José Pablo Quevedo y Raúl Gálvez Cuéllar han escrito y publicado en conjunto un poemario titulado ‘Arte Regresivo’, queriendo expresar el título un retorno al sentir solidario... Poesía y Filosofía desde siempre se hermanan.
El célebre poeta y crítico literario argentino, JUAN CARLOS PRIOTTI, también comenta al respecto:
Arte Regresivo, de JPQ y RGC, contiene una poesía abarcadora que pasea la limpidez de una mirada por la desolación, la SOLIDARIDAD, el desposeimiento y la esperanza...
El poeta y académico alemán, JÜERGEN POLINSKE, expresa:
EL ARTE REGRESIVO tiene un Fundamento teórico y práctico. El camino del ‘Arte Regresivo’ es una nueva concepción de proyección histórica, pues es Humanista y para el cambio revolucionario social y sus manifestaciones, en donde no está ausente la poesía, ni la filosofía de una revolucionaria concepción de amplias e insospechadas proyecciones.
También, el Dr. ABRAHAM RAMÍREZ LITUMA, Director del Diario ‘EL CALLAO’, escribe:
En realidad la lectura de ‘Arte Regresivo’ es de difícil y complicada comprensión, pues es una mezcla de poesía, protesta, diagnóstico, filosofía e ideología; no obstante, es recomendable su lectura... Ya desde el prólogo, nos preparamos a una lectura cruda, sin ambages y de velada y también abierta protesta...
El poeta peruano, ORLANDO ORDÓÑEZ SANTOS, escribe:
RGC destaca la importancia de su compromiso filosófico al plantear su tesis del ‘Arte Regresivo’ (expuesto junto al estudioso José Pablo Quevedo, radicado en Alemania), cuando literalmente dice: 'Eterna lucha de contrarios y la simultaneidad de todos los hechos en el movimiento pendular del tiempo que, si no anda como el cangrejo, salta como el canguro en los procesos universales de la regresión, repetición y diferencia.
El poeta peruano, JORGE TAFUR, refiere sobre ‘Arte Regresivo’:
He visto hasta tres maneras de cultivo para obtener que una flor inicialmente gris pueda ser vendida como una flor negra o roja, y ¿por qué no?, verde o azul. La transfiguración antepuesta al razonamiento me complace porque sosiega mi sed apátrida, que no es otra que militar en el Yo extranjero, oculto detrás de las palabras de los textos que devoro durante mis domingos de invierno. Reconozco que la incalculable cantidad de lecturas que hice estos años, no han sido tan fecundas para explicar mi compromiso con las tesis del ‘arte regresivo’ que lideran los intelectuales peruanos Raúl Gálvez Cuéllar y José Pablo Quevedo… Desde aquí, por maravilla personal, decir compromiso equivale a justificar mi entusiasmo y mi saludo a quienes finalmente se decidieron a desenvainar el sable para hurgarlo en las costillas del Yo-colectivo, que durante las lluvias pierden su color y también sus bríos colaterales.
Así mismo, el poeta manchego-español, ANDONI K. ROS SOLER, en su “Ensayo sobre la obra de Blas Otero”, y en su comparación actual con ‘Arte Regresivo’, escribe:
La tarea que se impuso el poeta vizkaino Blas De Otero (1916-1979), como el resto de poetas comprometidos de aquella época, consistió en situar a la poesía en su tiempo y escribir la Poesía requerida por éste. El pasado es una materialidad inamovible, sobre la que es inútil pretender influir; en cambio, el futuro pertenece al dinamismo, y es factible modelarlo a conveniencia. Su poesía nacía en el presente desolador, aceptaba el pasado como insuperable y trabajaba para alcanzar un futuro mejor en el que poder hablar en libertad. Por eso mismo, aquellos héroes desecharon las fábulas o las prosas, y se enraizaron en su tiempo, que era un tiempo peor, y precisamente por ello se empeñaron en contribuir a mejorarlo con la herramienta de que disponían: la Poesía. Y cito a Blas De Otero: ‘Escribo como escupo: contra el suelo/ (¡oh, esos poetas cursis, con sordina,/ hijos de sus papás!),/ y contra el hielo.//’…  A los poetas cursis, a los cultivadores de flores naturales en los juegos florales auspiciados por la dictadura y su corte de bandidos disfrazados de señores, semejante declaración les pareció un desacato; y lo era, en efecto. Pero escribir como se escupe significa componer una poesía humana que se preocupa por los seres humanos y sus problemas, asentada en el presente pero teniendo en cuenta el pasado para mirar hacia el futuro, una poesía realista y directa; una poesía de arte regresivo.
(De la correspondencia entre ALRS/JPQ durante 2012-2014).
Después de nuestra visita a las islas de Tenerife y Gran Canaria, en abril-mayo de 2014, MARI-CARMEN MARTÍN MENDOZA, poeta gomera residente en Tenerife, nos escribe:

Queridos José Pablo y Andoni K. Ros Soler, amigos y maestros poetas, queremos manifestarles nuestro agradecimiento y nuestro orgullo, porque hayan sido tan inspirados por nuestros elementos orogénicos y ambientales, hasta conseguir el punto culmen de la creación literaria y poética. Estas islas son lugares propicios para encenderles el corazón a poetas talentosos y convertir las sensaciones en auténtica poesía regresiva. Queremos seguir aprendiendo de ustedes a encender el alma y a cocinar a fuego lento los versos creadores de la magia.


José Pablo Quevedo, POETAP-Alemania.
Lima, 10-7-2014.

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