Juan Carlos Priotti: Poemas

11 julio 2014

UN LARGO ATARDECER

En memoria de mi Padre


Espejo de un día sin alba y sin horas
en la frágil urdimbre
de viejos relojes.

Porque tal vez el recuerdo
que vuelve de otras tardes
tan verdes,
refleje una lumbre de flores silvestres.

Tal vez en el azul de lentos estíos,
como alguien que llama desde lejos,
aparezca su voz entre el silencio.

Así y todo en el aire y la ceniza
de su sombra tan leve,
fluye un resplandor de cigarro
y un silbo indeleble
con su túnica de tiempo y polvo,
sobre el viejo mantel de la mesa.

Oh sí, un largo atardecer
en trance de infinito a orillas del río
y bajo el laurel sudario,
un destello translúcido que pasa
cayendo por su otoño de pájaro.

Y en algún rincón de la heredad,
un aldabón de arado y musgo
tiene su voz para sellar mis labios
y este lampo de tristeza
donde veo entre lágrimas el patio,
el sillón y su figura...

Setiembre, la última mirada
y el adiós subiendo por su manos.
¡Quién sabe si en su oscura noche
incapaz de llamar, me esta llamando!


NERVADURAS DEL SILENCIO
(díctico)

Sublime Arcano


La soledad que sueña con mi sueño,
ensordece de muda ante el arcano
circundando el dolor ya tan lejano,
en la extensión nimbada del ensueño.

Sumergido en la arena como un leño
cerca del alba, en donde brilla un vano
la pregunta y después el juicio insano,
con su letal pasión que no desdeño.

Sutil y silencioso en la hora amable,
donde no sé si soy clímax de un canto
o soy sólo el abismo de una espera.

Cómo duele la voz del desencanto.
con qué infinitud fluye inexorable,
la impronta de vivir una quimera.


Luz nocturnal


Vivo en la oscura noche de otro cielo
que para no evocar lo ya sufrido,
pregono en soledad el viejo anhelo
de burlar la mentira del olvido.

Por eso la ilusión en su desvelo,
hablando del insomnio redimido,
instala en mi silencio el desconsuelo
como un dolor sin tiempo presentido.

Sólo queda esta noche que transito
con lágrimas de sal como sonrisa
y un casi no existir, por querer tanto.

Ilusorio el beso y triste la ceniza,
que llevo amordazada con el grito
del ciego amor, nacido para el llanto.



EL ROSTRO DE LA NOSTALGIA


La noche está allí sobre sus dos ojos,
atando las manos del silencio.
Es la hora en que su rostro prevalece:
del pan y del vino, los ruidos de la muerte.
Siempre atrapa, retumba y extravía
cuando se deshace la niebla de su cuerpo.
Pero vuelve tras de una metáfora encalada
en el verso sin terminar,
en el verso sin empezar.
Y ve crecer la conciencia sin espacio,
y ve desnudarse el mármol de su exilio
donde cincela al golpe de sus alas
el sueño ancestral de cada gesto.
Pero hay una vez, tan solo una mirada
que abre la puerta mojada de sus raíces
sin fecha,
sin fuego,
sin olvido.

Cristal, destello, farol de la memoria,
inasible, invisible pasa el tiempo
entre la eternidad que sueña
y la luz que resbala en su vacío.
Cuando todo pasa, penetra en la sombra
su espiga de luna,
su dolor de campana.

Juan Carlos Priotti
Nació en Los Sarmientos (Tucumán) en 1937.
Poeta y narrador. Participo, con su obra, en diversas antologías, entre ellas, “Segunda antología de la poesía nicoleña” (FESN, 1992); "Sonetos convocados" (Dei Genitrix, 1997); “Génesis y perduración” (Dei Genitrix, 1998); “Cicatrices del sol” (Ediciones Kabhalah, 1999); “Hacia el tercer milenio – Tercera antología de la poesía nicoleña” (FESN, 1999); “Rapsodias nicoleñas/ 1 y 2” (FESN,1998 y 2000); “Caminando la carne” (Ediciones Kabhalah, 2001); “La poesía y el cuento nicoleños” (FESN, 2001); “Fingida desnudez” (Ediciones Kabhalab, 2001); “Los grillos del alma” (Ediciones Kabhalah, 2004) .


















Poeta y Escritor Argentino que estará presente en el II Encuentro Internacional de Poetas y Escritores "Jose Pablo Quevedo"  que se llevara acabo desde el 14 al 17 de Agosto en la ciudad de Huacho.


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