LUIS MAURILIO ESPINOZA FLORES: Mario Vargas Llosa y Huacho

23 agosto 2012

Aun cuando el tiempo trate de arrebatarnos la indescriptible emoción que todos los peruanos sentimos al enterarnos de que por fin la Academia Sueca había decidido otorgarle el preciado Nobel de Literatura a Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 1936), quedarán perpetuados para siempre en nuestras retinas y oídos ciertos momentos especiales que rodearon la entrega del mencionado galardón. Cómo olvidar el desgarro emotivo que culminara con algunas lágrimas cuando nuestro laureado escritor leyera su discurso Elogio de la lectura y la ficción el martes 7 de diciembre del 2010 en Estocolmo. Y cómo olvidar aquella frase que caló hondo en los vericuetos de nuestra sensibilidad y nos hinchó de orgullo por haber nacido en esta bendita y milenaria tierra: “Al Perú yo lo llevó en las entrañas”1. Frase cargada de honda satisfacción, pero también de dolor y compromiso, de fe y angustia. En ese Perú de sus entrañas, entre sueños y realidades, adherido a su piel y memoria, está, para orgullo nuestro, la ciudad de Huacho.


I. En el mundo paralelo

1.1. Con amenaza y todo: En 1962, un desconocido MVLl obtiene en España el Premio Biblioteca Breve por su novela La ciudad y los perros. A partir de ese galardón empezaría una formidable y vertiginosa carrera de premios y reconocimientos por doquier. Es, precisamente, en la mencionada obra, que evoca su paso por el colegio militar Leoncio Prado, donde aparece por primera vez – de acuerdo a las indagaciones hasta ahora realizadas – el nombre de la ciudad de Huacho. Aparece en el epílogo y tiene como protagonistas centrales al Jaguar – el antihéroe de la novela y líder del Círculo – y Teresa, la muchacha de sus sueños, con la que finalmente se casa, después de “arreglar” cuentas con el cura de la ciudad. Se transcribe, a continuación, el suceso in extenso para que se conozcan mejor sus pormenores:

- Debe ser una mujer de carácter – dijo el flaco Higueras -. ¿Dónde te casaste?

- En Huacho. El cura no quería casarnos porque faltaban las proclamas y no sé qué otras cosas. Pasé un mal rato.

- Me figuro, me figuro – dijo el flaco Higueras.

- No ve usted que me la he robado? – dijo el Jaguar - . ¿No ve que casi no me queda plata? ¿Cómo quiere que espere ocho días? (…)

Teresa estaba junto al Jaguar, la boca ansiosa, los ojos atemorizados. De pronto, sollozó.

- ¡Me dio una cólera cuando la vi llorando! – dijo el Jaguar -. Lo agarré al cura por el pescuezo.

- ¡No! – dijo el flaco. ¿Del pescuezo?

- Sí – dijo el Jaguar.

- ¿Cuánto tienes? – preguntó el cura.

- Trescientos soles – dijo el Jaguar.

- La mitad dijo el cura -. No para mí, para mis pobres.

- Y nos casó – dijo el Jaguar –. Se portó bien. Compró una botella de vino con su plata y nos la tomamos en la sacristía. Teresa se mareó un poco2.

1.2. Era una buena opción: Años después, en 1977, al publicarse la novela La tía Julia y el escribidor nuevamente se alude a Huacho y, curiosamente, el asunto está ligado otra vez a un matrimonio. En realidad, la novela entremezcla los recuerdos reales de MVLl – se había casado con su tía política Julia Urquidi Illanes3 cuando tenía tan solo 19 años y ella diez años más – con lo que su afiebrada imaginación le prodigaba.

De acuerdo con la obra, por esos días nuestro escritor había vendido prácticamente todas sus cosas para casarse clandestina e ilegalmente, ya que era menor de edad (se era ciudadano formalmente, por entonces, recién a los 21 años). En estos afanes lo acompañaba su entrañable amigo Javier Silva Ruete con quien había hecho buenas migas desde la época en que había estudiado con él en el Salesiano y San Miguel de Piura. Vieron que Huacho era una buena alternativa para casarse sin los rigores formales que se suponía existía en la capital y además para no levantar sospechas de la familia, principalmente de don Ernesto Vargas Llosa, su temido padre. “Al ver mi depresión por el poco dinero conseguido con el empeño, – rememora el narrador –, Javier me acompañó hasta la radio. Quedamos en pedir permiso en nuestros trabajos para ir tarde a Huacho. Tal vez en provincias los munícipes fueran más sentimentales”4.

Al final, Mario y Julia no se casaron en Huacho porque por intercesión de terceros fueron convencidos de hacerlo en el sur. Finalmente, después de muchos ajetreos, se casaron en Grocio Prado, pueblito aledaño a Chincha y cuna de la beata Melchorita. Para ello se tuvo que adulterar la partida de nacimiento de Mario que de esta forma, en un santiamén, pasó de nacido en 1936 a 1934.

II. En el mundo real

2.1. Como jurado: En 1978, la prestigiosa revista literaria Hispamérica, editada en los EE. UU., en lengua española, convocó a un concurso de cuentos donde, al final, se presentaron “403 textos de casi todos los países de Hispanoamérica y de narradores hispanoamericanos residentes en otros países del mundo”5. Desde Huacho, Fernando Valle Buendía (Nazca, 1921 – Lima, 1985), escritor afincado durante muchos años en nuestra ciudad y cuya producción literaria la ha hecho íntegramente aquí, envió su cuento El lustrabotas a dicho certamen, haciéndose, al final, merecedor de dos menciones honrosas. ¿Quiénes integraban el jurado de entonces? Pues, un trío de kilates: el paraguayo Augusto Roa, el argentino Julio Cortázar y nuestro Nobel Mario Vargas Llosa. Además de las distinciones señaladas, el cuento mencionado apareció publicado íntegramente en la edición doble de la revista (nº 23 – 24, agosto – diciembre de 1979). Cabe aquí precisar que, aparte de Valle Buendía, obtuvieron también en ese año menciones honrosas dos escritores peruanos: el puneño Carlos Calderón Fajardo y el desaparecido cineasta Armando Robles Godoy.6

En cuanto a El lustrabotas, que tiene como actante protagónico a “Chango”, niño de 12 años que se ve obligado a trabajar para ayudar a su madre y cuyo contexto socio – económico está marcado por el devastador terremoto que asoló a Huacho el 17 de octubre de 1966, fue publicado en 1983 por el Concejo Provincial de Chancay – hoy Huaura - con un breve prólogo de la poetisa Flor de María Drago.

2.2. Su primera vez: A raíz del proyecto de estatización del sistema financiero peruano, aprobado en el Congreso durante el primer gobierno de Alan García Pérez, MVLl se vio envuelto en la vorágine de la política erigiéndose en el paladín de la resistencia ciudadana a tal iniciativa. Poco después saldría elegido como candidato por el FREDEMO para las elecciones presidenciales que culminaría con la ascensión al poder de Alberto Fujimori. Como parte de su campaña proselitista arribó a Huacho el domingo 11 de marzo de 1990. Según refiere el diario El Imparcial llegó “ayer a nuestra ciudad al promediar las 8 p.m. proveniente de Huaral (…), acompañado por su plancha presidencial y candidatos a senadores y diputados por Lima Provincias, siendo recibido por partidarios, simpatizantes y curiosos que se dieron cita al concurrido mitin Fredemista (sic) en la Plaza de Armas de Huacho”7. Según la misma fuente, su discurso duró cerca de 1 hora, no faltando en él ácidas críticas a la inoperancia del gobierno aprista. Un dato interesante a tener en cuenta es que era la primera vez que MVLl llegaba a Huacho, según se lo confesó a un allegado del frente8.

2.3. Ajetreos y Sendero: En 1983, nuestro Nobel daría a luz El pez en el agua, delicioso y revelador texto de sus intimidades que se cierran con su partida al viejo continente el 13 de junio de 1990, una vez que fuera derrotado en las elecciones presidenciales de ese año. Son 20 capítulos y 1 colofón en los que está estructurado el libro, de los cuales los números pares giran en torno a su participación activa en la política nacional desde 1987 hasta su salida del país, tras la derrota comentaba líneas arriba. En esos tres intensos años su vida sufrió un cambio radical y se entregó en cuerpo y alma a esta nueva pasión9. Su paso por Huacho y otros lugares del Norte Chico como candidato presidencial, en las postrimerías de su campaña, lo evoca así:

Estos tres días de relativo descanso me dieron, además, energías para el último mes, que fue de vértigo. Reanudé la campaña el domingo 11 de marzo, con mítines en Huaral, Huacho, Barranca, Huarmey y Casma, y desde entonces, hasta la manifestación del cierre de campaña, el 5 de abril, en Arequipa, recorrí una media docena de ciudades y pueblos cada día…10

La siguiente referencia a Huacho está enmarcada en un escenario trágico. Era la época de la insania terrorista.

Era obvio que, mientras no se pusiera fin a la inseguridad en el país, las posibilidades de una recuperación económica eran nulas, aun si se frenaba la inflación. ¿Quién iba a venir a abrir minas, pozos petroleros o fábricas si corría el riesgo de ser secuestrado, asesinado, obligado a pagar cupos revolucionarios y de que le dinamitaran sus empresas? (Una semana después de haber visitado yo, en Huacho, en marzo de 1990, la fábrica de conservas para la exportación Industrias Alimentarias, S. A., cuyo dueño, Julio Fabre Carranza, nos contó cómo había escapado ya a un atentado, Sendero Luminoso la redujo a escombros, dejando sin trabajo a mil obreras.)11

Como una posdata a este asunto, el año pasado, el mencionado empresario escribió un bilioso artículo en contra de MVLl en el diario limeño Correo (12/05/11). Al evocar la destrucción de su fábrica y al invitar al escritor a la reinauguración de la misma, éste le dijo – según refiere – que “por razones de agenda y de seguridad no podía regresar a Huacho”. Ahí, achacándole una supuesta cobardía, no quedó todo. Líneas más adelante agrega, cual clarividente infalible: “Gracias a Dios, MVLl perdió las elecciones, pues de lo contrario Sendero Luminoso hubiera triunfado…”

2.3. Deslumbramiento y esperanza: Por último, el año pasado, en el mes de febrero, MVLl estuvo muy cerca de nosotros ya que visitó Caral, Áspero, el Museo Comunitario de Végueta y el sitio arqueológico de Vichama. Estuvo acompañado de su esposa Patricia, el entonces Ministro de Cultura Juan Ossio Acuña, la Defensora del Pueblo Beatriz Merino, la arqueóloga Ruth Shady Solís, el pintor Fernando de Szsyzlo, entre otros12. Cuando estuvieron en Puerto Supe visitaron la casa (calle Lima 420) donde pasara largas temporadas veraniegas José María Arguedas13. Como producto de la honda emoción que le suscitara la Ciudad Sagrada de Caral, MVLl escribió un encomiástico artículo en su leída columna Piedra de toque que vía el diario español El País fuera reproducido en muchos medios impresos del mundo. Estas líneas, expresadas en un estado casi hipnótico, hablan mucho de esa intensa emoción: “Pero, en la visita a Caral, me he sentido no solo interesado, también conmovido”14.

En otro párrafo rememora lo que en una oportunidad le ocurrió a la arqueóloga Ruth Shady y su chofer, y he aquí nuevamente la alusión a Huacho, aunque referida con una encantadora y fina ironía estilística:

La pandilla de asaltantes había bloqueado la trocha con pedruscos. Recibió al vehículo con una lluvia de balas. Ruth ordenó a gritos al conductor que no se detuviera. La camioneta consiguió franquear las piedras dando bandazos y escapar. Pero tanto Ruth como el chófer recibieron disparos en el cuerpo y llegaron al hospital desangrándose. Ocurrió en el año 2003 y el jefe de la banda de los frustrados forajidos, apodado Orejas, anda todavía suelto, cebando su gran panza cervecera en los bares de Supe y Huacho15.

Epílogo: ¿Tendremos a Mario alguna vez nuevamente por estos parajes? Todo indica que sí a juzgar por las últimas líneas de su columna: “Me despido de este lugar sin esa anticipada melancolía que suele embargarnos al partir de un lugar hermoso y hospitalario. Porque tengo la absoluta certeza de que volveré aquí muchas veces todavía”16.

Ojalá que en la próxima visita a Caral se dé una vuelta por estas tierras y visite Bandurria, nuestro orgullo prehispánico, el Hombre Tatuado, el Balcón de Huaura y otros atractivos lugares que encierra nuestra ciudad y aledaños y, por último, difundirlos también al mundo entero a través de su prodigiosa pluma. Tenemos fe que así sea.

NOTAS

1. Puede leerse el discurso completo en PDF consultando la página web del diario El Comercio.

2. Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros, Peisa, Lima, 1988, p.342.

3. Ironía de la vida: meses antes de que se anunciara el Nobel para MVLl, Julia fallecía, a causa de una complicación respiratoria, en Bolivia (10/03/10), a la edad de 84 años. Ella fue un apoyo muy importante en los primeros años de formación literaria de nuestro escritor.

4. Mario Vargas Llosa, La tía Julia y el escribidor, Peisa, Lima, 2002, p.272.

5. Carta de felicitación del 24 de abril de 1978 enviada por la revista Hispamérica a Fernando Valle Buendía (Archivo Regional de Lima).

6. Aunque nacido en Nueva York en 1923, desde los 10 años vivió en nuestra patria. Fue hijo del gran compositor huanuqueño Daniel Alomía Robles que, dicho sea de paso, fue Alcalde de Huacho en 1905. Es reconocido mundialmente por haber sido el creador de El cóndor pasa que ha sido declarado, con toda justicia, el 2004, Patrimonio Cultural de la Nación.

7. En la portada de El Imparcial, diario del medio, nº 710, del día 12 de marzo de 1990.

8. Ibíd.

9. De esos trajinados años de efervescencia política, solo produjo, en el ámbito estrictamente literario, la novela erótica Elogio de la madrastra.

10. Mario Vargas Llosa, El pez en el agua, Santillana, Lima, 2010, p.261.

11. Ibíd., p.137.

12. Al respecto véase Ecos, periódico local, del día 24 de febrero del 2011, p.04.

13. Más detalles sobre la estadía de Arguedas en Puerto Supe fueron incluidos en la ponencia que presenté en el XVII Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina y Amazónica “Alfredo Torero Fernández de Córdova”, realizado en Huacho entre los días 22 - 27 de agosto del 2011.

14. http://elpais.com/diario/2011/02/27/opinion/1298761213_850215.html (consultado el 18/07/2012)

15. Ibíd.

16. Ibíd.
El Lic. Luis Maurilio Espinoza Flores, dando lectura a su ponencia Mario Vargas Llosa y Huacho, en el marco del I Encuentro Internacional de Poetas y Escritores "Raúl Gálvez Cuéllar" en Huaura.

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