de mis primeras huellas,
sobre las tierras bellas,
de mi estancia natal.
Cómo olvidar mis pasos,
dejados en aquellas,
noches de luna, estrellas,
luciérnaga y trigal.
Llanques, viejos amigos,
hermanos, compañeros,
Cómplices pasajeros,
de mi modesta infancia.
Tiernos, consentidores,
nobles y aventureros,
detrás de los corderos,
el pasto y su fragancia.
Cubrieron con cariño,
mi endeble pie desnudo,
fueron arma y escudo,
contra el frío y la espina.
El polvo del camino,
y el pedregal no pudo,
con mi paso menudo,
trepando la colina.
Mi niñez con sus llanques,
habitan mi memoria,
coloreando mi historia,
bajo el cerro Tión.
A esa vida campestre,
y demás trayectoria,
van mis versos de gloria,
desde mi corazón.
Autor: Eliseo León Pretell
*Poeta peruano
Houston Texas, EE UU
Cortesia: Angel Gavidia Ruiz.
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