Salvemos a nuestro Planeta‏

08 marzo 2010

En Washington por el año de 1805 cuando los exploradores Meriwether Lewis y William Clark, llegaron al río Columbia, les llamo mucha su atención ver en tan hermoso cause de agua como los Salmones nadaban en gran cantidad a flor del agua, era casi inconcebible ver tal abundancia de peces en aquel lugar, era tanta la cantidad de Salmones que cuando la corriente bajaba se quedaban varados a la orilla del río y los Indios lo recogían para salarlos.
De igual manera por testimonio de mi padre en los años 50 en la campiña de Huacho, cada vez que se cerraba la compuerta de la toma de agua, en todas los sequiones de la campiña quedaban en gran cantidad los Camarones, era tanto los crustáceos que ahí quedaban que los lugareños recogían en baldes, tinas o en latas de aceite.
En la actualidad ya no es igual, los científicos saben que desde más de un decenio se vienen extrayendo peces del mar o los rios y no se permite su recuperación.
Son varios los factores que conllevan a esta problemática, la contaminación del agua, el calentamiento global, el hombre.
La huella Ecológica debe de ser nuestro camino a seguir, tratando de consumir los recursos naturales que produce la tierra sin llegar a la deforestación de nuestros bosques que son los pulmones o filtros naturales para mantener sano nuestro medio ambiente.
El 80 % de los habitantes del África cocinan con leña, así mismo este continente tiene el mayor crecimiento demográfico y urbano en todo el mundo, creando así un déficit forestal en gran parte de su territorio quedándose aproximadamente unos 100 Km. a la redonda sin árboles.
Al deforestarse el terreno su superficie fértil no tarda en secarse y ser arrastrada por el viento en un proceso llamado erosión.
Por culpa de la erosión el Brasil pierde 500,000 toneladas de tierra cada año.
¿Y nuestro Perú? !Qué!
La tala indiscriminada de árboles en la selva, las concesiones petroleras, son un peligro latente para poder enrumbarnos tras el encuentro de nuestra huella ecológica.


“Escarchas de Muerte”

Subí al monte más alto de esta tierra
Respire el aire puro de la vida
Contemple extasiado las maravillas
Que se ocultan bajo la sombra indiferente
De la costra gris del anhídrido carbónico
Que a la tierra ha condenado a muerte

Vagando sin rumbo por las calles de este mundo
Destruye a su paso los pulmones del hombre
Que respira inconsciente los olores de muerte
Que vagan como nubes sobre nuestros ojos
Perdidos de las manos del viento
Irritante y nocivo va destruyendo así la capa de ozono.

Halle enterrado en las faldas de un cerro
Residuos letales de este humo mortal
Escarcha de muerte, tirano invasor
Dispersas la luz de nuestra visión
Es oscuro el día, se ha ocultado el gran sol
El velo negro esta avanzando, no se ven sus rayos de luz

Los vientos que soplan esparcen la muerte
En silencio avanza el veneno mortal
Malogrando la vida de todo ser vivo
Matando al planeta sin ninguna piedad
Sembremos un árbol en cada esquina
Cuidemos los bosques, pulmones del mundo
Para que nos desintoxiquen de este humo letal.

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