El Tiempo en los Brazos de la Niebla

06 septiembre 2009

Es reconfortante y placentero viajar por las admirables páginas del poemario “El Tiempo En los Brazos de la Niebla” de la poeta Norma Escobedo de Driever, un sensitivo encuentro entre la poesía y la sensibilidad humana.
Es una mixtura entre el sentimiento y la palabra, que evocan las vivencias del ir y venir de la vida, la adaptación en un país muy lejano al suyo, y la sinfonía del lenguaje en dos culturas diferentes.
Aquí fácilmente se puede apreciar lo que el Poeta José Pablo Quevedo llamó la química de la Dialéctica Regresiva, donde todo poder viene y va hacia el pueblo // Voces calladas, los ecos dormidos// en el laberinto del discurso // Las palabras que mastican el dolor // bajo la sombra de los pétalos grises // La ausencia de sueños esperados // En la esquina senil de la Memoria.(Del poema ecos del silencio), ese juego dialéctico de sus poemas hacen de ella una verdadera embajadora cultural en el campo de la migración y el arte.
En esta obra poética de Norma Escobedo inmortaliza a las mujeres caídas en la frontera de ciudad Juárez en México, así mismo a la mujer Coreana residente en Alemania (Kyopo).
El viernes 04 de setiembre en la casa Mariategui en la ciudad de Lima, en compañía del destacado poeta nacional José Pancorvo tuvimos el privilegio de presentar esta preciosa obra literaria, en el marco de los 777 Viernes Literarios que conduce nuestro amigo el Poeta Juan Benavente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola tío, sinceramente, me siento enteramente orgulloso de la loable labor que vienes cumpliendo al frente de esta asociación cultural regional... A veces pienso que tal vez, otro hubiera sido mi sino, si Dios me hubiese permitido pasar momentos juntos en mi niñez de relacion paternal ausente; pero, aun cuando las noches sureñas hicieron presa fácil mi inspiración de niño, quiero decirté, mi querido tío, que hoy comprendo por qué no me doblegué ni me perdí en las horas más oscuras de desencanto luterano. Y te digo que no solo me siento feliz por ti; no, si no también la felicidad que me embarga es por mí pues ahora puedo decirle a la noche y a la solitaria estrella del sur, por qué por mis venas corren versos sueltos y por qué en mi pecho huele a prosa ermitaña.
Con lo que respecta al comentario que haces de la vate Norma Escobedo, debo manifestarte que, qué sencillo haces ver que la poesía es aquella invención asequible que Vallejo nos mostró...

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esta información. Un fuerte abrazo.