El cardenal de Tegucigalpa,
Oscar Andrés Rodríguez Madariaga
celebra misa de gallos.
Tiene un anillo de oro
y en el una calavera.
Macillado es su rostro,
frío más que el hielo.
Habla de escarmentar herejes,
de consumirlos en hogueras.
Furores de luna inclemente
Capaz de desvastar la tierra.
Pare huevos de mármol su sombra
cuando a carniceros va consagrando
para hacer una posible guerra.
Poder de absoluto tirano,
mounstrum horrendum contra natura,
que habla en nombre de un dios
y cabalga sobre siete caballos.
*El cardenal, considerado uno de los
"papaples" tras la muerte de Juan Pablo II, es hoy
el Anunciador y Justificador del golpe de Estado
antidemocrático en Honduras.
"Medusa Micheletti"
Medusa, ojos de hielo.
Sin patas, reptas, fornicadora.
Tu frialdad es terrible
como el rayo.
La carroña es el botín
de tu rapiña
puta de sintética sonrisa
y de enigmas insolentes.
Tu vientre repugnante
atravieza el sueño
con sangre hedionda
y vísceras pestilentes.
Abominable, no olvides
que tus ojos no detendrán
el vuelo de la daga del pueblo
que destroce
tu monstrosa cabeza.
El ilegal presidente elegido en Honduras
tras el golpe militar antidemocrático a Zelaya
El bufet de un generalazo hondureño
Conspirador, conspirante,
después del baño de sangre
que dió al pueblo en las calles
y en el Aeropuerto en Tegucigalpa
habló de los “derechos humanos“.
Lo acompanaron en este credo,
los cuervos que comen carroña,
las brujas de calzones largos,
que nos hablan del cielo y del infierno.
Era el frío bufet del generalazo,
ojos de hombres abaleados,
cuerpos oscurecidos por la explosión.
Muchachas sin senos y sin vientres.
¡Todo está en orden! Dijo el asesino.
¡Amén! Repitieron las prostitutas.
José Pablo Quevedo, Embajador de Poetas del Mundo en Alemania,
Representante de la Fracción de Escritores Latinoamericanos adjunto
a la Lese Bühne der Kulturen en Berlín.
Es necesario esclarecer que en una sociedad dividida en clases la Iglesia está dividida, y lo es también históricamente en su jerarquía y en su praxis en cada situación histórica y de la política concreta, y lo es en cada revolución y contrarevolución, asícomo frente a los golpes de Estado. Lo importante es diferenciar que existe también una Iglesia de los pobres y humildes y que ella tiene también grandes mártires y personalidades que no se desean el Status Quo, sino cambios más sociales y humanos.
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