PEDRO ALCANTARA EL “LUIS PARDO HUACHANO”

13 febrero 2009

PEDRO ALCÁNTARA EL “LUIS PARDO HUACHANO”

-Voy a comenzar mi relato con el único deseo de que se conozca la historia del bandolero huachano más famoso de principios del siglo XX. Este personaje nació en el barrio del Guayabal, en un tiempo de mucha injusticia donde el pobre era cada vez más pobre y el adinerado controlaba todo. Se cuenta que desde muy joven se alejó de su familia para vivir con mozuelos de su edad, formando con ellos una pandilla de mataperros que se dedicaban al pillaje juvenil, transformándose posteriormente en uno de los bandoleros más temido y respetado de toda la región norte del país. Sus dominios eran desde Huarmey hasta Puente Piedra y su cuartel general se situaba en el valle de Huaura, a la altura de la ex hacienda Maní cerca a Humaya, lado izquierdo del río Huaura, donde asaltaban a los grandes hacendados como a los comerciantes mayoristas que se desplazaban por toda esa zona. Su fama de malhechor creció rápidamente, pero al mismo tiempo se fue ganando el respeto de los pobladores más humildes, debido a que el producto de sus fechorías los repartía entre los pueblos más necesitados del valle Huaura – Sayán, al mismo estilo de Luis Pardo en la Sierra. Se cuenta que “El Huachano” como acostumbraban llamar en ese tiempo a Pedro Alcántara, fue ampliamente conocido por el verdadero Luis Pardo, llegando incluso a dividirse el territorio para sus saqueos, manteniendo siempre el respeto a sus limites de acción.

Los problemas con la ley de Pedro Alcántara llegaron al punto de que la policía puso precio a su cabeza. Cuando llegaba a su campiña querida a visitar a su familia lo hacia tomando ciertas precauciones para proteger su seguridad; era fácil reconocer a personas extrañas inspeccionar la zona antes de su llegada, y luego por encargo suyo repartir los botines de sus ilícitas acciones; mientras todos se concentraban en la repartición, Pedro visitaba a los suyos discretamente.





Se cuenta que en una ocasión un grupo de muchachos de Jopto, el Molino, Zapata y el Guayabal fueron llevados por un capataz a trabajar a la hacienda Maní en época de paña de algodón, al término de la faena en horas de la noche, fueron a ver cómo los trabajadores mayores jugaban casino en el tambo del chino Juan. Pasada las doce de la noche hizo su aparición en el lugar, Pedro Alcántara secundado por sus bandoleros, asustando de sobremanera a los jóvenes campiñeros; estos vándalos rodearon a los nerviosos mozuelos preguntándoles a cada uno por sus nombres, los jóvenes intimidados no atinaban a responder palabra alguna, entonces una voz fuerte y serena les dice: No teman, soy el Huachano, y ustedes de dónde vienen. Todos al unísono contestaron, somos de la campiña de Santa María.

Pedro Alcántara preguntó a uno de ellos que estaba en un rincón del tambo, ¡Hey, tú! Sí tú, ¿Cómo te llamas? El muchacho respondió: disculpe mi señor yo soy Buenaventura Alcántara Trinidad. ¿Quién es tu padre? Volvió a preguntarle, contestó el joven con voz casi quebrada: Pablo Alcántara Gómez. El bandolero se acercó al joven y lo abrazó fuerte y con los ojos humedecidos por las lágrimas le dijo: tú eres mi primo, tu padre es hermano de mi padre a quien dejé de ver hace muchos años. Mandó llamar al chino del tambo y le ordenó preparar cuyes para todos y así celebrar el encuentro con su familiar cercano. Luego de varias copas brindadas, éste le confía un secreto: “Primo desde hace buen tiempo la policía me está buscando, si algún día escuchas que me han capturado, ve al cerro Palenque, en la tercera curva del camino que va a Humaya busca un montículo de piedras que he dejado como señal, cavas un poco y encontrarás seis talegas de cuero lleno de alhajas y monedas de oro, sácalas y llévatelas que te servirán para que seas un hombre de bien”.

Pasaron muchos años y nunca más volvieron a encontrarse. De repente un día se corrió la noticia de que Pedro Alcántara, el Luis Pardo huachano, benefactor de los humildes de la campiña huachana, había sido capturado y ejecutado.


© Derechos Reservados al autor.

1 comentario:

Emilio Espinal dijo...

SIEMPRE ME HA DADO VUELTAS LA IDEA DE LLEVAR AL CINE LA HISTORIA DEL FAMOSO BANDOLERO, CLARO QUE YO SERIA EL ACTOR PRINCIPAL!

HA HA HA